M. Priede
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Edito:
Los primeros comentarios están hechos con el propósito de ensuciar el hilo. Ya sabéis, cobran por ello.
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"Nunca es tarde si la dicha llega" (me gusta más así que 'si la dicha es buena'), pero lamento no haber sabido tantas cosas antes. Me estoy acordando y dándole vueltas acerca del modo en que aceptábamos en la escuela 'las aventuras' de Moisés, Abraham, David y tantos otros, y donde los castigos terribles eran la norma: a Abraham se le conminó a que degollara a su hijo; los filisteos, no sabemos por qué, merecían morir todos, los egipcios eran gente terrible y Dios les hizo padecer una plaga tras otra, matando incluso a los niños. Sin embargo Dios era todo amor. ¿Cómo encajábamos esas contradicciones? Pues como lo hacen los judíos y me imagino que los fiel a la religión del amores: Dios es el que sabe y Dios te ama. AQUEL DIOS, A DIFERENCIA DEL QUE SE HIZO HUMANO, FUE EL GRAN HERMANO DESDE HACE MILES DE AÑOS. Orwell se quedó corto.
Recuerdo también cómo de repente, allá por 1969, los libros de religión ya no hablaban de Dios sino de Yavéh o Jehová (nos hacía gracia que un maestro ya anciano se equivocara y dijera Jaova), ahora es cuando te das cuenta del alcance destructivo que introdujo el Concilio Vaticano II en el catolicismo.
También ahora se entiende muy bien por qué el clero no quería que leyésemos la Biblia (eso era cosa de protestantes) dada la cantidad de brutalidades que allí se describen y de la libre interpretación que de la Biblia se puede hacer. Un claro ejemplo que señalaba el otro día:
Teología contemporánea por César Vidal: La degeneración evangélica (I): JUDAIZANTES
El protestantismo, a pesar del antisemitismo feroz de Lutero, comparte con los judíos la salvación exclusivamente por la fe; las obras no importan, da lo mismo que sean buenas o malas. Es lo que tiene deducir a partir de la supuesta palabra de Dios, de un Dios terrible.
Cristo, por obra del judío Pablo de Tarso, San Pablo, ya es otra cosa muy diferente, es un Dios humano, con las pasiones propias de un hombre, con sus faltas y sus pecados, un Dios para cualquiera que lo quiera acoger y que te avisa de que la fe no es suficiente si no va acompañada de las buenas obras, especialmente la caridad y el amor al prójimo. TODO LO CONTRARIO QUE EL DIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO. San Pablo fue expulsado de ****a por el Sanedrín, y no se le condenó a fin debido a su ciudadanía romana, pero fue llevado preso a Roma, y existen dudas de si fue ejecutado.
Y ahora entiendo también el alcance de la obra de Gonzalo Puente Ojea que leí con 28 años, Ideología e historia. La formación del cristianismo como fenómeno ideológico donde el conflicto de Jesús -decía Ojea- reflejaba un conflicto de clases, de un paria judío, zelota y nacionalista, contra el imperio romano y la clase alta judía beneficiaria de los favores de Roma. Sin embargo esa interpretación, que es válida, se queda corta, porque no da explicación del enfrentamiento de Jesús con el Sanedrín, con los rabinos, y de ahí sólo tenemos el punto de vista de San Pablo, quien transformó esa rebelión en una lucha contra el Dios exclusivo de los judíos para hacer de él un Dios de todos los hombres, no sólo de un pueblo.
De ese enfrentamiento con el Sanedrín y no con Roma, cuyo representante era Pilatos, que lo quería salvar, dio cuenta la película de Mel Gibson, La pasión de Cristo, que fue muy mal recibida por la comunidad judía norteamericana.
Esto que os paso es muy revelador. Ilumina aquello que dejábamos en suspenso -cuando yo era niño y creyente; dejé de creer con 14 años- precisamente porque era una contradicción manifiesta: un dios que ama y sin embargo no deja de apiolar continuamente.
