Lo reconozco: tengo miedo.

Algo productivo = Dinero. Dinero = Seguridad para que no te afecten los problemas de terceros.

El dinero protege, sin duda.

Y la victima por excelencia de la izquierda es quien no se puede defender, o sea, el pobre.

Les han exterminado por millones.

Pero yo me refería a aquello de "el diablo encuentra trabajo para manos ociosas".
 
Sin más.

Mi ego se va a tomar por ojo ciego. Nunca había sido muy asustadizo, banalizaba las cosas, me creía por encima de ellas o lo suficientemente astuto para librarme, como si fuera un copito de nieve muy especial. Y sólo soy una hormiga prescindible. Como todos vosotros por mucho que mitifiqueis vuestra vida, acciones y relevancia en el mundo.

Ahora me doy cuenta de lo menso que era y probablemente aún sea por otros motivos.

Tengo miedo. No un miedo de entrar en pánico y ponerme histérico. Un miedo profundo.

Son muchas cosas: colapso económico, bicho, tensiones raciales, posibles guerras, degeneración humana, petardazo de Beirut que aunque sea lejos ves el vídeo del tipo que la palma grabando y piensas... ¿y si fuera algún ser querido? ¿o yo? ¿o en mi país?

Y podríamos seguir.

Quizá si fuera un pastor perdido en una aldea del norte de España sin internet y sin tele podría vivir tranquilo y ajeno a esto, sin contaminarme.
Curiosamente tienes miedo de perder lo que vas a perder seguro. Esta situación se encarga de hacerte ver eso, para que puedas fijarte en lo importante, lo que no se puede perder bajo ninguna circunstancia.
 
Hamijo, eres un puñetero estulto que piensa con el puñetero ano.

Precisamente porque tiene todo eso tiene miedo a perderlo. El que nada tiene, nada teme, iluso.

LÁVATE LAS MANOS CON GEL HIDROALCÓHOLICO CADA SEIS MINUTOS, PRINGAO, MIEDICA, NO SALGAS DE CASA
iluso
 
Volver