Es preciso mencionar el llamado padre ausente en las familias estables: es aquel padre que existe, pero que no aparece, no cuenta, no es capaz de transmitir amor, afectividad, conocimiento... que se ha ido convirtiendo en una figura vacía, sin relieve, porque no se implica a fondo con el resto de la familia.
Es frecuente que pase en padres que sólo tienen tiempo para trabajar, a los que su afán profesional los ha devorado. Muchos hiles dicen: «padre, vuelve pronto en casa, no queremos que ganes más dinero ni nos compres nada más, te queremos a nuestro lado».