Cómo funciona el sistema del dólar
A partir de 1945, los EEUU emergieron después de la Guerra Mundial como el país con las mayores reservas de oro del mundo, la mayor base industrial y un excedente de dólares respaldados por oro. Durante la Guerra Fría de los años 50 y 60, los EEUU podían ser generosos con aliados clave cómo Japón y Alemania, permitiendo también que las economías de Asia y Europa Occidental florecieran en oposición al comunismo. Se alcanzó la estabilidad al abrir el mercado interno de EEUU a las importaciones de Japón y Alemania. Pero lo más importante es que se construyó una estrecha zona de comercio que trabajaba siempre para el único beneficio de EEUU.
Esto se mantuvo así hasta finales de los 60, cuando la costosa guerra de Vietnam minó las reservas de oro de EEUU. En 1968 el drenaje alcanzó unos niveles tan críticos que los bancos centrales extranjeros que poseían dólares temieron que el déficit americano convirtiera en nada los verdes, por lo que prefirieron el oro que los respaldaba.
En agosto de 1971, Nixon rompió finalmente el acuerdo de Bretton Woods al rechazar el canje de dólares por oro, pues ya no tenía suficiente metal para entregar. Esto supuso el giro hacia la etapa más importante de la historia económica mundial. Pues después de 1971 el dólar ya no estaba fijado a una onza de oro, es decir a algo mensurable, sino a las imprentas del Tesoro y la Reserva Federal.
Así que el dólar pasó a ser una moneda política. ¿Tienen ustedes “confianza” en que EEUU es el defensor del mundo libre? En un primer momento, Washington no se dio cuenta del arma que había creado después de romper con el oro. Simplemente actúo por necesidad, pues sus reservas de oro estaban en niveles peligrosamente bajos. Así que hizo valer su papel como pilar de la OTAN y la seguridad del mundo libre para pedir a los aliados que continuaran aceptando sus dólares del mismo modo que se había hecho antes.
Las monedas flotaron hacia arriba y hacia abajo contra el dólar. Los mercados financieros fueron lentamente liberalizados. Se fueron levantando los controles. Se permitió la banca en paraísos fiscales con fondos de inversión y productos financieros derivados sin regular. Todos estos cambios tuvieron su origen en Washington en coordinación con los bancos de Nueva York.
La paradoja de la deuda del dólar
Lo que pronto quedó claro entre los círculos del Tesoro norteamericano y de la Reserva Federal después de 1971, fue que podían ejercer más influencia global vía deuda (deuda del Tesoro) de la que nunca habían tenido con los excedentes comerciales. Pero la deuda de un hombre es el crédito de otro. Y como todas las commodities (y por encima de todas el petróleo) se comerciaron globalmente en dólares, su demanda continúo a pesar de que los EEUU crearon más dólares de los que su economía podía justificar.
Pronto sus socios comerciales acumularon tantos dólares que temieron crear una crisis de esa moneda. Pero a pesar de eso, inflaron sistemáticamente hasta el momento presente en que han debilitado sus respectivas economías para dar sustento al sistema del dólar, temiendo no ya aquélla crisis sino un colapso global. El primer shock sucedió en 1973 con un incremento del 400% en el precio del petróleo. Fueron devastadas las economías de Alemania, Japón y las de todo el mundo. El desempleo aumentó, pero ganó el dólar.
El sistema del dólar es la verdadera fuente de inflación de la que hemos sido testigos en Europa y todo el mundo desde 1971. Entre los años 1945 y 1965 el suministro de dólares creció tan sólo un 55%. Estos fueron los años dorados del crecimiento estable y baja inflación. Después de que Nixon rompiera con el oro, los dólares se expandieron por encima del 2.000% entre 1970 y el 2001.
El dólar es todavía la única moneda de reserva a nivel mundial. Esto significa que todos los bancos centrales deben tener dólares como reserva para tener garantías contra las crisis monetarias, respaldar su comercio exterior y financiar las importaciones de petróleo entre otras muchas cosas. Hoy casi el 67% de todas las reservas de los bancos centrales son dólares. El oro es simplemente una diminuta parte y los euros un 15%. Hasta la creación del euro no había ningún rival teórico del dólar en cuanto a moneda de reserva.
