*Tema mítico* : 11M: las pruebas de la única autoría posible

Muy recomendable para refrescar la memoria los capítulos que han colgado en la página de atrás. La conclusión la de siempre. Si el PP no se quejó es que también le venía bien la mentira, sino es incomprensible.
 
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Muchas gracias por las grabaciones, a mi, como recuperador de imágenes e "historiador" de la TV en España, me parece fascinante. Estoy viendo los metadatos de los archivos y se me pone hasta mal cuerpo, la fecha y la hora exactas de cuando hicistes las capturas.

Ese día yo estaba en primero de la ESO, no se me olvidarán varias cosas de ese día, primero se hablaba de que era ETA y segundo, al salir de clase vi como los típicos coches tuning, en vez de tener regaetton puesto, ¡tenían la radio! me llamó mucho la atención.

Está claro que esto fué para quitar de enmedio a Aznar porque no interesaba... para comprender el 11-M hay que estudiar la política exterior de España en los primeros 2.000, el conflicto del Perejil, las relaciones de Aznar con USA...

Es curioso, ese día estaba yo en los chatas de Yahoo, donde nos juntábamos más de 1.000 personas por sesión, y recuerdo estar charlando con uno que decía ser de ETA y me aseguraba que ellos no habían sido.
Raro raro raro.
 
El PP se cago vivo y no supo llevar el agua a su molino.

Aznar ha sido el mejor presidente del R78 y actuó así.. progenitora mía que elites más blandurrias.

Un presidente patriota habría dicho lo que había y se habría responsabilizado de por ejemplo, declarar un estado de excepcion.
 
Según lo que he leído en este hilo (llevo unas cuantas páginas pero tengo previsto acabármelo en los próximos días), los que más escribís por aquí vais por la teoría de que lo que explotó en los trenes (o debajo de ellos), era explosivo militar y no dinamita. Cómo se explicaría entonces que en la pericial se encontrara DNT en el polvo de extintor (lo que, según entendí, concordaba con que se hubiera utilizado Titadyne?). Corregidme si erro en algún dato de los que he expuesto, pero llevo relativamente poco empapándome de todo lo relacionado con el 11M.

Ah, y se me olvidaba: qué me podéis contar de Maussili Kalaji? Qué papel juega en todo esto?
 
Según lo que he leído en este hilo (llevo unas cuantas páginas pero tengo previsto acabármelo en los próximos días), los que más escribís por aquí vais por la teoría de que lo que explotó en los trenes (o debajo de ellos), era explosivo militar y no dinamita. Cómo se explicaría entonces que en la pericial se encontrara DNT en el polvo de extintor (lo que, según entendí, concordaba con que se hubiera utilizado Titadyne?). Corregidme si erro en algún dato de los que he expuesto, pero llevo relativamente poco empapándome de todo lo relacionado con el 11M.

Ah, y se me olvidaba: qué me podéis contar de Maussili Kalaji? Qué papel juega en todo esto?

Olvídate de los explosivos; marearon la perdiz para tenernos entretenidos, que si Titadine, que si Goma Dos o que si Trilita con tirantes detonantes. Bajo el gobierno de Aznar, en funciones, trituraron todas las pruebas recogidas. De todos los vagones (fíjate las toneladas que serían), la única muestra que conservaron fue un tornillo, que además lavaron con acetona.

Maussili Kalaji pues como Jiñali Manoli, ¿qué shishi mas da, si eran todos confidentes de la policía?

A la hora de juzgar, todas esas pruebas eran esenciales, pero las destruyeron; y los encausados, todos controlados por la policía. ¿Para qué perder el tiempo con semejantes trampantojos?
 
Según lo que he leído en este hilo (llevo unas cuantas páginas pero tengo previsto acabármelo en los próximos días), los que más escribís por aquí vais por la teoría de que lo que explotó en los trenes (o debajo de ellos), era explosivo militar y no dinamita. Cómo se explicaría entonces que en la pericial se encontrara DNT en el polvo de extintor (lo que, según entendí, concordaba con que se hubiera utilizado Titadyne?). Corregidme si erro en algún dato de los que he expuesto, pero llevo relativamente poco empapándome de todo lo relacionado con el 11M.

