Una cosa es sencilla: si quiere decir lo que quiera con libertad tiene que hacerlo sin amos. Si tiene amo tiene que servirles y sino ya sabe qué hay.
No puedes pretender trabajar para quien te paga y poder hacer y decir lo que quieras. Yo en mi casa, en mis horas libres puedo actuar con libertad, en mi trabajo lo primero es servir a mi patrón con lealtad. En el caso de un periodista obviamente es vergonzoso porque es contrario a lo que debería ser su deontología profesional, pero esa profesión es así de desagradable, porque por libre es difícil ganarse la vida, y con patrón ya sabes qué toca.
Yo, teniendo un trabajo asalariado de pobre, doy gracias por no ser periodista incluso aún cuando ganara mucho más, porque al no serlo puedo servir con lelatad y tranquilidad de conciencia a mi patrón.
Ser periodista hoy en día en la inmensa mayor parte de los casos debe de ser peor que ser cortesana: tener que mentir a la población a sabiendas de que mientes y sin poder ejercer de verdad tu deber como profesional. Eso se tiene que pagar en esta vida o en otra.
Supongo que habrá algún periodista que esté en un bando donde pueda contar la verdad -alguno he visto que no manipula ni esconde la realidad- pero son mucho más la excepción que la norma, porque suelen depender de medios menores, no de los grandes.