Derroición.
Estamos sentenciados desde 2011, es un proceso lento pero seguro. No habrá vida humana en la Tierra dentro de pocos cientos de años.
Habrá vida en la Tierra mientras Japón no se hunda con el pedazo de terremoto bestial que se espera.
En el momento que eso suceda o se queden sin electricidad para alimentar las bombas de agua, lo demás es cuestión de tiempo.
El malo ya está ahí y no siempre vamos a poder controlarlo.
Por cierto que vaya fruta hez de hilo que se ha quedado. Aquí ya se habla de cualquier cosa menos de Fukushima.