Nadie se endeuda y, después, decide qué hacer con el dinero.
Claro, salvo que estemos ante una burbuja monetaria porque en una burbuja monetaria lo que hacen todos cuantos participan en la burbuja es precisamente eso: se ponen cortos o apuestan a la baja sobre el valor del dinero y eligen un activo real completamente anecdótico, como un bulbo de tulipán, las acciones de una compañía imaginaria en los mares del sur, o locales comerciales, como colateral de esa operación bajista.
La versión oficial nos exige que ingenuamente aceptemos que una burbuja es un ataque de codicia alcista que apuesta por la revalorización de unos bulbos de tulipán o de una petrolera sin petróleo como Repsol y si nos tragamos la versión oficial jamás entenderemos lo que ocurre y veremos como todas nuestras predicciones fracasan una tras otra como le ocurre a PPCC.
La burbuja inmobiliaria no tiene nada que ver con los inmuebles, no es una apuesta alcista sobre el valor de los inmuebles sino una apuesta bajista sobre el valor del crédito con que se financian esos inmuebles. Por eso no hay burbujas sin crédito y por eso solo hay burbujas en sistemas monetarios con una “autoridad monetaria”, porque la apuesta de la burbuja es solo una apuesta a que el Banco Central cumplirá su promesa implícita de que erosionará el valor del crédito, “inflacionará” (inflará) a una velocidad mayor que el tipo de interés nominal. Esto es, en una burbuja, que siempre se monetaria, aunque se disfrace de pisito o tulipán, se apuesta a que el Banco Central logrará mantener unos tipos reales “locales” negativos y la burbuja colapsa cuando alcanza un tamaño tal que hace imposible para el Banco Central mantener esos tipos negativos.
La idea de PPCC de que los siniestros pro-inflacionistas (inmomutilados) presionarían al Banco Central para que inflacione pero el Banco Central habría decidido aplicar el rigor monetario y no inflacionar atendiendo a las exigencias de los cuarteles generales del “verdadero capitalismo” (bolsistas) es absolutamente ridícula. No hay nada que deseen más los “bolsistas” que una explosión inflacionaria y si en Europa se anunciase un QE creíble (una inyección inflacionaria) por valor de 2 billones de euros, el DAX, el Eurostoxx y el IBEX subirían un 12% esa mañana. Y es que si hay alguien más endeudado que los ultra-endeudados Estados y que las ultra-endeudadas familias son las mega-ultra-endeudadas “compañías cotizadas” y en especial los bancos quebrados (todos los bancos).
Los Bancos Centrales no solo han decidido inflacionar esa deuda hasta hacerla desaparecer, sino que intentan inflacionar con todas sus fuerzas y por todos los métodos que conocen y lo hacen todos los días y a todas horas. Si no hay inflación después de que un clown como Bernanke haya bombeado 4 billones de dólares a modo de bomba inflacionaria es porque no puede haberla y no puede haberla porque las leyes de la economía tienen más poder que todos los clows juntos. Nunca aprendieron la lección de 20 años de deflación en Japón, como nunca aprendieron la lección de la "stanflación" durante el "shock" del petróleo porque en su ridícula superstición keynesiana el banquero central es el rey y siempre ocurre lo que el rey desea. Como la deflación japonesa era algo que el Banco Central no podía desear que ocurriese, la deflacion de Japón (del yen) era algo que no podía estar sucediendo.
El valor de mercado de los inmuebles caerá, obviamente, pero eso no dará lugar a un resurgir de la “economía ordinaria”, entre otras cosas porque hace 30 años que no existe una “economía ordinaria” capaz de crecer si no se finge para ella una falsa demanda basada en el endeudamiento explosivo y el consumo del capital. El desplome del valor de los inmuebles lo que producirá es el impago masivo de la deuda soportada por esos inmuebles y la quiebra del sistema financiero en su conjunto.
Y es que si uno debe 100.000 por un activo que vale 120.000 la deuda se paga, si uno debe 100.000 por un activo que vale 60.000, la deuda se deja de pagar. Esto ha sido así a través de los siglos y seguirá siendo así hasta el final de los tiempos. Esto es así en el planeta Tierra y será también así en el planeta Elenin, si es que tienen un sistema financiero. Es así porque la ley económica dice que tiene que ser así y ni 1.000 leyes decretadas por 100 parlamentos ni un millón de jueces pueden cambiarlo.
El malabarismo mágico-contable del señor PPCC con los activos y los pasivos de la burbuja es completamente ridículo.
En esencia, su ensalada conceptual sería la siguiente:
** Los ahorradores centroeuropeos prestan 100 unidades de ahorro real a los inmomutilados.
** Los rocamboles se quedan con ese ahorro real proveniente de Centroeuropa y entregan a los inmomutilados activos reales (los pisitos) con un valor de 20 unidades. Obteniendo 80 unidades de ahorro real de origen centro europeo.
