Yo creo que es el peor partido que he pasado como madridista, a centímetros de perder la fe en el segundo tiempo, cuando no dábamos tres pases seguidos y parecíamos muertos y enterrados.
Pero bueno, este club tiene algo inexplicable que no tiene nadie más. Se marchan jugadores, vienen jugadores, y da lo mismo: siguen haciendo "eso", lo que quiera que sea, que nos hace únicos.