En la privada en muchísimos casos has tenido que superar un proceso de selección, con dos,tres,cinco o más personas como tú compitiendo por el mismo puesto, y tirando los salarios a la baja. Y para que te seleccionen tienes que tener unos conocimientos y unas destrezas que te ha llevado años conseguir. O sea, que eso de poco esfuerzo en la privada, nanai.
Y todo eso para que un buen día alguien de RRHH te llame y te diga que ésto se ha acabado.
Para ser grupo A, además de la licenciatura, o B, además de la diplomatura (conocimientos que te han llevado años conseguir, como bien dices), pasas un proceso de selección contra otros muchos aspirantes con temarios que no sé si alguna vez habrás visto pero son cojonudos. Y no se trata de aprobar, sino de superar al resto.
Para, probablemente, quedarte varias veces a las puertas hasta que lo consigues (Y si no lo haces, ese tiempo de esfuerzo y los conocimientos adquiridos durante el proceso de preparación nadie te los va a reconocer o valorar para nada).
Para ser grupo C o D, si bien no se exige la titulación superior, auque la mayoría de opositores a estos grupos hoy en día la tienen, compites con cantidades asombrosas, pero alucinantes, de gente para una cochina plaza mileurista en muchos casos, a cientos de km en muchos también, muy por debajo del nivel de cualificación de la persona.
Si quieres ascender, otra vez a competir en exámenes y pruebas (si se convocan, claro), nadie va a valorar que seas bueno en tu trabajo para lograr un puesto mejor.
Y todo ello, para que tras todo el esfuerzo, vengan a decirte que eres un privilegiado y no te mereces lo que tienes.
No me quejo de lo que tengo, en absoluto, más que nada porque lo he elegido yo.
Y lo que he escrito pues sólo es la parte mala, centrarse sólo en eso sería demagógico,ser funcionaria tiene ventajas, que son por las que decidí opositar.
Y decidí hacerlo en un momento en que mucha gente me decía que en la privada tendría muchas más posibilidades de "llegar a algo". Pues bien.
Ahora esa misma gente me dice que qué suerte que soy funcionaria, que si es un privilegio...
No señor, hasta los ovarios ya de
suertes y
privilegios que a mí nadie me ha regalado nada, igual que a ti en la privada probablemente tampoco.
Sds