La violencia está en la misma base de la vida: los animales deben comerse los unos a los otros para sobrevivir. Y nosotros somos animales. El dolor y el sufrimiento es básico para la vida animal. El dolor hace que el animal huya y se aleje de lo que le causa mal, de lo que le destruye. Es indispensable.
Si a un animal, o a nosotros mismos nos produjera un inmenso placer ser devorados vivos, iríamos en masas a las fieras para vivir esa sensación de morir a mordiscos. Sería mejor ser devorado vivo que copular. Es indispensable que se sufra para que no se acepte mansamente la fin, y por supuesto la eliminación de la especie.
El equilibrio ecológico de los ecosistemas se consigue cuando unos animales predadores mantienen la población de los hervívoros en un nivel aceptable para el entorno, y eso sólo se consigue cazando y comiendo a esos animales. Si no hubiera predadores, la población hervívora crecería hasta límites totalmente invasivos, de forma que acabarían con todo el alimento, produciendo en algún momento una mortandad catastrófica del 99,999% de todos los individios, que morirían de enfermedades, hambre y sed.
La vida se basa en el sufrimiento, en el caos y en la lucha constante por sobrevivir. La vida salvaje significa enfrentarse a la búsqueda diaria de alimentos, a toda costa, en el sufrimiento por las condiciones climatológicas, con enormes mortandades por sequías, incendios, o grandes nevadas y olas de frío. Y los que disfruten de una vida plena (que estará llena de luchas encarnizadas y de violencia), terminará de viejo o medio viejo sin ningún servicio de cuidados paliativos, tirados o, peor aún, devorados vivos.
Las diferentes especies sobreviven reproduciéndose todo lo posible, porque "saben", la naturaleza "sabe" que un porcentaje muy grande de la prole morirá en las primeras etapas de la vida, devorados por otros, matados por otros de la misma especie. Algunas especies (peces, anfibios, insectos...) incluso producen una descencencia brutal de cientos o miles de individuos. Alguno sobrevivirá, uno de cada 100 o de cada mil, quizás. El resto morirá por las condiciones ambientales o devorados por otros animales. Parece que la propia naturaleza inventó los sacrificios masivos de los tiernos infantes de cada especie.
TODAS LAS ESPECIES VIVAS han sido puestas sobre la superficie de La Tierra, para sacar el máximo partido de ella y de todas las especies que viven en ella, para los individuos que las forman sobrevivan y vivan sanos y fuertes lo suficiente para tener descendencia y seguir el ciclo de la vida.
Y la especie humana no es excepción: cultivamos y criamos toda nuestra comida y se procesa y sacrifica de acuerdo a una legislación muy precisa, que evita al máximo el sufrimiento animal, al menos en occidente, fuera de las matanzas halal y kosher que prohiben el aturdimiento o electro shoc previo a la fin. Si no se hace bien en todos los sitios, es porque se cometen ilegalidades, igual que está prohibido dar de baja de la suscripción de la vida en las sociedades humanas pero miles de persona son asesinadas a miles cada día.
Ahora disfrutemos de cómo la hermosa garza saca partido de lo que la progenitora naturaleza pone a su alcance para vivir sana y feliz, poder reproducirse y alimentar a sus hijitos. La señora pata no está muy contenta con la dieta de la estilizada garza, y grita como una condenada, pero así es la vida: la garza se come toda su prole de 8 o 10 patitos. Y se los traga vivos.
Los vegetarianos y veganos que no aceptan el sufrimiento y la depredación como parte de la vida, es que prefieren la fin, lo muerto, lo sin vida. Porque la vida es así: dura, violenta y bella a la vez.
Desconocimiento del mundo, inmadurez, considerar la base violenta de la vida como inaceptable: en eso se basa el movimiento vegano. Y es promocionado por las empresas americanas que han patentado carne de síntesis para dársela a precio de oro a las masas ingentes de veganos, masa adoctrinada cada vez mayor. Terminarán por prohibir la ganadería y la industria cárnica natural. Todo para USA.
Otra bucólica imagen de garza: se come a una ardilla de tierra. Si la mata un poco antes es por el peligro y la dificultad de comérsela viva. No porque le importe la vida ni el dolor de su comida.