La interpretación del TS de la inviolabilidad de los lugares de culto "con arreglo a las leyes" es torticera y roza la prevaricación. Según el TS, si el gobierno pretende violar los lugares de culto, basta aprobar una ley para hacerlo. Luego los lugares de culto no son en la práctica inviolables y los acuerdos con la Santa sede, que recordemos son tratados internacionales con rango de ley, no son más que papel mojado. Lo he dicho muchas veces, España no es una democracia, no existe separación de poderes, el poder judicial está cooptado por los partidos.
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