Hay algunas cosas que resulta difícil aceptar: el de unir Yahvé y Satán. En las religiones cristianas están separados y opuestos Dios y Satanás, pero, según se deduce de lo que explica el autor, Satanás es el ángel de Yaveh y en algunos pasajes de la Torá, de los Antiguos Testamentos, son el mismo. De hecho, al igual que en el cristianismo en el judaísmo no hay lucha entre el bien y el mal porque todo lo que existe, todo, es obra de Dios, lo cual es más coherente en el judaísmo que en el cristianismo, donde todo existe por obra de Dios pero no se explica por qué Dios crea el mal y a Lucifer si Dios es amor.
Dios y Lucifer son lo mismo. Es fuerte, ¿eh?
No estoy muy seguro de la deducción que hace el autor.
The Devil's Trick: Unmasking the God of Israel
El truco del diablo: desenmascarar al Dios de Israel
LAURENT GUYÉNOT • 17 DE MAYO DE 2020
• 6.500 PALABRAS • 547 COMENTARIOS • RESPUESTA
“El mejor truco del diablo es persuadirte de que no existe”, escribió Charles Baudelaire ( Paris Spleen ). H e iba mal: mejor truco del diablo es persuadir a usted que él es Dios.
¿Creo en la existencia del diablo? Depende de la definición. Creo que los humanos están bajo la influencia de las ideas que han engendrado colectivamente a lo largo de los siglos, porque las ideas son fuerzas espirituales. Y desde ese punto de vista, considero la personificación del Creador Divino por parte de Yahweh como el engaño más devastador jamás jugado contra la raza humana, un crimen contra la divinidad.
¿Soy gnóstico? No en sentido estricto. Si vamos a creer a sus detractores, los primeros gnósticos enseñaron que el Dios del Antiguo Testamento era el demiurgo malvado que creó el mundo del que Cristo vino a liberarnos. No me tomo a Yahweh tan en serio. Al contrario, lamento que miles de millones de personas, judíos, cristianos y fiel a la religión del amores lo hayan tomado en serio. Yahweh es un personaje de ficción, pero que ha ganado una tremenda influencia sobre una gran parte de la humanidad, ya sea directa o indirectamente.
Lo que deseo demostrar aquí es que Yahweh tiene el carácter del diablo como la mayoría de la gente lo imagina. Eso explica en gran medida la calidad satánica del poder judío que se vuelve cada vez más evidente cada día, una cualidad que Alain Soral está exponiendo en sus videos más recientes (ahora disponible con subtítulos en inglés en el nuevo canal de YouTube de ERTV International ). Si fuera cristiano, citaría Juan 8:44. Pero no estoy discutiendo desde un punto de vista cristiano, porque aunque acepto el principio de que la historia del Evangelio fue diseñada como una cura para la esclavitud mental de los judíos por la Torá, también considero que, a menos que pueda vomitar el Antiguo Testamento, el cristianismo lo hará permanecer para siempre infectado por el bichito que se pretendía combatir.
El pacto mosaico como pacto fáustico [ abandonar los principios y valores personales para conseguir conocimiento, riqueza u otros beneficios, en este caso la protección divina en exclusiva]
El núcleo de la Biblia hebrea es el pacto mosaico. El trato es simple: a cambio de adoración exclusiva y obediencia a sus leyes que enfatizan la estricta separación de otros pueblos, Yahvé hará que los israelitas gobiernen sobre la humanidad: “sigan sus caminos, guarden sus estatutos, sus mandamientos, sus costumbres y escuchen sus voz ”, y Yahvé“ te elevará más alto que cualquier otra nación que ha creado ”; “Harás que muchas naciones sean tus súbditos, pero no estarás sujeto a ninguna” (Deuteronomio 26: 17-19 y 28:12).
