A ellas les gusta mucho hablar con las amigas, y estarse 2 o 3 horas con un vino, no es tan grave leche. Y los tíos se gastan la pasta en la última consola y se compran la última versión del juego que les gusta, nada más.
Cierto.
No obstante, como dije en mi anterior mensaje, lo triste es que en ellas veo algo clónico: están ricas y visten bien pero parecen altivas, frías, frívolas, inmaduras, crueles, machunas y consumistas.
Todas con los mismos gestos y gustos, con su bebida, el cigarrito y el móvil, graznando, postureo a tope y con la cabeza en fiesta, viajecitos, RRSS, trapitos... Que sí, que son jóvenes y es lo habitual, pero no se las ve cercanas, sanas y diría que hasta humanas: no quieren hacer familia, sólo tener mascotas, viajes, tíos, trapitos, fiestuki y mucho postureo y consumismo alejado de cualquier espiritualidad.
Si esta juventud (ellas y ellos) es el futuro, delenda est Hispania.