Ah, y se me olvidaba: qué me podéis contar de Maussili Kalaji? Qué papel juega en todo esto?

Yo estoy todvía aprendiendo sobre eso, pero como pieza encaja como un agente triple de todos los enemigos de España (el Régimen del 78, los mismos radicales islámicos que pudira haber, y finalmente Francia):

- la policía española lo considera un agente muy bueno y especial. No solo a él, sinó a sus familiares directos.
- tine afinidad con los radicales y se infiltra
- está metido hasta las trancas en el 11-M
- cabe recordar que Siria fue un protectorado francés y tienen sus tentáculos ahí


En definitiva, aquí hay mucha tela que cortar:

- El policía que manipuló los teléfonos móviles del 11-M se infiltraba en grupos islamistas | elmundo.es


PUBLICADO EL 17/05/2005
El policía que manipuló los teléfonos móviles del 11-M se infiltraba en grupos islamistas



Actualizado jueves 18/05/2006 15:46 (CET)

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ANTONIO RUBIO
MADRID.- Se llama Maussili Kalaji, es español de origen sirio, policía nacional y propietario de la tienda de telefonía Test Ayman, donde se liberaron los teléfonos móviles empleados en las mochilas bomba del 11-M. Y también es el hombre que, gracias a sus conocimientos de tecnología y del mundo árabe, hizo posible que el 3 de abril de 2004 los GEO llegaran hasta el número 40 de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés (Madrid), donde se habían refugiado Jamal Ahmidam, 'El Chino'; Sherhane Ben Fakhet, 'El Tunecino'; Allekema Lamari, y el resto del comando Lavapiés que atentó en los trenes de la fin.

Maussili Kalaji, que, hasta este momento, no había salido a la luz pública, es un personaje de novela y uno de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que más sabe sobre el terrorismo islamista, tanto a nivel nacional como europeo. Kalaji conoce a la mayoría de los miembros que componen las células terroristas que operaban y operan en España porque coincidió con algunos de ellos en un campo de entrenamiento de la resistencia palestina.

Kalaji, que tiene 46 años, llegó a España desde su Siria natal en 1981 y consiguió la condición de refugiado político. Tres años más tarde, en 1984, adquirió la nacionalidad española "por los servicios prestados" a este país, y en 1989 entró a formar parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado como policía nacional dentro de la escala básica.

Carrera meteórica

La carrera profesional de Maussili Kalaji ha sido meteórica. Desde la escala básica pasó a la Comisaría General de Información (CGI), la elite de la Policía y, después, a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE). Más tarde prestó sus servicios en la Brigada de Policía Judicial y en la Unidad de Menores y terminó siendo escolta del juez Baltasar Garzón.

Sin embargo, en las últimas fechas se ha producido toda una serie de circunstancias en el entorno de Maussili Kalaji directamente relacionada con el 11-M que ha convertido al policía español en un personaje totalmente enigmático. Para algunos, es un héroe; para otros, un "testigo negativo", y para una minoría, un "hombre sospechoso".

La realidad en ocasiones supera la ficción y Kalaji es el ejemplo más vivo de ello. Conoce perfectamente a toda la comunidad siria que reside en España e, incluso, a todos los islamistas que, directa o indirectamente, participaron tanto en el 11-S como en el 11-M.

Kalaji es amigo de Imaz Edin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, que en estos momentos está siendo juzgado por su presunta participación en el los atentados de Nueva York y Washington. También estaba al tanto de quién era y a lo que se dedicaba Sherhane Ben Fakhet, 'El Tunecino'. Pero lo más importante es que Maussili Kalaji tenía infiltrados a sus confidentes en las células islamistas que operaban en España. Según personas cercanas al policía español, toda esa detallada y delicada información fue puesta a disposición de sus superiores antes, durante y después de la masacre de Madrid.