Los cristianos nunca se han dado cuenta de que el pacto mosaico no es más que un programa para la dominación mundial de la nación judía. Eso es porque está escrito justo debajo de sus narices, en un libro cuya malicia no pueden reconocer porque se les ha dicho que es la Palabra de Dios. Se necesita un librepensador como HG Wells para ver la idea bíblica del Pueblo Elegido por lo que es: "una conspiración contra el resto del mundo". En los libros de la Biblia, “tienes la conspiración llana y clara, […] una conspiración agresiva y vengativa. […] No es tolerancia sino estupidez cerrar los ojos ante su calidad ”.[1]
Los cristianos siempre han fallado en ver el absoluto desprecio del dios bíblico por sus propias naciones, aunque se repite una y otra vez: “Todas las naciones son como nada ante él, para él cuentan como nada y vacío” (Isaías 40:17). “Devora a todas las naciones que Jehová tu dios pone a tu misericordia, no les tengas piedad” (Deuteronomio 7:16). La vulnerabilidad de las naciones cristianas a la sociopatía colectiva de Israel está directamente relacionada con su ceguera autoinfligida. Para su propia desgracia, los cristianos adoran a una deidad que los odia (como dijo un comentarista de un artículo anterior).
Los exégetas cristianos tampoco parecen haberse dado cuenta de que el pacto de Yahvé, el dominio de las naciones a cambio de un culto exclusivo, es básicamente idéntico al pacto al que el diablo trató de atraer a Jesús:
“El diablo le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor. Y él le dijo: "Todo esto te daré, si te postras a mis pies y me rindes homenaje". Entonces Jesús respondió: '¡Fuera, Satanás!' ”(Mateo 4: 8-10).
De hecho, Satanás apenas se distingue de Yahvé en el Tanaj. Se le llama "ángel de Yahweh" en Números 22 y 32. En 2Samuel 24, Yahweh incita a David a hacer el mal, mientras que el papel se le da a Satanás en el mismo episodio narrado en 1 Crónicas 21, donde Yahweh, "el ángel de Yahweh ” y Satanás se usan indistintamente. Tampoco hay rastro en el Tanaj de una lucha cósmica entre el Bien y el Mal, como en el monoteísmo persa. La felicidad y la desgracia, la paz y la guerra, la salud y la enfermedad, la abundancia y el hambre, la fertilidad y la infertilidad, todos tienen su fuente única y directa en la voluntad caprichosa de Yahvé. En sus propias palabras, "Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago el bienestar y creo el desastre, yo, Yahvé, hago todas estas cosas" (Isaías 45: 7).
La enseñanza de Cristo de “acumular tesoros en el cielo” (Mateo 6:20) es ajena a Yahvé. Él es el Codicioso, que quiere "los tesoros de todas las naciones" amontonados en su residencia de Jerusalén: "¡Mía es la plata, mío el oro!" (Hageo 2: 8). “Las riquezas de todas las naciones vecinas se acumularán: oro, plata, vestidos, en gran cantidad” (Zacarías 14:14). Curiosamente, de acuerdo con 1 Reyes 10:14, la cantidad de oro que se acumulaba cada año en el templo de Salomón era de “666 talentos de oro”, ¡el “número de la Bestia” en Apocalipsis 13:18! Haz de él lo que quieras. O pídale a Jared Kushner que se lo explique. [jajaja. Es bueno]
El pacto mosaico funciona como un pacto clásico con el diablo: Israel obtendrá riqueza y poder a cambio de convertirse en la “posesión personal” de Yahweh (Éxodo 19: 5). La noción de un pacto con el diablo es especialmente relevante ya que Yahvé niega a sus adoradores un alma inmortal individual, lo que equivale a reclamar sus almas para sí mismo. Como Voltaire señaló una vez, Yahvé prohibió a los judíos amarrar sus cabras (Éxodo 22:18), les instruyó sobre cómo defecar en un hoyo (Deuteronomio 23:14), pero no les dio “ese credo más útil en una vida futura ".[2]Eso es porque la Torá es esencialmente una herramienta de programación mental destinada a encerrar a los judíos en un alma colectiva hermética (ver mi artículo "Israel como un solo hombre" ).
