Buen ejemplo. Me gusta tu testimonio y tienes toda la razón del mundo; yo diría que me siento identificada pero llegué a la universidad y la dejé, hoy día eso estaría considerado un acto suicida, bueno yo pienso que dejar las cosas cuando sabes que no te valen es un acto de valentía. Estudié más tarde lo que realmente quería, a mi por cierto, nadie me impuso nada dentro de la familia pero sí tenía presión social del entorno que no sé hasta qué punto es peor.
En mi entorno, amigos míos de mi quinta nacidos en los ochenta, hicieron "lo que tenían que hacer": estudiar, echarse pareja, casarse con bodorrio, hipoteca y los críos, todo casi cronometrado como siguiendo una pauta que tuvieran impuesta, bien por familia o quedar bien de cara a la sociedad como el que hace "lo correcto" y lo que se espera de uno. Nadie les puso una pistola en la cabeza, pero no había que defraudar a papá y mamá y lo que pudieran decir los vecinos. No contemplaban llegar solteros a los 30, por no mentar el no tener hijos: había que tener hijos ¿qué dirán el Javi y la Patri y todos éstos? si ellos tienen dos ya, ¿nosotros para cuándo?, no vamos a ser menos que el resto del grupo, porque mira Dani que ni novia ni piso ni nada y parece asqueado, yo no quiero ser así...
El que se mete en ese bucle solo o sola, eso cuesta dinero, que no crece en los árboles por supuesto, así que A REMAR para mantener esa vida que se se les impuso o se dejaron imponer y ni siquiera SE CUESTIONARON si la querían o no. Y todo por no ser diferente a ese que va por libre y da qué hablar. Esos amigos míos están ya al borde de los 40 en breves, muertos en vida, asqueados: casados con parejas a las que igual no querían tanto o que se transformaron tras las bodas, hijos que vinieron pero que no les hacen tan felices como esperaban o no les han salido como ellos esperaban, hipotecas monstruosas y para mantener a flote todo esto atados a curros de hez. Con lo jóvenes que somos todavía y la de canas, calvicies, gorduras o delgadeces extremas que demuestran una salud mental hecha polvo que algunos intentan tratar con algunas pirulas recetadas por loqueros. Y no creáis, que entre ellos funcis hay unos pocos, que el ser funci no es la panacea y puede ser contraproducente: de ese tipo de curros sí que no puedes cambiar o pirarte tan fácilmente, no sé qué es peor todavía en comparación con la empresa privada a la que en un momento dado puedes mandar a la hez y pirarte a otra cosa.
A mi sí me gustaría ser madre, tener mis hijos, no se ha dado la situación todavía, por algo será, y no se da igual por algo también será, no me pienso, eso sí, presionar ni dejarme presionar. Algunos vamos a contracorriente, y yo en particular me espero a que las cosas lleguen cuando tengan que llegar y prefiero no forzar al destino.
Una cosa os digo: no sigáis lo que os marque la sociedad. No seáis ratas esclavas, si habéis llegado a ese punto han podido con vosotros. Leyendo este hilo por lo menos se ve que muchos ya se están dando cuenta y despertando. Por algo se empieza.