La historia de este sirioespañol no acaba ahí. La persona que traducía las escuchas telefónicas que la Comisaría General de Información realizaba a las diferentes células islamistas que operaban en España era Lina Kalaji, su hermana. EL MUNDO ha podido saber que Lina, que lleva 16 años como traductora, avisó en reiteradas ocasiones a sus jefes de que 'El Tunecino' era un hombre muy peligroso y que podía estar preparando alguna acción violenta. Es evidente que los avisos de la traductora no fueron escuchados por sus superiores.

Aún hay más. Se da la circunstancia de que una de las primeras policías que el mismo día 11 de Marzo llegaron y abrieron la furgoneta Renault Kangoo que los terroristas abandonaron en la estación de Alcalá de Henares es la ex mujer de Maussili Kalaji, Marisol.

Con los datos obtenidos en la furgoneta más con los de la mochila bomba que no explotó, los de los móviles adquiridos por la gente de Jamal Ahmidam en Bazar Top (la tienda de los indios) y los de la posterior liberación de esos teléfonos, los compañeros de Kalaji en la Comisaría General de Información llegaron hasta su establecimiento, Tecnología de Sistemas Telefónicos Ayman.

A partir de ese mismo instante, Maussili Kalaji comenzó a colaborar de lleno con sus ex compañeros de la Comisaría de Información y, gracias a él y a que había registrado los IMEI (números de identificación) de los móviles que Bazar Top le había pedido que liberara (manipulara para que admitieran una tarjeta de cualquier compañía y en cualquier modalidad, prepago o contrato), pudieron llegar hasta el piso de Leganés donde se había refugiado el comando terrorista que el 11-M atentó en los trenes de la fin.

Depresión

Tras el suicidio de los terroristas y las posteriores consecuencias, Maussili Kalaji solicitó -o le recomendaron que pidiera- la baja (en aquellos momentos estaba destinado en la Brigada Judicial de Madrid). En la actualidad, se encuentra apartado de la Policía por depresión. Algunos de los amigos y ex compañeros de Kalaji mantienen que ha sido apartado temporalmente del servicio porque sabe demasiado y se ha convertido en "testigo negativo" de algunos de los mandos de la Comisaría General de Información, que en la actualidad dirige el comisario Telesforo Rubio.

Según ha podido saber EL MUNDO, Kalaji ha sido objeto de vigilancia y control por parte de sus antiguos compañeros y por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Este periódico también sabe que fue llamado a la Audiencia Nacional por el juez Juan del Olmo para que explicara cómo y cuándo llegaron a su tienda los teléfonos móviles empleados en los atentados del 11-M y por orden de quién los liberó.

Pero, hasta el momento, las declaraciones judiciales de Kalaji no aparecen en ninguno de los tomos a los que el magistrado ha aplicado el levantamiento del secreto sumarial.

Kalaji, que se siente defensor de la causa palestina, tiene una alta formación intelectual y técnica. En su juventud, estuvo vinculado a la rama Al Fatah del movimiento palestino y fue instruido en el conocimiento de las armas y explosivos en varios de los campamentos que esa organización tiene en Oriente Próximo. También recaló durante un tiempo en la antigua URSS, donde complementó su formación como activista y agente secreto.

Kalaji, que domina varios idiomas y dialectos árabes, llegó a España en 1981, con 24 años, desde su Siria natal, y consiguió la condición de refugiado político. Desde su llegada a España, comenzó a trabajar con la Policía y con los servicios de Inteligencia y en 1984 consiguió la nacionalidad española por "los servicios prestados".

En 1989, llevó a cabo una de las operaciones más importantes que se han producido en Europa contra el terrorismo islamista.

El propio Garzón expuso la importancia de esa operación policial cuando, el 15 de julio de 2004, intervino en la Comisión parlamentaria de Investigación del 11-M y respondió a una de las preguntas del diputado popular Manuel Atencia Robledo sobre el terrorismo islamista en España: "Probablemente, hay un momento importante, si no recuerdo mal en 1989, cuando se descubre un barco que trae un cargamento de explosivos en latas de conserva por el puerto de Valencia.