El materialismo metafísico es el aspecto más fundamental de la antropología bíblica y, aunque ha sido enmendado superficialmente en desarrollos judaicos posteriores, su savia es muy profunda en el judaísmo. Según la Biblioteca Virtual Judía , la vida después de la fin “rara vez se discute en la vida judía, ya sea entre judíos reformistas, conservadores u ortodoxos, […] en marcado contraste con las tradiciones religiosas de las personas entre las que han vivido los judíos. […] La Torá, el texto judío más importante, no tiene ninguna referencia clara al más allá ".
La relación entre Yahvé y su pueblo no es jovenlandesal, sino estrictamente contractual y legalista. Según el erudito judío Yeshayahu Leibowitz, “La Torá no reconoce los imperativos jovenlandesales derivados del conocimiento de la realidad natural o de la conciencia del deber del hombre hacia su prójimo. Todo lo que reconoce son Mitzvot, imperativos divinos ".[3]Los cientos de mitzvot ("mandamientos") son fines en sí mismos, no caminos hacia una conciencia jovenlandesal superior. Tal legalismo judío sofoca la conciencia jovenlandesal, como señaló Gilad Atzmon .
Naturalmente, hay preceptos jovenlandesales aquí y allá en la Biblia. Pero en general, es un malentendido creer que Yahvé espera de su pueblo una superioridad jovenlandesal. [Los protestantes piensan parecido: te salva exclusivamente la fe, no las obras, da lo mismo que sean buenas o malas] El único criterio para la aprobación de Yahvé es la obediencia a sus leyes arbitrarias y a sus mandamientos antisociales o genocidas. apiolar traidoramente a cientos de profetas de Baal es bueno, porque es la voluntad de Yahvé (1 Reyes 18). Mostrar misericordia al rey de Amalec es malo, porque cuando Yahvé dice, "maten a todos", se refiere a "todos" (1Samuel 15). ¿Cómo podemos esperar de una gente cuya mentalidad ha sido moldeada por estas narrativas y sus capas de comentarios talmúdicos, que compartan el sentido del bien y del mal que la mayoría de los demás pueblos consideran inherente a la humanidad? Es totalmente coherente que un futuro primer ministro israelí como Yitzhak Shamir (1986-1992) declare (en 1943):
Los primeros comentarios están hechos con el propósito de ensuciar el hilo. Ya sabéis, cobran por ello.
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"Nunca es tarde si la dicha llega" (me gusta más así que 'si la dicha es buena'), pero lamento no haber sabido tantas cosas antes. Me estoy acordando y dándole vueltas acerca del modo en que aceptábamos en la escuela 'las aventuras' de Moisés, Abraham, David y tantos otros, y donde los castigos terribles eran la norma: a Abraham se le conminó a que degollara a su hijo; los filisteos, no sabemos por qué, merecían morir todos, los egipcios eran gente terrible y Dios les hizo padecer una plaga tras otra, matando incluso a los niños. Sin embargo Dios era todo amor. ¿Cómo encajábamos esas contradicciones? Pues como lo hacen los judíos y me imagino que los fiel a la religión del amores: Dios es el que sabe y Dios te ama. AQUEL DIOS, A DIFERENCIA DEL QUE SE HIZO HUMANO, FUE EL GRAN HERMANO DESDE HACE MILES DE AÑOS. Orwell se quedó corto.
Recuerdo también cómo de repente, allá por 1969, los libros de religión ya no hablaban de Dios sino de Yavéh o Jehová (nos hacía gracia que un maestro ya anciano se equivocara y dijera Jaova), ahora es cuando te das cuenta del alcance destructivo que introdujo el Concilio Vaticano II en el catolicismo.
También ahora se entiende muy bien por qué el clero no quería que leyésemos la Biblia (eso era cosa de protestantes) dada la cantidad de brutalidades que allí se describen y de la libre interpretación que de la Biblia se puede hacer. Un claro ejemplo que señalaba el otro día:
Teología contemporánea por César Vidal: La degeneración evangélica (I): JUDAIZANTES
El protestantismo, a pesar del antisemitismo feroz de Lutero, comparte con los judíos la salvación exclusivamente por la fe; las obras no importan, da lo mismo que sean buenas o malas. Es lo que tiene deducir a partir de la supuesta palabra de Dios, de un Dios terrible.
