Vamos a empezar con el nuevo show :fiufiu: :fiufiu:
Conegui els invents històrics supremacistes del president Torra
Conozca los inventos historicos y supremacistas de presidente Torra
El fanàtic Quim Torra vive en un mundo de locos.
El fanatico Quim Torra vive en un mundo de locos.
El professor Elie Kedourie, màxim expert en nacionalisme, enunció una de las leyes de hierro de esta ideología: “los nacionalistas deben operar en una región confusa, a medio camino entre la fábula y la realidad”. George Orwell la había descubierto antes, en 1945: “Todo nacionalista acaricia la idea de que el pasado puede ser alterado. Pasa la mayor parte del tiempo en un mundo fantástico en el que las cosas suceden como deberían suceder (…) y, cuando es posible, no duda en transferir fragmentos de su mundo a los libros de historia. (…) El nacionalista (…) a menudo permanece ajeno a lo que sucede en el mundo real”.
En el presidente Quim Torra se cumple esta ley de hierro del nacionalismo.
El 10 de septiembre de 2010 el futuro presidente Quim Torra repetía aburridamente esta serie de ensvolenaixafars, el 2º de los 3 Mandamientos del Nacionalismo, declinándolo como espanyacontracatalunya de la guerra civil:
“El franquismo fue un golpe contra la civilización [sic] catalana del que todavía no nos hemos recuperado. Quaranta anys de persecució i censura del català, de persistent aniquilació dels senyals d’identitat catalanes, de voluntat genocida contra un poble, de destrucció del paisatge, d’emigracions massives, de mal dissimulada intenció de fracturar socialment el país, d’una brutal centralització econòmica, de provincialització absoluta, de suburbialització mental”.
O sea, que Cataluña no se dividió como toda España en la guerra civil, porque para Torra esa guerra fue sólo un espanyacontracatalunya. Ni los catalanes llenaban delirantes las calles en cada una de las 15 visitas que nos hizo Franco. Ni el confesor de Franco era catalán, ni lo era su futbolista preferido, ni los industriales catalanes tejían en seda retratos de Franco, ni el Orfeó Català le ofrecía conciertos, ni Dalí veneraba a Franco, ni los jueces que condenaron a Companys eran catalanes, ni Franco dirigió la guerra desde la casa que le prestó un catalán en Salamanca, ni los pueblos de Cataluña fueron gobernados por devotos catalanes franquistas durante 37 años, ni 128 catalanes ilustres (la lista es espectacular) enviaron una carta de apoyo a Franco, ni decenas de miles de catalanes cruzaron la frontera para luchar junto a Franco, ni a San Sebastián le llamaban Sant Sebastià de Guíxols por la cantidad de catalanes acogidos allí durante la guerra, ni centenares de pueblos catalanes nombraron a Franco hijo predilecto, ni sus alcaldes homenajeaban al Caudillo con devoción, ni fue un catalán quien le regaló el coche para el primer Desfile de la Victoria coches, ni el Barça le condecoró 2 veces, ni la estatua ecuestre de Franco en Montjuich se la hizo un catalán, ni el abad de Montserrat le nombró “confrare de la cambra angelical”, ni los castellers de Valls besaban a Franco, ni tota la família del diputat separatista Lluís Llach era franquista, ni l’avi d’en Puigdemont es va passar a en Franco, ni el padre del juez Santiago (y cierra España) Vidal fue alcalde franquista de su pueblo, ni en 1971 había 4 ministros, 61 procuradores y 10 consejeros catalanes en el régimen franquista, ni… Seguim, sr. Torra? O mejor: háblenos de su familia, que tenemos ganas de conocer a sus parientes franquistas.
Y el resto de lloriqueos culturales de Torra no vale la pena comentarlos. Que los comente con el nacionalista Salvador Sostres, de quien Torra es amigo y editor, que sostiene que con Franco los cantautores catalanes pudieron “escribir y cantar sus mejores canciones”; o que repase la serie de premios a la literatura catalana establecidos con Franco; o que charle con el Premio Sant Jordi, Giuseppe Grilli, convencido de que “la literatura catalana vivió su momento de oro bajo el franquismo”. O que relea al fundador del nacionalismo, Prat de la Riba, cuando dice que ya antes de 1714 “la intelectualidad catalana había adoptado el castellano”; o a Ferran Agulló, otro nacionalista de la Lliga que en 1910 explicaba cómo a los catalanes nadie nos impuso el español. O con el separatista López Tena, que afirma que hoy con el nacionalismo la cultura catalana está en decadencia.
Pues este es Quim Torra, el nuevo presidente de Cataluña que vive entre la fábula y el cuento. Que se gobierne él, que per a nosaltres no el volem pas.
Dolça i inventada Catalunya…
Fuente:
Conegui els invents històrics supremacistes del president Torra | Dolça Catalunya