Es ahí donde se inicia la atención por parte de la Comisaría General de Información [...] De modo que el peso principal de esas investigaciones las ha llevado la CGI y la Unidad de Información Exterior, ya que por aquella época desarrollaba esas investigaciones y en un tanto por ciento muy elevado las he dirigido yo o mi Juzgado [...] Esta es la situación hasta 2001, en que se producen los atentados del 11-S".

Un año después de esa operación, exactamente el 23 de noviembre de 1990, y tal como consta en un documento interno de la Comisaría General de Información que está en poder de EL MUNDO, Maussili Kalaji (policía en prácticas), junto con otros comisarios, inspectores y directivos de la Policía, fue recompensado por Interior con una «felicitación pública tipo C".

Kalaji logró colocar dentro de aquella célula terrorista a uno de sus hombres, Mohamed Arabi, que fue quien alertó del cargamento de explosivos que llegó al puerto de Valencia en noviembre de 1989 y que venía camuflado en una partida de latas de conserva de tomate procedentes del Líbano.
Junto a los explosivos que llegaron hasta el puerto de Valencia, y en el mismo contenedor, la Policía localizó granadas de mano y detonadores. Los detenidos, un total de ocho, pertenecían al grupo radical Hizbulá [Los hijos de Dios] y cuatro de ellos eran iraquíes.

Con posterioridad a esa operación, la Policía localizó en un piso de Valencia más explosivos y documentación con croquis y manuales para la fabricación de artefactos, así como pasaportes falsos para ser usados por los miembros de la célula terrorista islamista que se había organizado en la capital levantina.

Durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, tres de los chiítas implicados en el envío de los explosivos desde el Líbano a España reconocieron que el material que se les incautó estaba destinado a atentar contra bases de EEUU en Europa, así como contra embajadas norteamericanas, francesas, kuwaitíes y de Arabia Saudí.

Se da la circunstancia de que el confidente que Maussili Kalaji utilizó en 1989 para desarticular el comando terrorista que pretendía atentar contra intereses norteamericanos en Europa es el mismo que intervino en la 'operación Dátil'. Esa acción policial, llevada a cabo en noviembre de 2001 y dividida en cuatro fases, fue la que permitió detener a todos los imputados que hoy se sientan en el banquillo de los acusados por el 11-S en España y cuya organización presuntamente dirigía Abu Dahdah.

Según ha podido saber este periódico, Kalaji se enfrentó a sus superiores con la ayuda del juez Garzón cuando el confidente Mohamed Arabi fue detenido en la operación Dátil como un miembro más de la organización de Abu Dahdah. Finalmente, Garzón escuchó a Kalaji, reconoció que Arabi había colaborado en las investigaciones y lo puso en libertad.

Su futuro policial cada día es más oscuro. EL MUNDO sabe que está recibiendo presiones de sus antiguos jefes para que no hable con ningún periodista y que ya se han iniciado los trámites administrativos correspondientes para que consiga una jubilación anticipada por su actual situación: estado depresivo.

El comportamiento de Maussili Kalaji antes, durante y después del 11-M sigue siendo una incógnita. Unos, sus amigos, consideran que es un héroe. Otros, sus jefes, piensan que es un testigo negativo. Y los servicios de Inteligencia todavía lo señalan como un sospechoso.

Controló al sirio Monzer Al-Kassar

Maussili Kalaji conoce a la perfección toda la comunidad siria en España y, además, fue el agente español que se encargó de escuchar y traducir todas las conversaciones telefónicas de Monzer Al-Kassar, presunto traficante de armas que fue imputado por el juez Baltasar Garzón por su presunta colaboración en el secuestro del barco italiano 'Achille Lauro'.

El secuestro de este buque fue llevado a cabo en 1985, y en 1992 el magistrado Garzón imputó a Al-Kassar -sirio residente en Marbella y representante del Gobierno español en algunas operaciones de venta de armas a terceros países- una presunta pertenencia al grupo terrorista islámista Frente Popular para la Liberación de Palestina (liderado por 'Abu Abbas'), asesinato consumado, pertenencia a banda armada y organización terroristas, asesinato frustrado, detención ilegal y piratería.

