Tu cuñada finalmente ha logrado asentarse. Parece que el moreno la hace feliz (por los motivos que sean, y si se lo puede permitir es cosa suya), y es normal que ahora quiera presumir un poco para impresionaros (y para agradeceros los apoyos pasados). Pero parece que la pobre no puede hacer nada que te parezca bien: te devuelven lo adeudado, te tratan a cuerpo de rey, y no tienes más que quejas.
No me extraña que tu parienta esté hasta el moño. Acepta tu destierro al sofá como un hombre, y haz penitencia ofreciéndote a llevar a los futuros sobrinitos al zoo (de visita, no para echarlos de comer a las fieras).