David Muñoz, el mejor cocinero del mundo, zanja el debate sobre la tortilla de patata: "Sin cebolla, es evidente..."

Yo siempre la he comido sin cebolla, pero tampoco voy a rechazar un trozo si la lleva.
En estos tiempos tan convulsos acabaras aplastado por los cebollistas por gai, y por los badulaques sincebollistas por traidor. No hay tortillas con media cebolla. O se tiene o no.

Luego estan los que le echa calabacin. Esos merecen ser esclavizados.
 
Anda por jewtube un documental sobre la auténtica pizza italiana, que según las organizaciones que "controlan" eso tiene que llevar X ingredientes para ser auténtica pizza italiana, al final del video la pizzería italiana más famosa y siempre petada lo hacía todo al revés con otros ingredientes
A mi me gusta la hawallana con piña.
 
El dulzor de la cebolla se debe compensar con sal, sabiendo que todos estos cretinos se creen todo lo que dicen los médicos, abogan por la tortilla sin cebolla creyendo que al privar de sal a los primos alargarán sus vidas y seguirán costeándoles sus estupideces. El sujeto medio no tiene hecho el paladar a las sutilezas de los sabores extremos, siendo incapaz de aguantar picantes, salados o amargos y perdiendo en ese paladar inmaduro las sutilezas que esconde un buen chili, el wasabi o unos callos con garbanzos caseros. Es incapaz de sentir la dulce melodía que lleva una merluza a la romana, de hecho despreciaba el gallo hasta que por alguna razón que desconozco empezó a devorar meigas como si hubiera mañana. Se trata de gente incapaz de disfrutar de unas lentejas con chorizo, que se espanta ante una fabada, tiembla ante un arroz con costra y es incapaz de distinguir un percebe jovenlandés de uno de Corme. Sólo hay que ver la cocina que triunfa, todo forma y tonalidad, pero insípida y sin profundidad, jorobar, si hasta tienen la costumbre de tomar el tuétano de vaca con sal añadida.

El principal ingrediente es el huevo, no vale cualquiera y ha de ser preferiblemente de corral y gallinas con problemas siquátricos graves, o gallinas locas para entendernos. El segundo ha de ser elegido cuidadosamente, la patata blanca es preferible porque conserva la textura al freirse y es capaz de absorber sabores sin perder la forma, kennebec vale, pero si se encuentra baraka ha de ser esta. Tampoco vale cualquier cebolla, esas redondas tienen demasiada agua y azúcar, lo mejor son cebollas chatas. Y el truco esencial para evitar el exceso de sal es quemar unas pocas patatas para que el amargor del carbonizado apague el dulzor de la cebolla y equilibre el sabor haciendo que no se eche en falta la sal. A mí me gusta con el huevo casi crudo, la cebolla transparente y las patatas cortadas muy finas y no todas igual, la mitad fritas, un décimo o menos quemadas y el resto cocidas en el aceite. La sartén con poco aceite y casi al rojo para que la capa extena se haga bien, incluso se tueste un poco pero el interior quede muy jugoso.
 
Última edición:
con patata, cebolla y por supuesto chorizo para que le de un toque campero
Hanía un plato que terminaron llamando "El tortillo" creado por el gargantuesco Picadillo para hacer de entrante en sus reuniones con Aranguren y el abad de la Colegiata de Santa María. Se hacía con cien bemoles, cuatro kilos de patatas, cuatro cebollas y doce chorizos enteros colocados en punta.
 
esta casado con una mujer que es como sus platos.
Necesitan un largo proceso de preparacion con muchos añadidos y un ejercito de perdonas detras para que salgan bonitos.
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Ahora pensar que dice de vosotros el tener los mismos gustos que el sencillaco de dabiz
 
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