Kalaji, como miembro de la Comisaría de Información y por orden del magistrado, controló de cerca tanto a Al-Kassar como a su familia; pero finalmente el sirio amigo de Alonso Manglano, ex director del Cesid, y de Rafael Vera, ex secretario de Estado de Interior, salió absuelto de todos los cargos que le imputó Garzón.
 
Última edición:
Yo estoy todvía aprendiendo sobre eso, pero como pieza encaja como un agente triple de todos los enemigos de España (el Régimen del 78, los mismos radicales islámicos que pudira haber, y finalmente Francia):

- la policía española lo considera un agente muy bueno y especial. No solo a él, sinó a sus familiares directos.
- tine afinidad con los radicales y se infiltra
- está metido hasta las trancas en el 11-M
- cabe recordar que Siria fue un protectorado francés y tienen sus tentáculos ahí


En definitiva, aquí hay mucha tela que cortar:

- El policía que manipuló los teléfonos móviles del 11-M se infiltraba en grupos islamistas | elmundo.es


PUBLICADO EL 17/05/2005
El policía que manipuló los teléfonos móviles del 11-M se infiltraba en grupos islamistas



Actualizado jueves 18/05/2006 15:46 (CET)

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ANTONIO RUBIO
MADRID.- Se llama Maussili Kalaji, es español de origen sirio, policía nacional y propietario de la tienda de telefonía Test Ayman, donde se liberaron los teléfonos móviles empleados en las mochilas bomba del 11-M. Y también es el hombre que, gracias a sus conocimientos de tecnología y del mundo árabe, hizo posible que el 3 de abril de 2004 los GEO llegaran hasta el número 40 de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés (Madrid), donde se habían refugiado Jamal Ahmidam, 'El Chino'; Sherhane Ben Fakhet, 'El Tunecino'; Allekema Lamari, y el resto del comando Lavapiés que atentó en los trenes de la fin.

Maussili Kalaji, que, hasta este momento, no había salido a la luz pública, es un personaje de novela y uno de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que más sabe sobre el terrorismo islamista, tanto a nivel nacional como europeo. Kalaji conoce a la mayoría de los miembros que componen las células terroristas que operaban y operan en España porque coincidió con algunos de ellos en un campo de entrenamiento de la resistencia palestina.

Kalaji, que tiene 46 años, llegó a España desde su Siria natal en 1981 y consiguió la condición de refugiado político. Tres años más tarde, en 1984, adquirió la nacionalidad española "por los servicios prestados" a este país, y en 1989 entró a formar parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado como policía nacional dentro de la escala básica.

Carrera meteórica

La carrera profesional de Maussili Kalaji ha sido meteórica. Desde la escala básica pasó a la Comisaría General de Información (CGI), la elite de la Policía y, después, a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE). Más tarde prestó sus servicios en la Brigada de Policía Judicial y en la Unidad de Menores y terminó siendo escolta del juez Baltasar Garzón.

Sin embargo, en las últimas fechas se ha producido toda una serie de circunstancias en el entorno de Maussili Kalaji directamente relacionada con el 11-M que ha convertido al policía español en un personaje totalmente enigmático. Para algunos, es un héroe; para otros, un "testigo negativo", y para una minoría, un "hombre sospechoso".

La realidad en ocasiones supera la ficción y Kalaji es el ejemplo más vivo de ello. Conoce perfectamente a toda la comunidad siria que reside en España e, incluso, a todos los islamistas que, directa o indirectamente, participaron tanto en el 11-S como en el 11-M.

Kalaji es amigo de Imaz Edin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, que en estos momentos está siendo juzgado por su presunta participación en el los atentados de Nueva York y Washington. También estaba al tanto de quién era y a lo que se dedicaba Sherhane Ben Fakhet, 'El Tunecino'. Pero lo más importante es que Maussili Kalaji tenía infiltrados a sus confidentes en las células islamistas que operaban en España. Según personas cercanas al policía español, toda esa detallada y delicada información fue puesta a disposición de sus superiores antes, durante y después de la masacre de Madrid.

