Nefersen
Nuncio Apostólico
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Esto sigue siempre el mismo patrón:
1) Se encarece el suelo por las restricciones burrocráticas y se carga a los inmuebles con impuestos abusivos. La vivienda se encarece y sólo queda la opción del alquiler.
2) Ante la enorme demanda de alquiler y la poca oferta, los precios suben. Entonces se establecen controles de precio y defensa de la okupación, lo que inhibe aún más la oferta.
3) Ante el fracaso de esta política -los precios siguen subiendo y la escasez de vivienda es cada vez mayor- se prohiben todas formas alternativas de alquileres, airbnb, temporales, por habitaciones, etc. (Aquí estamos ahora mismo).
4) Ante el fracaso de esta política -las pocas miles de viviendas turísticas no sirven ni para solucionar un 10% de la demanda, pero además, el 90% de las viviendas turísticas están en zonas donde la gente no quiere vivir-, los precios siguen subiendo en los centros urbanos y, como solución. se propone expropiar las "viviendas vacías" en las "zonas tensionadas", que son, en resumen, todas las grandes ciudades.
5) Ante el latrocinio de sus propiedades, los fondos y aquellos que tienen la capacidad financiera para comprar vivienda para dedicarla al alquiler, desisten de ello. Las compran en otros países serios. Los promotores dejan de construir, puesto que nadie compra (el sector se hunde con el aumento del paro -menos recaudación fiscal y más gasto social). En un primer momento, las viviendas expropiadas aumenta la oferta, pero son claramente insuficientes para solucionar el problema. En muy poco tiempo, vuelven las tensiones en el mercado. La oferta de alquiler se desploma, pues nadie tiene ya pisos que ofrecer, y nadie compra ya para alquilar. El Estado no tiene los recursos para suplir esas inversiones, y se paraliza el suministro de vivienda, aunque cada vez hay más demanda -debido a la imparable inmi gración-.
6) Los inmuebles expropiados empiezan a deteriorarse, pues el Estado, como casero, no puede hacer frente a los desperfertos. -(Véase Cuba). Al mismo tiempo, los iluminados ahora proponen "compartir la vivienda", pues no es justo que un propietario viva en un piso de 150m2 donde podrían caber 3 familias. Los pisos se expropian y se trocean para formar miniapartamentos con baños comunes. Ante esta latrocinio, los antiguos propietarios dejan de invertir en el mantenimiento de su propia vivienda, que se deteriora.
7) La demanda sigue subiendo pero ya no hay oferta. Los pisos existentes están en un estado lamentable, descuidados y en riesgo de ruina, lo que obliga a desalojarlos sin alternativa habitacioinal. El estado ha perdido todos los ingresos que le producía el mercado inmobiliario y apenas tiene medios para solucionar esta crisis. Por otro lado, tiene la mayor parte del parque de viviendas en okupación, pues nadie paga los "alquileres sociales" sabiendo que no pueden ser desahuciados. Nadie invierte en vivienda. Todo el sector ha colapsado y las empresas se han marchado fuera. Los inmuebles que servían de garantías para todo tipo de créditos se devalúan, y eso provoca una crisis bancaria que se lleva por delante toda la economía, aunque antes el PSOE ha perdido el poder -en el caso de que no haya impuesto una dictadura que lo impida-.
Antes del proceso:
Después del proceso:
1) Se encarece el suelo por las restricciones burrocráticas y se carga a los inmuebles con impuestos abusivos. La vivienda se encarece y sólo queda la opción del alquiler.
2) Ante la enorme demanda de alquiler y la poca oferta, los precios suben. Entonces se establecen controles de precio y defensa de la okupación, lo que inhibe aún más la oferta.
3) Ante el fracaso de esta política -los precios siguen subiendo y la escasez de vivienda es cada vez mayor- se prohiben todas formas alternativas de alquileres, airbnb, temporales, por habitaciones, etc. (Aquí estamos ahora mismo).
4) Ante el fracaso de esta política -las pocas miles de viviendas turísticas no sirven ni para solucionar un 10% de la demanda, pero además, el 90% de las viviendas turísticas están en zonas donde la gente no quiere vivir-, los precios siguen subiendo en los centros urbanos y, como solución. se propone expropiar las "viviendas vacías" en las "zonas tensionadas", que son, en resumen, todas las grandes ciudades.
5) Ante el latrocinio de sus propiedades, los fondos y aquellos que tienen la capacidad financiera para comprar vivienda para dedicarla al alquiler, desisten de ello. Las compran en otros países serios. Los promotores dejan de construir, puesto que nadie compra (el sector se hunde con el aumento del paro -menos recaudación fiscal y más gasto social). En un primer momento, las viviendas expropiadas aumenta la oferta, pero son claramente insuficientes para solucionar el problema. En muy poco tiempo, vuelven las tensiones en el mercado. La oferta de alquiler se desploma, pues nadie tiene ya pisos que ofrecer, y nadie compra ya para alquilar. El Estado no tiene los recursos para suplir esas inversiones, y se paraliza el suministro de vivienda, aunque cada vez hay más demanda -debido a la imparable inmi gración-.
6) Los inmuebles expropiados empiezan a deteriorarse, pues el Estado, como casero, no puede hacer frente a los desperfertos. -(Véase Cuba). Al mismo tiempo, los iluminados ahora proponen "compartir la vivienda", pues no es justo que un propietario viva en un piso de 150m2 donde podrían caber 3 familias. Los pisos se expropian y se trocean para formar miniapartamentos con baños comunes. Ante esta latrocinio, los antiguos propietarios dejan de invertir en el mantenimiento de su propia vivienda, que se deteriora.
7) La demanda sigue subiendo pero ya no hay oferta. Los pisos existentes están en un estado lamentable, descuidados y en riesgo de ruina, lo que obliga a desalojarlos sin alternativa habitacioinal. El estado ha perdido todos los ingresos que le producía el mercado inmobiliario y apenas tiene medios para solucionar esta crisis. Por otro lado, tiene la mayor parte del parque de viviendas en okupación, pues nadie paga los "alquileres sociales" sabiendo que no pueden ser desahuciados. Nadie invierte en vivienda. Todo el sector ha colapsado y las empresas se han marchado fuera. Los inmuebles que servían de garantías para todo tipo de créditos se devalúan, y eso provoca una crisis bancaria que se lleva por delante toda la economía, aunque antes el PSOE ha perdido el poder -en el caso de que no haya impuesto una dictadura que lo impida-.
Antes del proceso:
Después del proceso: