Se puede tener carga ideológica, se puede tener pocos conocimientos de economía. Pero si a eso se le une encima ser arrogante y maleducado, no da buen resultado, te lo aseguro.
Seguro que en tu cabeza queda espectacular, y seguro que te ves como alguien que hace zascas y pone a la gente en su sitio. Ya te digo yo que no es así.
Simplemente, no mereces que la peña conteste tus chorradas, cuando te diriges a cualquiera de esa mayoría que debaten educadamente. Pero lo voy a hacer, simplemente por si a otros les interesa leer opiniones.
- Te quejas de la alta carga impositiva en los hilos en los que se critica a el estado, pero a la hora de defeder el precio de la vivienda como el punto de equilibrio entre la oferta y la demanda, una de dos: o el empresario sí que paga sin ningún tipo de problema salarios acordes al precio de la vivienda (aquí ya no sufre ninguna carga de ningún tipo y sí que paga salarios para afrontar el pago del alquiler o la compra sin problemas) o el precio de la vivienda no tiene ninguna relación con los salarios, al mismo tiempo que os quejáis de que los trabajadores que reciben estos salarios totalmente desligados al precio de la vivienda no votan a quien tienen que votar tras mandarlos más lejos/a llorar casa.
Los salarios no están relacionado de ninguna forma con el precio de la vivienda. El salario está ligado con lo que un empleado produce, punto. Imagina un caso distópico: la vivienda sigue subiendo un 50% más. ¿Crees que los empresarios van a subir el salario en igual proporción? ¿Es más, crees que pueden?
Esa la vieja aspiración del colectivismo, que los precios relativos (incluyendo el salario, que no deja de serlo) se establezcan por decreto en una armonía artificial por intervención del estado. Que termina como en Argentina, por supuesto.
- Te quejas de la alta carga impositiva que asfixia al empresario y propones como solución bajar impuestos, pero nunca habéis querido analizar las consecuencias que tendría una bajada de precios de los activos inmobiliarios. Esto se debe a que es una opción que ni siquiera contempláis. Como mucho (tú y tus compañeros de secta) decís que esto no convendría a nadie y que provocaría una crisis de dimensiones catástróficas, sin embargo proponéis construir más viviendas para que el precio baje.
Dices unas chorradas tremendas. Ahora te inventas (uno ya está acostumbrado...) a que el que no piensa como tú está argumentando que los precios no deberían bajar porque tendría consecuencias negativas. Y me dices eso a mi.
Eso es una falacia de hombre de paja, inventar la opinión del otro, y atacar esa opinión inventada. Por supuesto, esa opinión es más sencilla de rebatir y mucho más demagógica.
Nunca he dicho ni diré que bajar los precios no convendría a nadie. Más bien todo lo contrario, se está destrozando a la juventud. Estoy diciendo que todas las estupideces encadenadas que están haciendo para bajar ese precio están provocando el efecto contrario. ¿Acaso lo niegas?
¿Hasta cuando tenéis planteado equivocaros? ¿Cuánta leyes y regulaciones, con sus consiguientes subidas de precios son necesarias para que comprendáis lo evidente?
Estáis intentando frenar un fuego intentando convencer con discursos a ese fuego para que no avance, mientras decís que es muy fascista utilizar agua.
A la pregunta ¿qué ocurriría si se bajasen los impuestos? sí que tienes respuesta, todo alabanzas, pero a la pregunta ¿qué ocurriría si realmente bajase el precio de la vivienda? o no se os ocurre nada, o no queréis saber nada, o todo son consecuencias negativas al mismo tiempo que proponéis una medida que supondría -si realmente fuese efectiva- tirar piedras a vuestro propio tejado: construir más.
- Te quejas de que los impuestos son progresivos, cuánto más ganas, más pagas, pero el incremento del precio de la vivienda en función del salario o incluso por encima, sí que te parece justificado.
Contesta a lo que te preguntan.
No te vayas por las ramas ni nos cuentes historias.
No insultes, no insultes a la inteligencia, no faltes al respeto y podrás exigir que te respeten a ti.
¡CONTESTA augusto!
¿Dices que no insulte, a quien nunca insulta, y acto seguido colocas un insulto? ¿No te das cuenta de lo ridículo que es? ¿No te das cuenta de que es la actitud de un niño pequeño que cuando le dicen algo que no le gusta coge una rabieta y se enfada? ¿Acaso ves tan débiles tus argumentos que no eres capaz de debatir como las personas?
¿Mi propio tejado? Mis propiedades inmobiliarias suman un total de cero. Y así seguirán. Para dar cualquier opinión tenéis que hacerlo desde una perspectiva emocional. Si una persona piensa que construyendo más mejoraría la cosa, la única forma de que eso sea posible es porque está petado de pisos y quiere comprar más.
No cabe en vuestra cabeza otra opción, siempre a quien no piensa como vosotros le tenéis que poner una etiqueta o un interés que os permita esa superioridad moral que os da la ventaja de antemano. Y por supuesto, esa disculpa para decir estupideces mientras encima insultáis.
De hecho el 95% de las opiniones (o más...) ven que es obviamente negativo que los precios se disparen. Sin embargo, opináis como si la mayoría estuviera interesada en que siguieran subiendo, o al menos se mantuvieran. Es decir, os inventáis la realidad para que vuestras ideas tengan algún sentido. Y para que lo más obvio, que hay más demanda que oferta, quede en segundo plano.
Igual que proponer que la vivienda sea en función del salario. Nuevamente, la táctica de esconder precios relativos, como hacen en Argentina y Venezuela, que destroza los mercados.
Eso nunca hará que la oferta y la demanda se equilibren. Al revés, aumentará enormemente la demanda y retraerá la oferta, generando aún más desequilibrio. Como es OBVIO para cualquiera que entienda mínimamente cómo funciona el mundo.
Sigamos teniendo ideas maravillosas, de esas que jamás funcionaron en ningún sitio, mientras obviamos lo evidente. Si tienes más demanda que oferta, hagas lo que hagas, el problema no se va a solucionar. PUNTO. Si intentas manipular ambas para que lleguen a un equilibrio que solo se produce en tu cabeza, pasará lo único que puede pasar: que las cosas empeoren.
Todo lo demás son caricias mentales de aquellos que en su estulticia, y con pocos conocimientos reales, se creen más inteligentes que los demás creando regulaciones 'imaginativas' que casi siempre se han aplicado en otros sitios, con evidente fracaso.
Siempre buscando culpables con nombre y apellidos, asignémosles características emocionales perversas. Malvados caseros, avaros inversores, hijodesp de fondos.
Es exactamente lo mismo que cuando hace un par de años echaban la culpa de la inflación a los malvados supermercados. Por cierto, táctica copiada de Argentina, que mientras imprimían como si no hubiera mañana no dejaban de crear leyes absurdas para maniatar a los tenderos, a los que les echaban la culpa.
Si es que no hay nada nuevo bajo el sol. El estado creando problemas de los que culpa a otros, para terminar regulando sin solucionar el problema principal, pero poniendo trabas al mercado, hasta que empeora y empeora.