La historia de este sirioespañol no acaba ahí. La persona que traducía las escuchas telefónicas que la Comisaría General de Información realizaba a las diferentes células islamistas que operaban en España era Lina Kalaji, su hermana. EL MUNDO ha podido saber que Lina, que lleva 16 años como traductora, avisó en reiteradas ocasiones a sus jefes de que 'El Tunecino' era un hombre muy peligroso y que podía estar preparando alguna acción violenta. Es evidente que los avisos de la traductora no fueron escuchados por sus superiores.

Aún hay más. Se da la circunstancia de que una de las primeras policías que el mismo día 11 de Marzo llegaron y abrieron la furgoneta Renault Kangoo que los terroristas abandonaron en la estación de Alcalá de Henares es la ex mujer de Maussili Kalaji, Marisol.

Con los datos obtenidos en la furgoneta más con los de la mochila bomba que no explotó, los de los móviles adquiridos por la gente de Jamal Ahmidam en Bazar Top (la tienda de los indios) y los de la posterior liberación de esos teléfonos, los compañeros de Kalaji en la Comisaría General de Información llegaron hasta su establecimiento, Tecnología de Sistemas Telefónicos Ayman.

A partir de ese mismo instante, Maussili Kalaji comenzó a colaborar de lleno con sus ex compañeros de la Comisaría de Información y, gracias a él y a que había registrado los IMEI (números de identificación) de los móviles que Bazar Top le había pedido que liberara (manipulara para que admitieran una tarjeta de cualquier compañía y en cualquier modalidad, prepago o contrato), pudieron llegar hasta el piso de Leganés donde se había refugiado el comando terrorista que el 11-M atentó en los trenes de la fin.

Depresión

Tras el suicidio de los terroristas y las posteriores consecuencias, Maussili Kalaji solicitó -o le recomendaron que pidiera- la baja (en aquellos momentos estaba destinado en la Brigada Judicial de Madrid). En la actualidad, se encuentra apartado de la Policía por depresión. Algunos de los amigos y ex compañeros de Kalaji mantienen que ha sido apartado temporalmente del servicio porque sabe demasiado y se ha convertido en "testigo negativo" de algunos de los mandos de la Comisaría General de Información, que en la actualidad dirige el comisario Telesforo Rubio.

Según ha podido saber EL MUNDO, Kalaji ha sido objeto de vigilancia y control por parte de sus antiguos compañeros y por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Este periódico también sabe que fue llamado a la Audiencia Nacional por el juez Juan del Olmo para que explicara cómo y cuándo llegaron a su tienda los teléfonos móviles empleados en los atentados del 11-M y por orden de quién los liberó.

Pero, hasta el momento, las declaraciones judiciales de Kalaji no aparecen en ninguno de los tomos a los que el magistrado ha aplicado el levantamiento del secreto sumarial.

Kalaji, que se siente defensor de la causa palestina, tiene una alta formación intelectual y técnica. En su juventud, estuvo vinculado a la rama Al Fatah del movimiento palestino y fue instruido en el conocimiento de las armas y explosivos en varios de los campamentos que esa organización tiene en Oriente Próximo. También recaló durante un tiempo en la antigua URSS, donde complementó su formación como activista y agente secreto.

Kalaji, que domina varios idiomas y dialectos árabes, llegó a España en 1981, con 24 años, desde su Siria natal, y consiguió la condición de refugiado político. Desde su llegada a España, comenzó a trabajar con la Policía y con los servicios de Inteligencia y en 1984 consiguió la nacionalidad española por "los servicios prestados".

En 1989, llevó a cabo una de las operaciones más importantes que se han producido en Europa contra el terrorismo islamista.