Cristo, por obra del judío Pablo de Tarso, San Pablo, ya es otra cosa muy diferente, es un Dios humano, con las pasiones propias de un hombre, con sus faltas y sus pecados, un Dios para cualquiera que lo quiera acoger y que te avisa de que la fe no es suficiente si no va acompañada de las buenas obras, especialmente la caridad y el amor al prójimo. TODO LO CONTRARIO QUE EL DIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO. San Pablo fue expulsado de ****a por el Sanedrín, y no se le condenó a fin debido a su ciudadanía romana, pero fue llevado preso a Roma, y existen dudas de si fue ejecutado.
Y ahora entiendo también el alcance de la obra de Gonzalo Puente Ojea que leí con 28 años, Ideología e historia. La formación del cristianismo como fenómeno ideológico donde el conflicto de Jesús -decía Ojea- reflejaba un conflicto de clases, de un paria judío, zelota y nacionalista, contra el imperio romano y la clase alta judía beneficiaria de los favores de Roma. Sin embargo esa interpretación, que es válida, se queda corta, porque no da explicación del enfrentamiento de Jesús con el Sanedrín, con los rabinos, y de ahí sólo tenemos el punto de vista de San Pablo, quien transformó esa rebelión en una lucha contra el Dios exclusivo de los judíos para hacer de él un Dios de todos los hombres, no sólo de un pueblo.
De ese enfrentamiento con el Sanedrín y no con Roma, cuyo representante era Pilatos, que lo quería salvar, dio cuenta la película de Mel Gibson, La pasión de Cristo, que fue muy mal recibida por la comunidad judía norteamericana.
Esto que os paso es muy revelador. Ilumina aquello que dejábamos en suspenso -cuando yo era niño y creyente; dejé de creer con 14 años- precisamente porque era una contradicción manifiesta: un dios que ama y sin embargo no deja de apiolar continuamente.
Hay algunas cosas que resulta difícil aceptar: el de unir Yahvé y Satán. En las religiones cristianas están separados y opuestos Dios y Satanás, pero, según se deduce de lo que explica el autor, Satanás es el ángel de Yaveh y en algunos pasajes de la Torá, de los Antiguos Testamentos, son el mismo. De hecho, al igual que en el cristianismo en el judaísmo no hay lucha entre el bien y el mal porque todo lo que existe, todo, es obra de Dios, lo cual es más coherente en el judaísmo que en el cristianismo, donde todo existe por obra de Dios pero no se explica por qué Dios crea el mal y a Lucifer si Dios es amor.
Dios y Lucifer son lo mismo. Es fuerte, ¿eh?
No estoy muy seguro de la deducción que hace el autor.
The Devil's Trick: Unmasking the God of Israel
El truco del diablo: desenmascarar al Dios de Israel
LAURENT GUYÉNOT • 17 DE MAYO DE 2020
• 6.500 PALABRAS • 547 COMENTARIOS • RESPUESTA
“El mejor truco del diablo es persuadirte de que no existe”, escribió Charles Baudelaire ( Paris Spleen ). H e iba mal: mejor truco del diablo es persuadir a usted que él es Dios.
¿Creo en la existencia del diablo? Depende de la definición. Creo que los humanos están bajo la influencia de las ideas que han engendrado colectivamente a lo largo de los siglos, porque las ideas son fuerzas espirituales. Y desde ese punto de vista, considero la personificación del Creador Divino por parte de Yahweh como el engaño más devastador jamás jugado contra la raza humana, un crimen contra la divinidad.
¿Soy gnóstico? No en sentido estricto. Si vamos a creer a sus detractores, los primeros gnósticos enseñaron que el Dios del Antiguo Testamento era el demiurgo malvado que creó el mundo del que Cristo vino a liberarnos. No me tomo a Yahweh tan en serio. Al contrario, lamento que miles de millones de personas, judíos, cristianos y fiel a la religión del amores lo hayan tomado en serio. Yahweh es un personaje de ficción, pero que ha ganado una tremenda influencia sobre una gran parte de la humanidad, ya sea directa o indirectamente.
