Desconozco cómo hacen esos cálculos de siniestralidad, pero no tienen pinta de estar muy homogeneizados.
El argumento de la sensación de seguridad dando lugar a la mayor asunción de riesgo y por tanto de mayor siniestralidad es completamente contrario a lo que se busca con esos listados: lo peligroso será el conductor, no el coche.
La versión top de un modelo, con más caballos y mejores frenos, suspensiones y equipamientos de seguridad, es por definición más segura que la básica de ese mismo modelo. Que atraiga a conductores de riesgo no lo hace objetivamente menos seguro.
La tipología del conductor importa. Y la de los trayectos, también: un cochecillo urbano y"femenino", en el que se recorran medias de 6000 kilómetros anuales con medias de velocidad bajísimas, puede tener unas cifras de siniestralidad muy bajas, pero eso no lo hace más seguro que una berlina de 5 metros con la que los viajantes se metan 80.000 anuales (y estén expuestos a 15 veces más riesgo por cantidad y cualidad de ese uso).
Las típicas pruebas de choque, pese a sus limitaciones (estar predefinidas permite a los fabricantes centrarse en superarlas, sin mejorar en otras tipologías de accidente), permiten comparar peras con peras, y manzanas con manzanas.