Acá se nos plantea un problema:
Los creyentes en dioses afirman que dios existe
Los no creyentes en dioses afirman que dios no existe
Y acá empezamos con la cuestión de pedir “pruebas...”
Los dos le piden al otro que ofrezca pruebas...
Y así se enzarzan en interminables polémicas, totalmente sin sentido y que el gran B.Russell esté involucrado no la hace más sensata o verosímil.
Cierto es que la carga de la prueba corresponderá a quienes realizan la afirmación, ya que la exigencia contraria, pedir probar la inexistencia de dios, sería una imposibilidad lógica que se conoce como prueba diabólica o apelación a la ignorancia.
Exigir que se demuestre la inexistencia de Dios, es tan absurdo como pedir que se pruebe la inexistencia de cualquier otra cosa como ovnis, teteras voladoras, unicornios etc., ya que como es obvio, la inexistencia no se puede probar, por lo que decir, que no existen pruebas de su inexistencia, eso no significaría ninguna prueba de su existencia.
La existencia de dios no es verificable desde la lógica, por lo tanto, no tiene sentido pedir pruebas de ninguna naturaleza, puesto que nadie sabe qué es”dios”.
Terminando, ninguno, ni los que creen en dios ni los que no creen en dios lograrán probar que su afirmación es correcta cuando ninguno de los dos es capaz de ofrecer características identificatorias de aquello que uno dice que existe y el otro dice que no existe.
El planteo es tan ridículo como irrelevante y no habla muy bien de quienes se involucran en esa insensatez lógica.