Hombre, si puede, algo de daño hará, no te queda duda. Aunque solo sea a la reputación de Biden, Obama, o quien sea que pueda. No descarto que el día 19, si Mitch McConnell NO pasa por el aro y gana el impeachment en el senado, empiece a soltar paladas de hez que debe tener del GOP.
Stephen Miller es el tipo de Lavrenti Beria que todo
dictador debe tener para infundir terror en las filas de los propios. Y me imagino que habrá estado ocupado acumulando hez de los "aliados" de Trump en estos últimos 4 años.
La rana y el escorpión, de nuevo. Trump se hunde, si, pero va a intentar llevarse por delante a tantos como pueda. No le queda mucho más, sabe A CIENCIA CIERTA que a partir del día 22 comienza el festín de los buitres.
Hombre, el resto de democracias están expectantes a ver si el autoritarismo se vuelve a poner de moda. El PCCh lo tiene facilísimo ahora para ir a sus "aliados" (vasallos) jovenlandeses y decirles: "Mirad, chavales. La memocracia esta es un invento de los blancos, a los que les ha ido muy bien hasta que llegamos nosotros a escena. Nuestro sistema es mejor. Mira como estábamos en los 80. Todos en bicicleta, y con suerte. Y mira ahora."
Y eso es lo que nos jugamos.
Prestigio. Y poder. No del duro (aún no estamos ahí, menos mal), pero Trump ha destruido gran parte del
poder blando de EEUU. Ahora, ¿cómo cachopo va ningún diplomático EEUU a cantarle a nadie las cuarenta? Consejos vendo, que para mi no tengo, le dirán.