Le cito para decirle que estoy 100% de acuerdo con usted y que esta usted relatando mi caso.
Regularmente al baño cada 3-5 dias (depende de los ayunos intermedios o no intermedios que haga) y con 0 dolor o dificultad. Primera vez en 40 años de vida.
Fibra = azucares que el cuerpo no digiere que sirven para darle volumen a las heces (punto). A parte que dicha fibra ademas fermenta (genera un monton de gases).
Llevo sin gases un año.
El tema es que somos una especie versátil y adaptable, pero cuyos mecanismos adaptativos no evolucionaron para funcionar todos a la vez, ni todo el tiempo.
Cuando nos alimentamos principalmente de plantas y pequeños animales (verano-otoño), la fibra da masa al bolo fecal y ayuda a arrastrar todos los restos no digeridos del colon (exoesqueletos, pequeños huesos, semillas frutales, granos no masticados, etc...) mientras que el cuerpo recibe la señal de que es hora de acumular grasa para el invierno.
Nuestra flora bacteriana simbiótica participa en la asimilación de parte de lo que no podríamos absorber por nuestra cuenta. Si el tránsito intestinal y la flora están optimizados para esa alimentación, la producción de gases es mínima, porque ni la población está desmandada, ni el bolo fecal tiene tiempo de fermentar. A eso podríamos añadir que al ser verano, se bebe mucha más agua y se comen frutas jugosas (sandia, melón, uva, melocotón, ciruela...) lo que impide que el bolo se hidrate a costa de nuestro cuerpo y se atasque.
En cambio, cuando nuestra alimentación pasa a ser alternancia entre festines de caza mayor y ayunos prolongados (invierno-primavera), el proceso se revierte: ahora la alimentación es de mayor densidad nutricional y menor volumen, y apenas tiene desperdicio que expulsar. A eso añádase los ayunos forzados: el intestino reduce su velocidad de tránsito, la flora bacteriana fibrófaga decae o muere, la sensibilidad a la insulina se recupera, y el acceso a las reservas de grasa acumuladas en verano queda expedito. El acceso a líquidos también es menor debido a heladas y ausencia de fruta jugosa.
En esas condiciones, comer fibra sólo hará que la flora bacteriana se descompense (las cepas más resistentes a la inanición se descontrolan al no tener competencia) y encima tenga mucho más tiempo para fermentar y producir molestias. Añadamos un bolo fecal reducido y poco hidratado, et voilá truños como menhires de vibranio.
Enter la revolución agrícola y la cosa se empieza a torcer. De pronto se pasa a comer producto animal (casi) todo el año, mucha más fruta y verdura, y granos molidos (pista: ¿Tiene usted alas? Entonces es que no es un pájaro) y horneados en una forma de alimento energéticamente denso pero nutricionalmente pobre.
Como sigue habiendo más hambre que gula, la cosa no se va de progenitora, pero se empiezan a ver consecuencias adversas (malos dientes, malos huesos, debilidad general).
La puntilla llega con la revolución alimentaria del siglo pasado, que nos hace nadar en una abundancia artificial de alimentos baratos pero poco nutritivos (harinas, trigos modernos, Jarabes de fructosa) que encima están disponibles todo el año. Ya no hay alternancia entre fase de acumulación de grasa y fase de consumo de reservas, no la hay en el ciclo anual, pero es que ni siquiera la hay en el ciclo diario.
Ahora nuestros intestinos están cargados de bacterias y desechos, y como no ayudemos un poco empujando con fibra...
jovenlandesaleja: ser carnívoro y tomar fibra es un oxímoron absurdo. Si quiere desatascar un truño, pruebe con una cucharada sopera de aceite en ayunas, verá qué fino le va...