** Los rocamboles son forzados (“tenemos que obligarles a…”) financiar con esas 80 unidades de ahorro centroeuropeo delirantes nuevas actividades de “empresas” con valor negativo, como la petrolera sin petróleo Repsol, o bancos que pagan el dividendo con trozos de papel sin valor como Santander. Y aunque los rocanboles son obligados a financiar son su ahorro real centroeuropeo esos dislates en los “empresones” españoles (emprsones con valor negativo todos ellos), le caso es que ni los rocanboles ni los centroeuropeos que aportan esa financiación tendrán control alguno ni participación en los beneficios de esos nuevos dislates, como la creación mágica y surrealista de un sector exportador de bienes de equipo en un país que solo exporta aceitunas y paellas a la sombra de un chiringuito playero. El control de esa nueva colección de delirantes sueños estaría en manos de “nosotros”, no de los centroeuropeos que aportaron el capital ni de los cocanboles que robaron ese capital a los inmomutilados. No está nada claro quien pueda ser ese “nosotros” que aparece constantemente en “tenemos que obligar a estos a hacer aquello” o “tenemos que centrarnos en esto o esto otro” pero lo que está claro es que esos “nosotros” no tienen capital ni se espera que vayan a generarlo.
** Durante los próximos 30 años, todo el ahorro real que generen esos millones de inmonutilados será empleado en devolver el capital prestado por los centroeuropeos, un capital que estará en los “empresones” controlados por “nosotros”, los verdaderos capitalistas. Y este milagro de que esos millones de inmomutilados devuelvan 100 unidades de capital a cambio de los pisitos que obtuvieron y que tienen un valor 20, se logrará “porque las deudas de pagan”. Je, je, suerte con eso y a ver si Repsol descubre petróleo en Murcia y nos salva a todos.
La facilidad crediticia es una exigencia de los ludóptas que realimenta al alza su manía.
El discurso ppcciano es un engendro que solo refleja las simpatías, odios, deseos de venganza o de castigo del señor ppcc, lo que obliga a que en el futuro previsible sean castigados quienes ppcc odia y premiados aquellos por los que ppcc siente simpatía. Su desprecio por la realidad y su completa falta de pudor a la hora de desafiar la lógica más elemental le lleva a construcciones más y más malabaristas según la realidad se empeña en contradecir sus deseos personales.
¿Y facilidad crediticia es una exigencia de los ludópatas? ¿Y? La gasolina a 25 céntimos es una exigencia de los conductores, la curación del cáncer una exigencia de quienes padecen esa enfermedad, una disminución del 40% de los precios al consumo es una exigencia de las amas de casa y aumentos salariales del 15% con pleno empleo son una exigencia de los trabajadores ¿Y?
Lo que vemos es que Estados, administraciones autonómicas y locales y “empresones” a lo largo y ancho del planeta soportan sobreendeudamientos monstruosos todo ello debido a los ludópatas ¿Cómo? ¿Cómo consiguieron los ludópatas de los pisitos de la ración de gambas que Telefónica se endeudase hasta ese punto, o que BBVA y Santander sean bancos severamente quebrados?
Pues porque los ludópatas “exigieron facilidad crediticia” y como exigieron esa facilidad, el Banco Central y los bancos comerciales no tuvieron más remedio, aquí, en Europa, Japón o Estados Unidos que decretar esa facilidad crediticia. ¿Por qué? Pues porque si no hubiesen accedido a la exigencia de los palilleros los palilleros se habrían enfadado u podrían haber llegado incluso a pinchar con un palillo en el ojo del banquero central.
Y una vez que los palilleros obtuvieron la facilidad crediticia “que exigían” amenazando con sus palillos, lo demás estuvo forzado: usando sus amenazantes palillos, obligaron a los Estados a incrementar un 60% sus ejércitos de funcionarios y su gasto en 10 años y forzaron a los empresones a multiplicar su apalancamiento y su deuda por 8, en ese tiempo.
Y es que un palillo blandido amenazadoramente da mucho miedo, sobre todo si eres un banquero central desesperado por crear una burbuja monetaria que tape las consecuencias de la última burbuja monetaria que acaba de colapsar.
To fight this recession the Fed needs more than a snapback; it needs soaring household spending to offset moribund business investment. And to do that, as Paul McCulley of Pimco put it, Alan Greenspan needs to create a housing bubble to replace the Nasdaq bubble.
Paul Krugman, 2 de Agosto de 2002
Dubya's Double Dip?
Desgraciadamente, Krugman, como todos los economistas mainstream que asesoran a los Gobiernos, es un perfecto fulastre que cree que nunca una burbuja, por muy grande que sea, será peligrosa porque su estallido podrá ser curado creando una burbuja mayor. No entiende las ecuaciones de la economía y el muy estulto aún no ha entendido que esta ha sido la última burbuja y que ahora toca enfrenarse a la ingente cantidad de pobreza que habían creado y ocultado bajo la alfombra de la economía todas esas burbujas que fulastres como él y como Greenspan llevan creando desde 1970. Cuarenta años en los que la única actividad económica que ha habido ha consistido en consumir el capital que había en la economía.
PPCC piensa que el estallido de una burbuja de esta magnitud no solo no destruye una economía, sino al contrario, como genera ingentes cantidades de "ahorro financiero" o "recursos financieros" en forma de apuntes en el pasivo de unos bancos quebrados, la burbuja sería una bendición capaz de proporcionar al mundo ingentes cantidades de nueva financiación que permitirían construir gratis todo un nuevo tejido productivo. Una financiación creada mágicamente, claro.
(Y no, no soy un pisitos. Es posible encontrar archivados en sitios como “idealista.com”, textos míos en los que yo pronosticaba un derrumbe seguro de los precios inmobiliarios, hace 8 años)