A los padres de Nacho (nombre ficticio) les pareció buena idea cuando se lo contó. Un amigo del colegio le había hablado de una academia «online»,
IM Mastery Academy, que daba cursos de criptomoneda y se había apuntado. Ni el precio de la matrícula, 200 euros, ni la cuota mensual, que rondaba los 150, les despertó ninguna sospecha. Hoy, cuatro meses después, Nacho ha dejado el colegio,
se ha ido de casa y vive en un «piso patera» donde ha cogido la sarna. ¿Cómo ha sido posible? Su padre, Ricardo, explica a LA RAZÓN a través del teléfono la metamorfosis que ha obrado en su hijo de 16 años una organización que califica de secta.
«Al mes de empezar, Nacho ya venía a casa entusiasmado, excesivamente eufórico, como fanatizado. Decía que esta gente era increíble, que había encontrado por fin su camino y que ya no quería ir a la Universidad.
Les venden que van a vivir sin trabajar y se van a hacer ricos en un cuarto de hora. Les engañan mostrando en redes sociales una vida falsa de viajes, coches deportivos y mujeres guapas. Merman su personalidad hasta convertirlos en otros. Yo ya no reconozco a mi hijo».