Qué pereza da leerlo, cuando en español el masculino es el género neutro, y se entiende perfectamente que engloba ambos géneros, sin ser tan reiterativo.
Como filóloga hispánica, no lo comprendo, me parece una tontería como una casa. Encima en un libro de texto, que por supuesto duplicará la cantidad de tinta empleada, y aumentará el número de páginas. Innecesario.