Yo no lo viví pero mis padres sí. Mi padre lo que más recuerda (paradójicamente) es la sensación de libertad. Cuando abrió su oficina, no necesitó más que alquilar el local y poner el cartel, nunca le fueron a dar por ojo ciego en nada, ni papeleo, ni impuestos ni tocanarices, igualito que ahora. Jugaba en la calle de niño hasta la noche y no pasaba nada. Dice que sí, que en política no se podía uno meter, si quería uno ver berzas se tenía que ir a Perpignan y la religión era sí o sí, pero dice que la sensación de libertad en muchísimas otras cosas, comparada con hoy, es indescriptible. Mi progenitora ya tiene más quejas de la época, el machismo y el depender del padre hasta depender del marido y demás, pero vamos, quién me diera a mí haber vivido en su época, ellos pudieron tener hijos, pudieron jugar en la calle tranquilamente, pudieron hacer un montón de cosas que ahora en el paraíso de la libertad y la democracia yo, ni mis hijos si llegan a nacer, vamos a poder hacer. Sólo es mi opinión, sé que hubo gente que lo pasó muy mal.