El propio Garzón expuso la importancia de esa operación policial cuando, el 15 de julio de 2004, intervino en la Comisión parlamentaria de Investigación del 11-M y respondió a una de las preguntas del diputado popular Manuel Atencia Robledo sobre el terrorismo islamista en España: "Probablemente, hay un momento importante, si no recuerdo mal en 1989, cuando se descubre un barco que trae un cargamento de explosivos en latas de conserva por el puerto de Valencia.

Es ahí donde se inicia la atención por parte de la Comisaría General de Información [...] De modo que el peso principal de esas investigaciones las ha llevado la CGI y la Unidad de Información Exterior, ya que por aquella época desarrollaba esas investigaciones y en un tanto por ciento muy elevado las he dirigido yo o mi Juzgado [...] Esta es la situación hasta 2001, en que se producen los atentados del 11-S".

Un año después de esa operación, exactamente el 23 de noviembre de 1990, y tal como consta en un documento interno de la Comisaría General de Información que está en poder de EL MUNDO, Maussili Kalaji (policía en prácticas), junto con otros comisarios, inspectores y directivos de la Policía, fue recompensado por Interior con una «felicitación pública tipo C".

Kalaji logró colocar dentro de aquella célula terrorista a uno de sus hombres, Mohamed Arabi, que fue quien alertó del cargamento de explosivos que llegó al puerto de Valencia en noviembre de 1989 y que venía camuflado en una partida de latas de conserva de tomate procedentes del Líbano.
Junto a los explosivos que llegaron hasta el puerto de Valencia, y en el mismo contenedor, la Policía localizó granadas de mano y detonadores. Los detenidos, un total de ocho, pertenecían al grupo radical Hizbulá [Los hijos de Dios] y cuatro de ellos eran iraquíes.

Con posterioridad a esa operación, la Policía localizó en un piso de Valencia más explosivos y documentación con croquis y manuales para la fabricación de artefactos, así como pasaportes falsos para ser usados por los miembros de la célula terrorista islamista que se había organizado en la capital levantina.

Durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, tres de los chiítas implicados en el envío de los explosivos desde el Líbano a España reconocieron que el material que se les incautó estaba destinado a atentar contra bases de EEUU en Europa, así como contra embajadas norteamericanas, francesas, kuwaitíes y de Arabia Saudí.

Se da la circunstancia de que el confidente que Maussili Kalaji utilizó en 1989 para desarticular el comando terrorista que pretendía atentar contra intereses norteamericanos en Europa es el mismo que intervino en la 'operación Dátil'. Esa acción policial, llevada a cabo en noviembre de 2001 y dividida en cuatro fases, fue la que permitió detener a todos los imputados que hoy se sientan en el banquillo de los acusados por el 11-S en España y cuya organización presuntamente dirigía Abu Dahdah.

Según ha podido saber este periódico, Kalaji se enfrentó a sus superiores con la ayuda del juez Garzón cuando el confidente Mohamed Arabi fue detenido en la operación Dátil como un miembro más de la organización de Abu Dahdah. Finalmente, Garzón escuchó a Kalaji, reconoció que Arabi había colaborado en las investigaciones y lo puso en libertad.

Su futuro policial cada día es más oscuro. EL MUNDO sabe que está recibiendo presiones de sus antiguos jefes para que no hable con ningún periodista y que ya se han iniciado los trámites administrativos correspondientes para que consiga una jubilación anticipada por su actual situación: estado depresivo.

El comportamiento de Maussili Kalaji antes, durante y después del 11-M sigue siendo una incógnita. Unos, sus amigos, consideran que es un héroe. Otros, sus jefes, piensan que es un testigo negativo. Y los servicios de Inteligencia todavía lo señalan como un sospechoso.

Controló al sirio Monzer Al-Kassar

Maussili Kalaji conoce a la perfección toda la comunidad siria en España y, además, fue el agente español que se encargó de escuchar y traducir todas las conversaciones telefónicas de Monzer Al-Kassar, presunto traficante de armas que fue imputado por el juez Baltasar Garzón por su presunta colaboración en el secuestro del barco italiano 'Achille Lauro'.

