La vieja y persistente idea de que el dolar es la divisa de reserva o la moneda principal del mundo debido a que el petróleo y otras materias primas fundamentales se comercian o cotizan el dólares es solo un mito, un mito completamente falso.
Cualquier moneda utilizada como forma de pago en transacciones comerciales se recicla a una velocidad virtualmente infinita lo que hace que un solo dolar reciclado una y otra vez pueda emplearse para hacer pagos comerciales por valor de 1.000 millones de dólares.
Supongamos que cierto fabricante de muebles japonés quiere comprar madera tropical procedente del Brasil. Si a este fabricante de interesa pagar en Yenes pero al exportador brasileño de madera le interesa cobrar en Reales brasileños, podrían acordar el pago en dólares americanos o en euros.
En este caso, el dolar o el euro serían elegidos simplemente porque son moneda muy difundidas y eso hace que existen mercados líquidos, con suficiente volumen y por tanto eficientes en los cruces Yen/Euro y Euro/Real Brasileño (o Yen/Dolar Dolar/Real)
Imaginemos que se deciden a usar el Euro. Supongamos que importador y exportador acuerdan que el lote de madera exportada tiene un precio de 12 millones de Euros. Esto significa que al comprador japonés le parece bien el precio a pagar en Yenes y al vendedor brasileño le parece bien el precio a cobrar en Reales.
Para realizar el pago, el importador japonés compra 12 millones de Euros pagándolos con Yenes (en el instante 1). Después hace una transferencia de 12 millones de Euros a una cuenta denominada en Euros del exportador. El exportador vende en mercado esos 12 millones de Euros (en el instante 2) y obtiene los reales brasileños acordados en la venta.
El comprador paga en Yenes, el vendedor cobra en reales y el Euro es empleado temporalmente para hacer "la traducción"
Durante el tiempo que dura "la traducción" hay 12 millones de euros que son extraídos de la masa monetaria del Euro, lo que reduce la abundancia de "euros circulantes" y aumenta el valor del Euro.
En el "instante 1" el comprador japones genera una demanda adicional de Euros (de 12 millones) que aumenta el valor de mercado del Euro, pero en el "instante 2" el vendedor brasileño genera una oferta adicional de Euros (también de 12 millones) que disminuye el valor del Euro y compensa exactamente la demanda adicional anterior.
El valor del Euro es empujado hacia arriba en el "instante 1" y más tarde empujado hacia abajo en el "instante 2" y vuelve al valor inicial.
El valor del Euro es solo reforzado durante el tiempo que transcurra entre los instantes 1 y 2, durante el tiempo que comprador japonés y vendedor brasileño tengan en su poder esos Euros para hacer la traducción o conversión monetaria.
De modo que la demanda monetaria adicional que supone el que la gente decida usar una moneda para realizar pagos es temporal.
La demanda total permanente, "debida al comercio", de esa moneda usada para hacer pagos depende del volumen total de pagos por unidad de tiempo, del "caudal de transacciones" y del "tiempo de reciclado de la moneda"
Por ejemplo, supongamos que el "tiempo de reciclado", el tiempo que tardaría la conversión de Yenes a Reales por medio del uso de Euros, sea de 1 día. Esto hace que cada Euro usado en este proceso pueda realizar pagos por valor de 1 Euro/día o 365 euros por año. Si el comercio Japón/Brasil fuera de 3650 millones de euros por año, el proceso de conversión exigiría permanentemente 10 millones de euros. (con un "factor de reciclaje" anual de 365)
En el mundo real, el tiempo de reciclaje no es de 1 día sino de unos minutos si se "hace a mano", de unos segundos si lo hacen ordenadores de varios bancos y mercados y de unas milésimas de segundo si vendedor brasileño y comprador japonés tienen cuentas internacionales en el mismo banco.
Si el banco que hace la transacción tuviera interés en reducir el tiempo de reciclado de, pongamos 20 milisegundos a cero, podría hacerlo usando mecanismos financieros triviales.
De modo que en la vida real, con tiempos de reciclaje de milisegundos, el "factor de reciclaje" puede ser de cientos de millones por año. Digamos que si el comercio entre Japón y Brasil es de 15.000 millones de dólares, el convertir los Yenes de partida en dólares y luego en Reales, podría requerir, pongamos solo 30 dólares porque cada dólar se reutiliza cientos o miles de millones de veces por año.
La demanda ingente de dólares no se debe a que esa moneda sea usada para hacer pagos sino a que esa moneda es utilizada para denominar ingentes cantidades de deuda.
Lo que hace del dolar la moneda principal del mundo es que Estados Unidos sea el mayor deudor del mundo y esto nos dice que durante décadas muchas economías productivas del mundo han estado dispuestas a prestar a la economía americana.
Europa, Japón o China no podrían lograr el estatus que tiene el dolar para sus monedas simplemente porque esas economías no son deudoras o deficitarias comercialmente, sino que son economías ahorradoras y con superávit.
Rusia, Argentina o Venezuela tampoco podrían dar a sus monedas el estatus del dólar por el mismo motivo: no es que estos países no estén dispuestos a endeudarse, lo que ocurre es que nadie está dispuesto a prestarles.