Al final lo que ocurre es que los sistemas beveridgeanos son por su naturaleza tacaños, pues , al ser monopsonista de facto el sistema público respecto al trabajo (ya son marginales esos médicos como mi abuelo, que crió 10 hijos , y muy bien, con una consulta de endocrino, ahora hay que hacer malabares con los seguros para ganar medio bien) , y de facto también un monopolio como prestador de servicios (sin precio percibido, para añadir confusión), el racionamiento que impone el sistema es por colas ,y la ciudadanía ha dado pruebas de que soporta colas asesinas sin inmutarse.
Esta crisis seguramente traerá como consecuencia que por fin se reconozca el valor del trabajo de los medicos, que en ningún pais ganan tan poco respecto a salario medio, salario de enfermería, PIb per capita... y además se tendrá que acabar la práctica humillante de tenerlos como laborales por horas para evitar que accedan a plaza cuando ,como he explicado en otro post, es mucho mas estable la necesidad de médicos que la de docentes.
Lo curioso es que, ricas o pobres, buenas o malas gastadoras en sanidad, las taifas españolas tienen casi idéntico número de médicos per capita y estructura de gasto. Un problema específico de Madrid es el abuso en forma de turismo sanitario tanto nacional como foráneo.
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