Pero lo que se conoce poco es la conexión que guarda el déficit comercial americano y el sistema del dólar. Los EEUU han seguido deliberadamente una política de déficit comercial y déficit presupuestario durante la mayor parte de las dos pasadas décadas, que han sido benignamente descuidados, para atar al resto de países con el sistema monetario americano. Pues mientras todo el mundo acepta los dólares como dinero con valor, los EEUU disfrutan de la ventaja exclusiva que atesora por ser el único impresor de esos billetes. El timo consiste en conseguir que el resto del mundo lo acepte. Y la historia de los últimos 30 años explica cómo se ha ido realizando mediante la OMC, el FMI, el Banco Mundial y George Soros por nombrar a unos pocos.
Lo que se ha desarrollado ha sido un mecanismo más efectivo que el que consiguió el Imperio Británico con la India y sus colonias durante el estándar del oro. Mientras los EEUU mantengan su hegemonía militar, el mundo continuará aceptando los inflados dólares como pago por sus bienes. Los países en desarrollo como Argentina, Congo o Zambia estarán forzados a conseguir dólares para defender sus propias monedas. El objetivo principal de las decisiones económicas, financieras y políticas americanas no ha sido otro que mantener el papel único del dólar en la economía mundial. No es accidental que el gran centro financiero del mundo sea Nueva York. Es el núcleo del sistema global del dólar.
El sistema funciona de la siguiente manera. Una compañía alemana, digamos la BMW, consigue dólares a cambio de las ventas de sus automóviles en EEUU. Los deposita a continuación en el Bundesbank o en el BCE a cambio de marcos o euros que pueda usar en su mercado local.
Es así como el banco central alemán construye sus reservas monetarias en dólares. Desde las crisis petroleras de los 70, la necesidad de tener dólares pasó a ser una política de seguridad nacional para muchos países, incluida Alemania. La exportación a cambio de dólares pasó a ser un objetivo nacional. Pero cuando el Bundesbank ya no pudo canjear los dólares por oro, la cuestión fue qué hacer con la montaña de dólares que conseguían en su comercio. Entonces decidieron que como mínimo podían ganar un interés comprando los seguros y fiables bonos del Tesoro norteamericano. Pues en la medida que los EEUU aumentaban el déficit presupuestario tenían grandes cantidades de bonos que prestar.
Hoy en día, la mayoría de los bancos centrales fuera de EEUU tienen bonos del Tesoro americano o activos similares de ese país como parte de sus “reservas monetarias”. De hecho se estima que poseen entre 1.000 y 1.500 billones de dólares en deuda (1). Pero es aquí donde se encuentra el malo del sistema. En efecto, la economía americana es adicta al préstamo extranjero, como un adicto a las drojas. Pues sólo financiando el consumo puede gozar de un nivel de vida mucho más elevado del que podría disfrutar mediante sus propios ahorros. Los EEUU viven a costa del dinero que le presta el resto del mundo, pero siempre dentro del sistema del dólar. En efecto, los trabajadores alemanes construyen coches BMW y se los entregan a los americanos a cambio de nada cuando el banco central alemán emplea dólares para comprar los bonos americanos.
Actualmente, el déficit comercial americano ha crecido hasta unos increíbles 500.000 millones de dólares (2), pero esta moneda no colapsa. ¿Por qué? Sólo en mayo y junio el Banco de China y el Banco de Japón compraron ¡100.000 millones de dólares en Bonos del Tesoro americano y otros tipos de deuda del gobierno! Y esto a pesar de que el valor de estos bonos estaba cayendo. Hicieron esto para salvar sus exportaciones manipulando el yen contra el dólar para prevenir su revaluación.
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China juega hoy en día un papel clave
China es el país que cuenta en la actualidad con el mayor superávit de dólares. La globalización es en realidad la palabra en clave de la dolarización. El Yuan chino está fijado al dólar (3). Los EEUU están siendo inundados con bienes chinos baratos, a menudo fabricados allí por multinacionales americanas. Hoy China tiene el mayor excedente comercial con EEUU, más de 100.000 millones de dólares al año. Japón es el segundo con 70.000 millones. Canadá con 48.000, México con 37.000 y Alemania con 36.000 ocupa el 5º lugar de los países con los que EEUU mantiene su déficit. Todos ellos suman casi 300.000 millones del colosal déficit de 480.000 en 2002 (4). Esto da una pista de dónde se encuentran las prioridades de la política exterior americana.