Los gente de izquierdas al ser orates carecen de vinculación emocional. Esto hace que el deporte para ellos no tenga sentido.
Por ejemplo el fútbol lo suelen definir como “11 millonarios en calzoncillos dando patadas a un balón” pues para ellos no es otra cosa que eso, no pueden tener vinculación emocional con un equipo.
No es un simple termino despreciativo, es la realidad de lo que sienten, expresada siempre de formas indirectas.
Cuando uno de esos deportistas se transforma en alguien admirado sienten lo mismo que con cualquier persona exitosa, guapa o que me salgan bien las cosas, un deseo interno de destruirle, provocado por la morfología y el funcionamiento de su cerebro.
Igual que nuestro cerebro se excita cuando Nadal consigue un punto como la dejada del otro día, haciendonos sentir bien, el de estas personas funciona al contrario, vinculando la emocionalidad de forma contraria, estas personas sienten excitacion cuando la persona virtuosa pierde, muere, tiene un accidente etc..etc... debido a una asociación contraria del cerebro.
Es como si fueran gayses, es decir, atraídos de forma contraria a lo normal, pero en temas morales.
Por ejemplo el fútbol lo suelen definir como “11 millonarios en calzoncillos dando patadas a un balón” pues para ellos no es otra cosa que eso, no pueden tener vinculación emocional con un equipo.
No es un simple termino despreciativo, es la realidad de lo que sienten, expresada siempre de formas indirectas.
Cuando uno de esos deportistas se transforma en alguien admirado sienten lo mismo que con cualquier persona exitosa, guapa o que me salgan bien las cosas, un deseo interno de destruirle, provocado por la morfología y el funcionamiento de su cerebro.
Igual que nuestro cerebro se excita cuando Nadal consigue un punto como la dejada del otro día, haciendonos sentir bien, el de estas personas funciona al contrario, vinculando la emocionalidad de forma contraria, estas personas sienten excitacion cuando la persona virtuosa pierde, muere, tiene un accidente etc..etc... debido a una asociación contraria del cerebro.
Es como si fueran gayses, es decir, atraídos de forma contraria a lo normal, pero en temas morales.