landsberguer
Madmaxista
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Aprovecho para hablar aquí del carpooling. Es una moda que se hizo hace muchos años en Europa con webs como blablacar.com o amovens.com, que en España no tuvo hasta hace poco mucha aceptación. Tenía todas las ventajas de ir en coche... y ningún inconveniente salvo que no conocías a quien demonios tenías en el coche.
Mis experiencias no han sido malas, pero lo curioso es que hace año y medio casi nadie quería ir. Al año siguiente, tras engrandecerse la crisis, vino mucha más gente. Pero lo más curioso... un tercio de los que iban eran guiris. Y de países desarrollados (escandinavos, alemanes, ingleses, franceses). Su perfil eran chicos jóvenes, no precisamente tiesos y que sus padres les habían dado una pasta para viajar por toda Europa. No eran tiesos precisamente. Pero no les molaba ir en coche propio a todos lados. Veían el coche como lo que es, una carga económica de cuidado, pero claro, no son como nosotros, que le damo más valor a presumir de casa o de carro que a otra cosa.
Y es que la moda la implantaron de fuera. Conocen mucho mejor las normas de compartir coche que los nosotros, llegando a ser un quebradero de cabeza para Alsa, Autores y similares. Y es curioso que los españoles llegamos tarde. Siguen mirando a los que hacen eso como simples del ojo ciego, que no saben lo que hacen. A los que tienen mi edad los miran como idiotas. Incluso entre los jóvenes hay quien lo oculta vergonzantemente, conozco casos donde pedían que les dejasen en la Estación de Autobuses para simular que habían ido en el autobús de turno y no se habían ido con extraños.
Pero forzado por las ventajas y los nulos inconvenientes,me temo que el carpooling ha venido para quedarse. Esto no destruirá del todo el mercado de la automoción, pero sí contribuirá a reducirlo. Porque lo que es el lamentable transporte público español (viciado de corruptas concesiones, servicio de transporte de ganado o precios abusivos), no creo que sea la competencia al coche privado.
Mis experiencias no han sido malas, pero lo curioso es que hace año y medio casi nadie quería ir. Al año siguiente, tras engrandecerse la crisis, vino mucha más gente. Pero lo más curioso... un tercio de los que iban eran guiris. Y de países desarrollados (escandinavos, alemanes, ingleses, franceses). Su perfil eran chicos jóvenes, no precisamente tiesos y que sus padres les habían dado una pasta para viajar por toda Europa. No eran tiesos precisamente. Pero no les molaba ir en coche propio a todos lados. Veían el coche como lo que es, una carga económica de cuidado, pero claro, no son como nosotros, que le damo más valor a presumir de casa o de carro que a otra cosa.
Y es que la moda la implantaron de fuera. Conocen mucho mejor las normas de compartir coche que los nosotros, llegando a ser un quebradero de cabeza para Alsa, Autores y similares. Y es curioso que los españoles llegamos tarde. Siguen mirando a los que hacen eso como simples del ojo ciego, que no saben lo que hacen. A los que tienen mi edad los miran como idiotas. Incluso entre los jóvenes hay quien lo oculta vergonzantemente, conozco casos donde pedían que les dejasen en la Estación de Autobuses para simular que habían ido en el autobús de turno y no se habían ido con extraños.
Pero forzado por las ventajas y los nulos inconvenientes,me temo que el carpooling ha venido para quedarse. Esto no destruirá del todo el mercado de la automoción, pero sí contribuirá a reducirlo. Porque lo que es el lamentable transporte público español (viciado de corruptas concesiones, servicio de transporte de ganado o precios abusivos), no creo que sea la competencia al coche privado.
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