Ancianos de pinta siniestra que van a misa todos los domingos. Vestidos de neցro y con rostro lleno de amargura, soberbia y desesperación. Agarran los rosarios fuertemente en sus a vez temblorosos dedos.
Un consejo añadido os doy, para que veías que soy buena persona y que os aprecio. No vayáis nunca a La Sagra, y si vais no paréis, y si tenéis que parar por necesidad o emergencia, procurad estar lo menos posible y evitar tocar nada o relacionaros con nadie, no intentéis comprender la idiosincrasia de la gente y los motivos o razones que allí pudieran existir. Y otro consejo que va de la mano del anterior es no leer a Mister Nini, ponedle en ignorado, escrolear, pasar de él; os robará la energía vital.
Y por supuesto, bajo ningún concepto, nunca jamás de los jamases, vayáis con Mister Nini a La Sagra.
El comportamiento concupiscente de sus mujeres y su idisiosincrasia se ven reflejados en el refranero popular:
Seseña, la que no lo da lo enseña.
Cobeja, más pilinguis que tejas.
Pantoja, la que no es fruta es coja.
Palomeque, la que no ama se lo mete.
Los simples en Magán, en Bargas ciruelas, en Olías panes y en Mocejón patatas pa los gañanes.
El sagreño llega a su casa sin un real, la cabeza a un lado y la vergüenza al otro. La espalda deslomada y los niños hambrientos, la mujer rezando porque esa noche no le revienten la cara a palos. Suerte tendrán si la cogorza le dirige paso a paso, tambaleante, al jergón.
Móstoles, Alcorcón, Leganés, Getafe, Parla; son el cáncer. Hay un cinturón por la zona norte de Toledo que va desde Valmojado a Ocaña, y seguramente siga más para el norte, pero yo esa zona ya no la controlo. Hablo de Illecas, Yeles, Seseña y toda la zona de La Sagra en general. Que se podría decir que es la metástasis. Un páramo inhóspito, todo lleno de chalet adosados con setos sin cortar, renault 19 desguazados en la puerta, cada tres casas hay una a medio terminar y otra donde hay una caravana o un contenedor marítimo que sirve de vivienda. En las aceras no hay árboles, las calles son de cemento desprendido y no se ve a nadie por la calle. Uno pone malla verde del AKÍ y el otro unas lonas de publicidad para que no se vea que tiene todo el patio lleno de maleza y de cosa. En medio del secarral se levantan calles donde se supone que vive gente. ¿Pero qué clase de persona se iría a vivir en medio de un pastizal con un etniano y un rumano de vecinos? Es una zona extraña, rara, es un lugar que da miedo, un lugar poblado de espíritus, de almas en pena, de gente que se esconde de algo.
He visto zonas antiestéticas en mi vida, pero esa comarca siempre me ha parecido el lugar más perturbador en el que haya estado.
La Sagra es una comarca maldita. Debe de ser un cruce de capas tectónicas o albergar una de las puertas del infierno, pero es un lugar que da desasosiego.
Los que somos de secano cuando vemos el mar por primera vez experimentamos una sensación de insignificancia por la grandiosidad y la fuerza que transmite esa enorme masa de agua, el olor a libertad, la luz brillante que se refleja en el agua como un espejo, el rítmico sonido de las olas rompiendo con la costa. Uno se siente reconfortado y en paz con el universo.
En la comarca de la Sagra cuando se visita por primera vez una siente una sensación de vacío y soledad. Desasosiego y angustia al verse rodeado de secarrales yermos salpicados por urbanizaciones inhóspitas. Un calor sofocante que hace brotar al cardo borriquero por todas partes y un frío neցro, en invierno, que te llena las orejas de sabañones. Y uno se pregunta, ¿qué tipo de personas decide vivir en esta tierra maldita?
Una cosa es segura, la comarca de La Sagra es el equivalente a Las Hurdes de hace 100 años. En un área geográfica de tal antiestéticaldad que produce miedo y compasión. Es como el trastero de una casa, un lugar sucio, lleno de trastos inservibles, todo desordenado y que se mantiene oculto a las visitas por vergüenza.
Otro área maldita es la zona de Otero/El Casar de Escalona y todas las urbanizaciones infectadas de latinoamericanos que hay a la ribera del Alberche. ¿Alguien me puede explicar qué hay de interesante en vivir en una urbanización de cosa teniendo como vecinos a latinoamericanos? Esos seres estrafalarios deprecian la belleza de cualquier lugar donde se les vea por las calles.
El desierto, shishi, el desierto de Arabia, es visualmente más atractivo que La Sagra.. Al desierto llega David Lean y se pone a rodar Lawrence de Arabia y es capaz de sacártelo majestuoso; a La Sagra llega David Lean a rodar algo y se pega un tiro en el paladar de la pura miseria que le invade.
Por no hablar de Fuensalida: Uno de esos sitios por los que uno echa de menos tener un delorean y avisarse a si mismo 3 minutos antes de tomar la decisión de ir, gran lugar (!)
