thermoshit15
Madmaxista
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BRUTAL.
No mencionas la legendaria Perales del Río, tierra de los de Camarón.
"Perales del Río parece el ojo ciego de la Región"
Sus decadentes ruinas por la serpenteante carretera de acceso desde la M45 ocultan poblados chabolistas entre sucios negocios de azulejos. El olor a cosa quemada que la cubre es embriagador, realmente no sabes si son heces tratadas químicamente o cancerígenos hedores de las quemadoras de plásticos de Valdemingomez. La sarama se acumula también en su otra arteria, la carretera de enlace con el Cerro de los Ángeles.
Ya en sus afueras, hacia la zona de la Warner, brotan los chaletes adosados medio del secarral Sagreño, aunque es normal también ver pequeños señorios etnianos colindantes a la depuradora. En esta, hay barriadas ocultas de traficantes de drojas y vehículos robados. Tipicamente estos acaban quemados en medio de los caminos de los barrancos.
Por su clásico carril bici peregrinan siempre los mismos ciclistas con las bicicletas de montaña del año 93, propio del poder adquisitivo de la zona. No es raro ver a gente recorriéndose el secarral varias veces en ambos sentidos durante una mañana, ahogados en su propio aburrimiento, pensando qué han hecho mal en la vida para acabar en un lugar tan horrible.
No mencionas la legendaria Perales del Río, tierra de los de Camarón.
"Perales del Río parece el ojo ciego de la Región"
Sus decadentes ruinas por la serpenteante carretera de acceso desde la M45 ocultan poblados chabolistas entre sucios negocios de azulejos. El olor a cosa quemada que la cubre es embriagador, realmente no sabes si son heces tratadas químicamente o cancerígenos hedores de las quemadoras de plásticos de Valdemingomez. La sarama se acumula también en su otra arteria, la carretera de enlace con el Cerro de los Ángeles.
Ya en sus afueras, hacia la zona de la Warner, brotan los chaletes adosados medio del secarral Sagreño, aunque es normal también ver pequeños señorios etnianos colindantes a la depuradora. En esta, hay barriadas ocultas de traficantes de drojas y vehículos robados. Tipicamente estos acaban quemados en medio de los caminos de los barrancos.
Por su clásico carril bici peregrinan siempre los mismos ciclistas con las bicicletas de montaña del año 93, propio del poder adquisitivo de la zona. No es raro ver a gente recorriéndose el secarral varias veces en ambos sentidos durante una mañana, ahogados en su propio aburrimiento, pensando qué han hecho mal en la vida para acabar en un lugar tan horrible.