Se puede o no se puede creer en el bichito. La estúpidez aún no es un delito, pero al menos hay que aprender a leer.
La banderilla de Pfizer se administra en dos dosis, separadas entre ellas unos 21 días aproximadamente.
NO SE ALCANZA LA INMUNIDAD HASTA PASADOS UNOS DÍAS (~7DÍAS) DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA SEGUNDA DOSIS.
Los estudios y ensayos de esta banderilla, eso nos cuentan, demuestran que el sistema inmune comienza a tener anticuerpos en número suficiente, tras esos 7 días de la administración de la segunda dosis.
Todas esas noticias de infecciones de el bichito-19 que se publican, se han producido en un plazo de tiempo donde es imposible que se haya desarrollado inmunidad.
Yo mismo tengo dudas sobre la banderilla. Dudas propias por los plazos de tiempo que se han empleado en las distintas fases, y por la nueva técnica que emplea este tipo de banderillas. En ningún momento se inyecta el bichito, en ningún momento. Se administra el código de la proteina que el bichito precisa para entrar en la celula y replicarse. Ese código entra en nuestro ribosoma que se encarga de traducir los nucleotidos y metabolizar la proteina. Esa proteína es desconocida para nuestro sistema inmunitario, por lo que acto seguido nuestro sistema defensivo producirá anticuerpos para destruir la proteina.
El tener, en número suficiente, ese anticuerpo es lo que nos dota de inmunidad.
Pudiera pensarse, y con lógica, que el contraer el bichito en el periodo que va desde la producción del antígeno (ese código que se mete con la banderilla y que se traduce en la célula para metabolizar la proteina que necesita el bichito) hasta la producción del anticuerpo pudiera suponer el contraer la enfermedad con mayor gravedad, o mayor virulencia. Y pudiera llegar a ser cierto.
Por este motivo no se debe vacunar a nadie que pueda tener síntomas propios del el bichito. Lo ideal sería el hacer una PCR antes de vacunar, pero logisticamente es imposible para la plebe (no me cabe duda que las larvas del jorobado, los Robones, Viruelo y demás guano si se la hacen), por falta de tiempo, precio y medios. Sólo los privilegiados pueden acceder a esa ventaja, o te lo pagas de tu bolsillo y te confinas hasta que te vacunen.
Y aún esto no te libra de pillar bichito entre dosis de banderilla e inmunización real.
Con todo esto, digo que los negacionistas mal hacen en agarrarse a estas noticias, pues dejan en evidencia su ignorancia y llenan de argumentos a los de los cubrebocas.