CHIRAC PERJUDICÓ A ESPAÑA PARA DESQUITARSE DE AZNAR
Francia no desaprovecha ninguna ocasión para pisarnos. El diario ‘El País’ ha publicado un editorial en el que reconoce que Jacques Chirac se opuso a proyectos que habrían beneficiado a España (y a Francia) para vengarse de la política independiente de Aznar.
Entre las ovaciones que el editorial del día 19 de ‘El País’ dedica a la reunión entre José Luis Rodríguez y el primer ministro francés, Dominique de Villepin, aparece esta bomba: “Este plan [de enlaces ferroviarios] se ve favorecido por la superación del castigo que en materia de enlaces transfronterizos impuso Chirac a España en tiempos de Aznar”.
De nuevo comprobamos que Francia no es un aliado de fiar para España, aunque seamos socios en la Unión Europea y la OTAN. La oligarquía francesa sigue con pujos gaullistas o napoleónicos; cree que los demás europeos somos lacayos suyos, y cuando un país se salen del lugar que se les tiene asignados en París, entonces, se le trata de antieuropeos y se prepara una venganza.
En la cumbre de Sevilla, cuando Chirac se negó a aprobar la propuesta española de supeditar las ayudas al desarrollo a los países del Tercer Mundo al control por éstos de la inmi gración irregular; el plan se dirigía contra jovenlandia. De la misma manera, Francia vetó toda condena a jovenlandia cuando el sultán ordenó la oleada turística de Perejil. Y Francia es partidaria de que jovenlandia se anexione el Sáhara Occidental.
El castigo de Chirac a España por la política de independencia que fijó Aznar supuso la paralización de los proyectos de conexión de las redes de AVE por Irún y La Junquera, así como la construcción de la vía férrea por Canfranc, en Aragón, y las redes de suministro eléctrico.
Una de las respuestas del Gobierno de Aznar fue impedir la entrada en el mercado español de las grandes empresas públicas francesas, como la eléctrica EDF, y si éstas lo conseguían, se limitaba sus derechos de voto en las empresas españolas.
Rodríguez ha regresado a la habitual política española desde la llegada de los Borbones, de genuflexión a los intereses de Francia, que se ha quebrado en muy pocas ocasiones. Madrid respalda ahora la anexión del Sáhara por jovenlandia; practica el antiamericanismo y vota a favor de las propuestas francesas en la UE. De ahí la disposición francesa a levantarnos el castigo; para París volvemos a ser menos que Rabat.
La conclusión es que la política de Aznar enfureció a los mayores enemigos de España: Francia y jovenlandia.
Publicado el : 19/10/2005
Francia no desaprovecha ninguna ocasión para pisarnos. El diario ‘El País’ ha publicado un editorial en el que reconoce que Jacques Chirac se opuso a proyectos que habrían beneficiado a España (y a Francia) para vengarse de la política independiente de Aznar.
Entre las ovaciones que el editorial del día 19 de ‘El País’ dedica a la reunión entre José Luis Rodríguez y el primer ministro francés, Dominique de Villepin, aparece esta bomba: “Este plan [de enlaces ferroviarios] se ve favorecido por la superación del castigo que en materia de enlaces transfronterizos impuso Chirac a España en tiempos de Aznar”.
De nuevo comprobamos que Francia no es un aliado de fiar para España, aunque seamos socios en la Unión Europea y la OTAN. La oligarquía francesa sigue con pujos gaullistas o napoleónicos; cree que los demás europeos somos lacayos suyos, y cuando un país se salen del lugar que se les tiene asignados en París, entonces, se le trata de antieuropeos y se prepara una venganza.
En la cumbre de Sevilla, cuando Chirac se negó a aprobar la propuesta española de supeditar las ayudas al desarrollo a los países del Tercer Mundo al control por éstos de la inmi gración irregular; el plan se dirigía contra jovenlandia. De la misma manera, Francia vetó toda condena a jovenlandia cuando el sultán ordenó la oleada turística de Perejil. Y Francia es partidaria de que jovenlandia se anexione el Sáhara Occidental.
El castigo de Chirac a España por la política de independencia que fijó Aznar supuso la paralización de los proyectos de conexión de las redes de AVE por Irún y La Junquera, así como la construcción de la vía férrea por Canfranc, en Aragón, y las redes de suministro eléctrico.
Una de las respuestas del Gobierno de Aznar fue impedir la entrada en el mercado español de las grandes empresas públicas francesas, como la eléctrica EDF, y si éstas lo conseguían, se limitaba sus derechos de voto en las empresas españolas.
Rodríguez ha regresado a la habitual política española desde la llegada de los Borbones, de genuflexión a los intereses de Francia, que se ha quebrado en muy pocas ocasiones. Madrid respalda ahora la anexión del Sáhara por jovenlandia; practica el antiamericanismo y vota a favor de las propuestas francesas en la UE. De ahí la disposición francesa a levantarnos el castigo; para París volvemos a ser menos que Rabat.
La conclusión es que la política de Aznar enfureció a los mayores enemigos de España: Francia y jovenlandia.
Publicado el : 19/10/2005