Mire, no es una opinión, es un criterio demostrado durante 40 años. Es imposible reformar nada porque a quienes tienen que hacerlo no les conviene, sean antiguos partidos o nuevos. Esa es la verdad que todo el mundo debe comprender. No hay ningún incentivo para hacerlo una vez se alcanza la supremacía o una posición preponderante en el sistema. Olvídese de ello.
No juzgue la política por las palabras que se pronuncian ni por las promesas, júzguela por los hechos. Y tiene que reconocer que los hechos nos dan la razón. Toda reforma que se ha hecho en España, toda ley que se ha promulgado desde 1978 no ha tenido otro objetivo que aumentar los privilegios, las ventajas y el poder de la clase dirigente.
Y aquí está usted ingenuamente esperando a seres angélicos que se disparen en el pie altruísticamente. Mire, no. Es imposible.
¿Qué tiene de mansa nuestra estrategia? Tienen ustedes la manía absurda de asociar el no votar con la inacción, debe ser algún tipo de prejuicio que no alcanzo a comprender. ¿No le he dicho acaso que nuestro objetivo es provocar un levantamiento civil (pacífico)?
Lo primero que se hace si quieres derrotar a un enemigo es desprestigiarlo, arrastrarlo por el fango, y es ahí donde entra la abstención, la abstención es un cura dando misa él solo, sin feligreses.
La historia está muy bien, es de idiotas ignorarla, pero... vaya ejemplos me pone usted, si eso es lo que se consigue desde dentro se lo regalo. Tanto la segunda república española como el nazismo, es evidente que ambos acabaron de fábula. No los quiero ni en pintura.