Fuensalida, lugar que tiene una lengua propia extrañísima que se parece a ratos vagamente al castellano pero no es castellano, no se confundan. Hablan tal que así en este video:
Fuensalida: Montón de solares y casas en ruinas en el pueblo. Trazado urbanístico demencial sin centro definido. Casas que se hicieron deprisa y corriendo y se empalmaron los desagües donde primero les ocurría. Caminas por sus calles en verano y los hedores que salen de los sumideros de agua de lluvia son espantosos.
jovenlandeses y gente rara a tutiplén. En el último censo había entre marroquíes y argelinos algo más de 1.000, de los cuales sólo trabajaban seis. jovenlandesas sin embargo trabajan más. En una ocasión repartí publicidad en Fuensalida y aprendí a reconocer los buzones de los jovenlandeses a mucha distancia. Si veías que el nombre estaba pintarrajeado en directamente sobre el metal del buzón con un rotulador era un jovenlandés. Es que no fallaba. Esa raza es descuidada, y eso se puede ver en detalles tan idiotas como éste.
También hay un montón de casas a mitad de construir que se quedaron así cuando explotó la burbuja inmobiliaria. Y otras terminadas donde no ha vivido nadie nunca o hay okupas. Mucha gente rara de los arrabales de madrid, paguiteros, traficantes de drojas a porrillo (el consumo de drojas en esa localidad es demencial).
Hay un barrio en esa localidad que le llaman graciosamente "El Bron" por la cantidad de ralea que hay (En referencia al Bronx, pero dicen "elbrón" porque no saben pronunciar). Están los "Pelones" que piden dinero a gritos siempre a la salida de misa.
Los autóctonos son gente desconfiada que te mirarán siempre de medio lado, que no te dirán jamás lo que piensan pero que tratarán de sonsacarte siempre. Desde el año 34 hasta las últimas elecciones municipales ganó siempre la derecha. Y ahora hay uno sociata de alcalde pero por el apoyo de ciudagramos. Es poco probable que vuelva a haber otro de izquierdas, si es que se puede llamar de izquierdas al PSOE, claro está.
Mucha gente con mucho dinero y sin estudios ni cultura ni morigeración de ninguna clase, lo cual es una combinación espantosa. Casoplones increíbles entre ruinas y casas de mal vivir. Calles enteras de casas en las que nunca ha vivido nadie. Parece a veces la pinícula "Soy Leyenda".
antiestéticaldad absoluta. El entorno es desolador. Viñas y olivares yermos en medio de una planicie que no acaba nunca, todo seco, nada agradable donde echar la vista. Mal paisaje y peor paisanaje.
Vertederos ilegales, olor de las quemas de los mismo, cementerios de neumáticos y pestazos de depuradoras.
Fábricas donde se trabaja más horas de las que se debiera sin cobrar extras y sin cotizar y donde los encargados son capaces de arrojar objetos a quienes consideran que no siguen el ritmo. En tiempos había infinidad de talleres clandestino de zapatos, creo que todavía queda uno. Hedores nauseabundos por las noches de las quemas ilegales de los residuos de la fabricación de zapatos.
En verano no refresca jamás, ni siquiera a las siete de la mañana. En invierno el frío es húmedo y cae como una losa sobre los cuerpos y las almas. Y cuando acaba la temporada de caza galgos, galgos famélicos abandonados por las calles. A montones.
No vayáis a La Sagra ni a ningún lado de Toledo Norte. No vayáis.
La autovía que va de Toledo a Tomelloso es una carretera fantasma. Ciento treinta km donde tienes que ir luchando contra el sueño. En todo el trayecto te puedes encontrar con 20 vehículos contando los dos sentidos. La primera vez que la cogí creía que me había colado y que aquello todavía no estaba abierto al público.
La zona más antiestética de toda España es la zona norte de Toledo. Es el lugar más decadente que existe en el orbe. Todo salpicado de urbanizaciones antiestéticas a medio terminar en medio de secarrales, una urbanización del territorio sin orden ni concierto, es como el vómito de un país borracho de especulación inmobiliaria.
Los que somos de secano cuando vemos el mar por primera vez experimentamos una sensación de insignificancia por la grandiosidad y la fuerza que transmite esa enorme masa de agua, el olor a libertad, la luz brillante que se refleja en el agua como un espejo, el rítmico sonido de las olas rompiendo con la costa. Uno se siente reconfortado y en paz con el universo.
En la comarca de la Sagra cuando se visita por primera vez una siente una sensación de vacío y soledad. Desasosiego y angustia al verse rodeado de secarrales yermos salpicados por urbanizaciones inhóspitas. Un calor sofocante que hace brotar al cardo borriquero por todas partes y un frío neցro, en invierno, que te llena las orejas de sabañones. Y uno se pregunta, ¿qué tipo de personas decide vivir en esta tierra maldita?
Los padres de Cervantes eran de Maqueda y su señora de Esquivias.Yo no entendí el Quijote hasta que fui a vivir a Toledo Norte. Don Quijote y Sancho no son arquetipos de nada sino la excusa argumental para ridiculizar a los tipejos con los que se iban encontrando. Tipos humanos que Cervantes conocía muy bien. Han pasado 4 siglos y siguen igual, no han cambiado nada.
No vayáis a la Sagra hijos míos.
Tan cerca de Madrid, tan lejos de Dios.