Esta va de la Junta de Andalucía:
Como ya he dicho muchas veces, soy profesor en un instituto de la Junta.
Hace unos años, unos diez calculo, un maravilloso plan pensado por las ínclitas y brillantes mentes de la Consejería de Educación incluía informatizar a los alumnos para que adquiriesen destrezas en las nuevas tecnologías, con lo cual se pensó en meter ordenadores en las aulas, EN TODAS y en todos los institutos andaluces. Debía haber un equipo completo por cada dos alumnos (torre, teclado y ratón). Aquello incluyó no sólo el mencionado equipo, también una instalación completa con cableado, su recubrimiento para que quedara totalmente oculto en cada aula para evitar que los cables estuvieran al aire y alguno se le ocurriese llevárselos o cortarlos, la sustitución de TODOS los pupitres con sus sillitas por unos pupitres corridos impresionantes, que incluían desde un receptáculo de metal con llave para meter la torre hasta bandejas retráctiles, sillas giratorias ajustables en altura.....un lujazo. Ahm y el ordenador del profesor, mesa nueva para el, y también un cajetín con llave ubicado en la pared, en el que el profesor tenía a mano la conexión/desconexión de todo el sistema. En definitiva, UNA PASTA, pero de las obesas, un dineral que se gastaron en aquello y que estaremos pagando durante siglos, ya que algunos centros tuvieron que ser remozados casi por completo porque la instalación eléctrica tuvo que ser renovada de arriba a abajo y preparada para recibir el aluvión de potencia necesaria para resistir aquello.
Pues bien, pocos años después, (como dos o tres) deciden desde la Consejería que lo mejor es que cada alumno tenga su tablet. Así que de nuevo, vuelta a empezar, se compran tablets para todos y cada uno de los alumnos de todos los institutos de Andalucía, empezando a distribuirlas desde 1º de la ESO. Pero lo peor, no es solamente eso, no. Lo peor, es que todos los equipos anteriores que se compraron, con sus correspondientes pupitres, sillas giratorias, etc, etc....todo, se tiró. Absolutamente todo, porque claro, ya no servía para nada.
Por supuesto, de las tablets que cayeron en manos de los alumnos más majetes, nunca más se supo. Al igual que los ratones, teclados y teclas de la primera implementación.
Pero aún hay más.
Poquísimos años después. Desde la Junta, desde su Consejería de Educación, se decide que eso de las tablets está muy obsoleto y que ahora lo que molan son las pizarras electrónicas. Así que se decide recoger y tirar a la basura las pocas tablets que quedaban vivas, e instalar unas impresionantes pizarras electrónicas en cada aula. Con su correspondiente instalación aparte, por supuesto. Creo recordar que cada una costaba unos 3000-4000 euros ya puesta en marcha. Peeeeeero, como siempre hay un pero, como son instrumentos muy delicados y muy susceptibles al polvo de la tiza, hay que tirar todas las pizarras de tiza que hay en cada clase y sustituirlas por pizarras nuevas "de vileda", de las de rotulador, (cada rotulador te dura dos días y cuesta más de un euro), con otro sobrecoste (aún más) que sumar al de las propias pizarras electrónicas.
En fin, una maravilla.