Lo que deseo demostrar aquí es que Yahweh tiene el carácter del diablo como la mayoría de la gente lo imagina. Eso explica en gran medida la calidad satánica del poder judío que se vuelve cada vez más evidente cada día, una cualidad que Alain Soral está exponiendo en sus videos más recientes (ahora disponible con subtítulos en inglés en el nuevo canal de YouTube de ERTV International ). Si fuera cristiano, citaría Juan 8:44. Pero no estoy discutiendo desde un punto de vista cristiano, porque aunque acepto el principio de que la historia del Evangelio fue diseñada como una cura para la esclavitud mental de los judíos por la Torá, también considero que, a menos que pueda vomitar el Antiguo Testamento, el cristianismo lo hará permanecer para siempre infectado por el bichito que se pretendía combatir.
El pacto mosaico como pacto fáustico [ abandonar los principios y valores personales para conseguir conocimiento, riqueza u otros beneficios, en este caso la protección divina en exclusiva]
El núcleo de la Biblia hebrea es el pacto mosaico. El trato es simple: a cambio de adoración exclusiva y obediencia a sus leyes que enfatizan la estricta separación de otros pueblos, Yahvé hará que los israelitas gobiernen sobre la humanidad: “sigan sus caminos, guarden sus estatutos, sus mandamientos, sus costumbres y escuchen sus voz ”, y Yahvé“ te elevará más alto que cualquier otra nación que ha creado ”; “Harás que muchas naciones sean tus súbditos, pero no estarás sujeto a ninguna” (Deuteronomio 26: 17-19 y 28:12).
Los cristianos nunca se han dado cuenta de que el pacto mosaico no es más que un programa para la dominación mundial de la nación judía. Eso es porque está escrito justo debajo de sus narices, en un libro cuya malicia no pueden reconocer porque se les ha dicho que es la Palabra de Dios. Se necesita un librepensador como HG Wells para ver la idea bíblica del Pueblo Elegido por lo que es: "una conspiración contra el resto del mundo". En los libros de la Biblia, “tienes la conspiración llana y clara, […] una conspiración agresiva y vengativa. […] No es tolerancia sino estupidez cerrar los ojos ante su calidad ”.[1]
Los cristianos siempre han fallado en ver el absoluto desprecio del dios bíblico por sus propias naciones, aunque se repite una y otra vez: “Todas las naciones son como nada ante él, para él cuentan como nada y vacío” (Isaías 40:17). “Devora a todas las naciones que Jehová tu dios pone a tu misericordia, no les tengas piedad” (Deuteronomio 7:16). La vulnerabilidad de las naciones cristianas a la sociopatía colectiva de Israel está directamente relacionada con su ceguera autoinfligida. Para su propia desgracia, los cristianos adoran a una deidad que los odia (como dijo un comentarista de un artículo anterior).
Los exégetas cristianos tampoco parecen haberse dado cuenta de que el pacto de Yahvé, el dominio de las naciones a cambio de un culto exclusivo, es básicamente idéntico al pacto al que el diablo trató de atraer a Jesús:
“El diablo le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor. Y él le dijo: "Todo esto te daré, si te postras a mis pies y me rindes homenaje". Entonces Jesús respondió: '¡Fuera, Satanás!' ”(Mateo 4: 8-10).
De hecho, Satanás apenas se distingue de Yahvé en el Tanaj. Se le llama "ángel de Yahweh" en Números 22 y 32. En 2Samuel 24, Yahweh incita a David a hacer el mal, mientras que el papel se le da a Satanás en el mismo episodio narrado en 1 Crónicas 21, donde Yahweh, "el ángel de Yahweh ” y Satanás se usan indistintamente. Tampoco hay rastro en el Tanaj de una lucha cósmica entre el Bien y el Mal, como en el monoteísmo persa. La felicidad y la desgracia, la paz y la guerra, la salud y la enfermedad, la abundancia y el hambre, la fertilidad y la infertilidad, todos tienen su fuente única y directa en la voluntad caprichosa de Yahvé. En sus propias palabras, "Yo formo la luz y creo las tinieblas, hago el bienestar y creo el desastre, yo, Yahvé, hago todas estas cosas" (Isaías 45: 7).
