Se empieza por respetar a tus mayores por el simple hecho de que son tus mayores. Cuando se los respeta, con el tiempo se les valora en su justa medida después de haber sido héroes caídos en desgracia según íbamos creciendo. Y cuando respetas es posible que acabes amando pues el amor que no sabe de respeto es otra cosa... Y cuando amas no pides nada, solo gozas de esa vibración que te hace feliz y que te sobrepone de los páramos y los glaciares...
Amar es compartir más pendiente de dar que de recibir.
Dicho lo cual, dos cosas: no me extraña el desafecto por los padres y por la patria en personas que lo han tenido todo pero nunca fue suficiente y nunca tuvieron nada a sus ojos digno que ofrecer, ni siquiera la paciencia que reclaman para sí, ni la libertad que no sea la suya propia.
Amar a España tiene todo le sentido para una persona capaz de amar sin mirar lo que recibe a cambio. No es nuestro mérito ser españoles y por eso amar a España es además de un honor un acto de gratitud.
Demasiado para quien tiene el corazón como un higo y el cerebro como un barco a la deriva.
¡¡¡Viva España!!!