Que le arreen a las cacerolas desde los balcones, pero no en la calle. Hay riesgo real de contagio y no se puede jugar a la ruleta rusa con este tema. Y a Pedro Sánchez que le den por donde amargan los pepinos, y a Pablito lo mismo. Pero es importante no bajar la guardia, que no han pasado más que unos pocos días desde que veíamos con estupor y miedo la morgue del Palacio de Hielo y las penosas condiciones en las que el personal sanitario tenía que hacer su trabajo, que sí, que por la incompetencia del gobierno criminal, pero no es ahora el momento de hacer concentraciones, que se nos olvida que hemos criticado a las feministas por su aquelarre del 8M y ahora queremos hacer lo mismo.