La enseñanza de Cristo de “acumular tesoros en el cielo” (Mateo 6:20) es ajena a Yahvé. Él es el Codicioso, que quiere "los tesoros de todas las naciones" amontonados en su residencia de Jerusalén: "¡Mía es la plata, mío el oro!" (Hageo 2: 8). “Las riquezas de todas las naciones vecinas se acumularán: oro, plata, vestidos, en gran cantidad” (Zacarías 14:14). Curiosamente, de acuerdo con 1 Reyes 10:14, la cantidad de oro que se acumulaba cada año en el templo de Salomón era de “666 talentos de oro”, ¡el “número de la Bestia” en Apocalipsis 13:18! Haz de él lo que quieras. O pídale a Jared Kushner que se lo explique. [jajaja. Es bueno]
El pacto mosaico funciona como un pacto clásico con el diablo: Israel obtendrá riqueza y poder a cambio de convertirse en la “posesión personal” de Yahweh (Éxodo 19: 5). La noción de un pacto con el diablo es especialmente relevante ya que Yahvé niega a sus adoradores un alma inmortal individual, lo que equivale a reclamar sus almas para sí mismo. Como Voltaire señaló una vez, Yahvé prohibió a los judíos amarrar sus cabras (Éxodo 22:18), les instruyó sobre cómo defecar en un hoyo (Deuteronomio 23:14), pero no les dio “ese credo más útil en una vida futura ".[2]Eso es porque la Torá es esencialmente una herramienta de programación mental destinada a encerrar a los judíos en un alma colectiva hermética (ver mi artículo "Israel como un solo hombre" ).
El materialismo metafísico es el aspecto más fundamental de la antropología bíblica y, aunque ha sido enmendado superficialmente en desarrollos judaicos posteriores, su savia es muy profunda en el judaísmo. Según la Biblioteca Virtual Judía , la vida después de la fin “rara vez se discute en la vida judía, ya sea entre judíos reformistas, conservadores u ortodoxos, […] en marcado contraste con las tradiciones religiosas de las personas entre las que han vivido los judíos. […] La Torá, el texto judío más importante, no tiene ninguna referencia clara al más allá ".
La relación entre Yahvé y su pueblo no es jovenlandesal, sino estrictamente contractual y legalista. Según el erudito judío Yeshayahu Leibowitz, “La Torá no reconoce los imperativos jovenlandesales derivados del conocimiento de la realidad natural o de la conciencia del deber del hombre hacia su prójimo. Todo lo que reconoce son Mitzvot, imperativos divinos ".[3]Los cientos de mitzvot ("mandamientos") son fines en sí mismos, no caminos hacia una conciencia jovenlandesal superior. Tal legalismo judío sofoca la conciencia jovenlandesal, como señaló Gilad Atzmon .
Naturalmente, hay preceptos jovenlandesales aquí y allá en la Biblia. Pero en general, es un malentendido creer que Yahvé espera de su pueblo una superioridad jovenlandesal. [Los protestantes piensan parecido: te salva exclusivamente la fe, no las obras, da lo mismo que sean buenas o malas] El único criterio para la aprobación de Yahvé es la obediencia a sus leyes arbitrarias y a sus mandamientos antisociales o genocidas. apiolar traidoramente a cientos de profetas de Baal es bueno, porque es la voluntad de Yahvé (1 Reyes 18). Mostrar misericordia al rey de Amalec es malo, porque cuando Yahvé dice, "maten a todos", se refiere a "todos" (1Samuel 15). ¿Cómo podemos esperar de una gente cuya mentalidad ha sido moldeada por estas narrativas y sus capas de comentarios talmúdicos, que compartan el sentido del bien y del mal que la mayoría de los demás pueblos consideran inherente a la humanidad? Es totalmente coherente que un futuro primer ministro israelí como Yitzhak Shamir (1986-1992) declare (en 1943):
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