Hay más taradas que tarados, y eso a pesar de que a las mujeres se les permiten muchas chaladuras haciendo la vista subida de peso para poder seguir diciendo que está bien y sana. Si los criterios para valorar la salud mental fueran los mismos para hombres y mujeres, la proporción de locas oficialmente reconocidas sería acojonante.
Se la habían acabado las vacaciones y en el aeropuerto, antes de tomar el vuelo de regreso, se apoderó de ella un sentimiento de que no la habían amado lo suficiente, se empodero en su arrebato y no quería partir sin unos últimos empellones.