Buena observación Crozet. La cuestión es que resolver ese problema a base de ideología tiene unas perspectivas de éxito iguales o menores (a mi me da que incluso menores), que resolverlo a base de religión o de ponerse a rezar.
Como amante de la libertad me joroba especialmente el Estado como superestructura de esas que mencionas, que se arroga el monopolio de la violencia, y lo que para mi gusto es mucho peor, el ser fuente de toda jovenlandesalidad, y por lo tanto autojustificar todos sus actos. Las megaempresas como superestructuras no necesariamente nos obligan a tragar con sus productos o servicios como pasa con el Estado, pero sin duda las grandes dimensiones de muchas de ellas tienen su punto inquietante, y lo que para mi es lo peor con diferencia, es su tendencia a absorber (comprar, fusionar) a cualquiera otra entidad que pueda hacerles sombra, y tenemos ejemplos a puñados.
La cuestión es en que punto queda el individuo, qué posibilidades tiene un niño cualquiera, nacido en cualquier lugar, de llegar a adulto habiendo desarrollado lo mejor de sí mismo a efectos de ganarse la vida por sus propios medios.
En cualquier caso creo que este es un debate que podría progresar notablemente si se desligase de las ideologías y se lograsen tratar los hechos con objetividad, no cayendo en la tentación de buscar en ellos una confirmación de las profecías de fulano o mengano, o una confirmación o denegación de los postulados de tal o cual ideología.
Por cierto, parece que a algunos el fútbol nos la pela ...
---------- Post added 24-may-2014 at 23:33 ----------
El problema de mucha gente con el mercado es considerarlo un sistema diseñado exprofeso para un fin, pero nada más lejos de la realidad, no lo diseñó nadie, existe desde hace milenios; el mercado no es más un conglomerado de personas y grupos intercambiando lo que saben hacer. El mercado es un sistema realimentado y sumamente eficiente a la hora de satisfacer necesidades y deseos, y con ello de crear riqueza.
Lo que el mercado no hace son milagros, pero eso no tiene nada de absurdo. Lo que no se puede esperar del mercado es que solucione la supervivencia de quienes no tienen nada que aportar a los demás, pero no creo que tenga sentido decir que tal cosa es una "limitación"; es como decir que los seres humanos somos limitados porque no volamos, o que la Naturaleza es limitada y hay que "corregirla" porque no garantiza la supervivencia de aquellos seres vivos incapaces de obtener el sustento de su entorno; tal cosa es de hecho una de las claves del mecanismo de la vida.
Hacer "correcciones" al mercado para que haga cosas que no forman parte de su naturaleza, es como hacer modificaciones a un humano a ver si nos salen alas y volamos. Lo peor es que tales "correcciones" nunca son hechas por seres de luz, sino por humanos molientes y corrientes, con sus intereses particulares en el tema, y lo que suele aparecen en tales "correcciones" es una corrupción rampante que al final invariablemente perjudica más de lo que pudiese beneficiar.
Los "problemas" del mercado no son tanto del mismo como de los agentes que intervienen en él y la naturaleza de los mismos. El mecanismo básico del mercado por el que tanta y tanta riqueza se ha creado, no es otro es la transacción de valor: tú me das algo con valor para mi y yo te doy otra cosa con valor para ti; ahora bien,
a título individual hay algo aún más eficiente, tú me das algo con valor para mi y yo no te doy absolutamente nada. El mercado está lleno de gente encantada y deseosa de hacer tales o parecidas transacciones, sea mediante el engaño, la violencia, o la coacción, y ahí es dónde la sociedad tiene que poner los controles, que son muy simples en esencia: no vale robar, engañar o extorsionar.
Cuando los burócratas del Gobierno y las instituciones del Estado se inmiscuyen con su poder en el funcionamiento del mercado, se convierten en un agente más del mismo, y no en uno cualquiera, sino en uno auto-legitimado, entre otras cosas, para realizar transacciones de valor del tipo "
tú me das algo con valor para mi y yo no te doy absolutamente nada", transacciones que cuando tienen lugar
y salen a la luz se conocen como
corrupción, algo sobre lo que en España cada día tenemos más experiencia.
No hay nada que "corregir" en el mercado, igual que no hay nada que corregir en la anatomía humana; llevamos milenios siendo como somos, y llevamos milenios intercambiado cosas unos con otros. En todo caso habrá que poner y salvaguardar unas normas de convivencia tan simples como que no se pueden obtener cosas del vecino a cambio de nada contra su voluntad o conocimiento.