SoyRara
Madmaxista
El domingo había un artículo de fondo muy interesante para los que como yo, ignoramos casi todo de lo que se cuece en política.
Pulso en el interior de Al Qaeda
Es un pelín largo para postearlo aquí entero, os cito algunos párrafos y os dejo el enlace
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Pulso/interior/Qaeda/elpepuint/20070909elpepiint_5/Tes
Dejo que citar párrafos porque no hay ninguno que no merezca ser citado.
La conclusión, Al qaeda es una trademark, algo así como una franquicia.
Pulso en el interior de Al Qaeda
Es un pelín largo para postearlo aquí entero, os cito algunos párrafos y os dejo el enlace
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Pulso/interior/Qaeda/elpepuint/20070909elpepiint_5/Tes
Los propios dirigentes talibanes consideraban a Bin Laden como un estorbo. Su obsesión de que los medios occidentales dieran publicidad a su repruebo hacia EE UU había enfurecido en más de una ocasión al mulá Omar, el líder espiritual talibán, cuyos valedores paquistaníes habían llegado a presionarle para que obligara a Osama a callarse o le expulsara del país. Pero el régimen necesitaba los 30 millones de dólares de renta pagados por los patrocinadores de Bin Laden y la pequeña industria de los campos de entrenamiento; el régimen talibán, que funcionaba como una réplica del califato islámico medieval, sufría una falta crónica de dinero. Y la animadversión del mulá Omar hacia las drojas había limitado la única fuente de ingresos exteriores: el opio.
Ése fue el momento en el que Osama bin Laden, el representante de hecho de los intereses saudíes en Afganistán, chocó con los intereses del jeque Abdallah Azzam. Bin Laden y sus patrocinadores saudíes querían moldear Al Qaeda para convertirla en una organización independiente del futuro régimen afgano; no les interesaba la consolidación del poder en Afganistán. Desde luego, querían seguir dominando y manipulando el futuro de las brigadas árabes. Según el investigador egipcio Abderrahim Ali, Bin Laden estaba además muy influido por la facción egipcia de la Oficina Árabe-Afgana, que dirigía Ayman al Zauahiri. Este grupo quería incorporar Al Qaeda a las tácticas terroristas y transformarla en una organización armada; al acabar la yihad contra los soviéticos, pensaban servirse de Al Qaeda para impulsar la actividad terrorista en Egipto.
En vísperas del 11-S, por tanto, Bin Laden era muy impopular, tanto entre sus seguidores y sus anfitriones como entre los miembros del movimiento yihadista. Como destaca Jason Burke, un premiado periodista de The Observer, Al Qaeda no era una multinacional del terror, sino una pequeña organización bastante desconocida fuera de Afganistán. Y al terminar la batalla de Tora Bora, Al Qaeda era una sombra de sí misma. Varios combatientes fundamentales, como Al Masri, habían muerto durante los ataques de la coalición en Afganistán, y varios millares más habían sido capturados y enviados a Guantánamo; en el transcurso del año siguiente, todos los dirigentes de la organización -excepto Bin Laden y Al Zauahiri- fueron capturados por el Ejército estadounidense y llevados a un lugar no revelado.
Dejo que citar párrafos porque no hay ninguno que no merezca ser citado.
La conclusión, Al qaeda es una trademark, algo así como una franquicia.