El secuestro de este buque fue llevado a cabo en 1985, y en 1992 el magistrado Garzón imputó a Al-Kassar -sirio residente en Marbella y representante del Gobierno español en algunas operaciones de venta de armas a terceros países- una presunta pertenencia al grupo terrorista islámista Frente Popular para la Liberación de Palestina (liderado por 'Abu Abbas'), asesinato consumado, pertenencia a banda armada y organización terroristas, asesinato frustrado, detención ilegal y piratería.

Kalaji, como miembro de la Comisaría de Información y por orden del magistrado, controló de cerca tanto a Al-Kassar como a su familia; pero finalmente el sirio amigo de Alonso Manglano, ex director del Cesid, y de Rafael Vera, ex secretario de Estado de Interior, salió absuelto de todos los cargos que le imputó Garzón.

Dejad de enredar con tonterías que no llevan a ningún sitio: ese tío trabajaba para los servicios de inteligencia. Cobra por estar de baja por depresión, o sea, 'retiro dorado' y cotizando. Eso pretendían éstos:

Los mossos que abatieron a terroristas demandan al Govern
 
Lo que más llama la atención es la mega-casualidad que los móviles "usados" en los atentados fueron liberados en una tienda propidad de Kalaji.

O eso se alega, que se usaron móviles, porque se podrían haber detonado las bombas con otra cosa, con radio control remoto, y luego meter móviles como prueba falsa, que sirven para ir a detener a cabezas de turco que se "suicidad" y se cierra el caso.

O sea:

- sectores de la policía "sanos" dicen que un policía sirio muy especial (que infiltra, traduce, etc, a terroristas islámicos) les libera a estos últimos móviles para atentar.

- no lo llevan a juicio y lo ponen como testigo protegido.

Por lo tanto:

- o realmente liberó móviles para atentar y aún y así el R78 lo protege (si la versión oficial de los móviles es cierta, que es de ciencia ficción).

- o fue un fabricador de pruebas falsas (junto a su mujer, y hermana, ambas policías o trabajando para la policía) para cargar el muerto a quienes conviene que luego se suicidan (y el R78 lo protege también).

En todo caso es culpable de algo colosal y el R78 lo protege.

Detrás del tipo, como dice Priede, el CNI, y el R78 en definitiva. Que quieren tapar que no fueron islamistas árabes realmente (o no los que nos dicen, o no sólo los que nos dicen) sinó terroristas con una jerarquía occidental detrás (USA, Francia y la misma casta traidora española del R78)
 
Lo que más llama la atención es la mega-casualidad que los móviles "usados" en los atentados fueron liberados en una tienda propidad de Kalaji.

O eso se alega, que se usaron móviles, porque se podrían haber detonado las bombas con otra cosa, con radio control remoto, y luego meter móviles como prueba falsa, que sirven para ir a detener a cabezas de turco que se "suicidad" y se cierra el caso.

O sea:

- sectores de la policía "sanos" dicen que un policía sirio muy especial (que infiltra, traduce, etc, a terroristas islámicos) les libera a estos últimos móviles para atentar.

- no lo llevan a juicio y lo ponen como testigo protegido.

Por lo tanto:

- o realmente liberó móviles para atentar y aún y así el R78 lo protege (si la versión oficial de los móviles es cierta, que es de ciencia ficción).

- o fue un fabricador de pruebas falsas (junto a su mujer, y hermana, ambas policías o trabajando para la policía) para cargar el muerto a quienes conviene que luego se suicidan (y el R78 lo protege también).

En todo caso es culpable de algo colosal y el R78 lo protege.

Detrás del tipo, como dice Priede, el CNI, y el R78 en definitiva. Que quieren tapar que no fueron islamistas árabes realmente sinó terroristas muy occidentales del Estado profundo yankee-hispano-francés.

Muy bien explicado. Por eso no merece la pena perder el tiempo con él. Hombre, para demostrar que todo lo que nos contaron es falso, pues está bien; pero eso ya lo sabemos desde hace muchos años, así que volver a lo mismo no es avanzar sino retroceder.
 
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