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Será en Octubre
Los polacos temen una invasión de Rusia y están lanzándose a comprar casas en la Costa del Sol
Las advertencias de líderes occidentales de una posible escalada entre Rusia y la OTAN en los próximos años ha provocado que los polacos empiecen a comprar casa en zonas como Marbella y Estepona
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UN 'PLAN B' EN CASO DE GUERRA
Los polacos temen una oleada turística de Rusia y están lanzándose a comprar casas en la Costa del Sol
Las advertencias de líderes occidentales de una posible escalada entre Rusia y la OTAN en los próximos años ha provocado que los polacos empiecen a comprar casa en zonas como Marbella y Estepona
En Estepona, a pocos kilómetros de la playa, está la casa en la que se instalará Paulina con su familia. A finales de mes, viajará con sus dos hijos desde Varsovia para empezar una nueva vida en un apartamento con terraza, tres habitaciones y piscina comunitaria. "Cuando entras en un sitio tienes que sentirte bien, te tiene que dar esa sensación. Y eso nos pasó con esta casa", explica. Este lugar será el nuevo hogar de Paulina y su familia, pero a su alrededor se encontrarán con muchas otras personas de su misma nacionalidad.
Desde finales del año pasado, miles de polacos buscan casas en zonas de la Costa del Sol como Marbella por miedo a que su país pueda entrar en una guerra con Rusia. "Si va a pasar, prefiero irme antes y poder dar la posibilidad a mis hijos de empezar en otra parte de Europa donde la amenaza rusa no esté tan presente", afirma.
Para los ciudadanos polacos, España ya no es un destino atractivo solo por su clima. Cuando empezó la guerra de Ucrania en 2022, las compras de apartamentos y casas en esta región mediterránea se multiplicaron. El pico de los últimos meses ha coincidido con las declaraciones de varios líderes occidentales sobre una posible escalada entre la OTAN y Rusia en los próximos años si Ucrania pierde la guerra. Especialmente duras fueron las palabras de Donald Tusk, primer ministro polaco, que afirmó que Europa está "en una época de preguerra".
Si se cumpliera el peor de los escenarios, Paulina se sentiría segura en su casa de Estepona. La polaca nunca pensó que tendría que imaginarse este escenario en el que puede haber una guerra en su país, como tampoco lo imaginaban los ucranianos antes del 24 de febrero de 2022. "Nos tocó muy cerca y es algo que no podemos esconder o dejar de prestarle atención. Creo que si tenemos la oportunidad de poder irnos ahora, hay que aprovecharla", sostiene Paulina en entrevista con este periódico.
Esta semana, firmará el contrato de la venta de la casa a través de su hermana Katarzyna. A pesar de que el buen tiempo y la playa son factores importantes para haber escogido la Costa como su nuevo hogar, también ha influido que una parte de la familia lleve años viviendo en Marbella. Katarzyna Gonzalez es precisamente una de las agentes inmobiliarias que trabaja para clientes polacos.
Gonzalez, afincada en la Costa del Sol desde 2016, ha visto desde cerca cómo ha cambiado el mercado de los compradores de su país de origen. "Antes compraban más en Alicante porque veían esta zona como más lujosa y con menos pisos de obra nueva, que es lo que más buscan", explica a El Confidencial. El el bichito empezó a cambiar esta tendencia y lugares como Estepona, Higuerón o Manilva empezaron a estar en el foco de los futuros compradores polacos. "Con la guerra de Ucrania todo cambió del todo porque la gente tenía miedo de que les pasara lo mismo que a los ucranianos, que un día se levantaran con los tanques rusos en su país y que lo perdieran todo. Por eso compraron rápidamente una casa aquí, para que si eso pasa puedan llegar y tengan una casa", afirma la agente inmobiliaria.
Los temores a una futura escalada con Rusia han potenciado las compras de viviendas en la Costa del Sol, específicamente por parte de inversores que realizan casi todo el proceso de venta de forma online. "Ahora vienen familias con niños, mucho más que antes, pero sobre todo está subiendo el perfil de comprador que ya no quiere invertir en Polonia porque no sabe qué pasará con su país", continúa Katarzyna Gonzalez. En casi todos los casos, el cliente y la agente hablan primero por teléfono (uno desde Polonia, el otro desde España) para hablar sobre las características de la vivienda que busca el interesado. "Tuve un cliente hace unos días que vino por solo un día, tuvimos tres citas y en la última casa hizo una oferta de compra. Muchas personas quieren hacerlo de la manera más rápida posible".
Todas las inmobiliarias y agentes consultados por este periódico coinciden en una subida significativa de las compras de casas y apartamentos por parte de ciudadanos polacos, aunque es difícil establecer una cifra exacta. TM Grupo Inmobiliario, una de las más grandes de la zona, afirma que el porcentaje de clientes de este país subió en 2022 un 20%, y en lo que llevamos de 2024, el crecimiento ha llegado al 35%. Además, según los datos de Registradores de España, la participación de los polacos en el mercado español ha pasado del 1.6% en 2019 al 3.6% el año pasado.
Esta subida también ha venido acompañada de un cambio en el perfil de los compradores. De una persona con un alto nivel adquisitivo y que buscaba el lujo, el mercado ha pasado a incluir a aquellas personas que compra apartamentos más pequeños. "Son de nivel medio alto porque esta zona sigue siendo más cara que otras como Alicante y buscan casas modernas de nueva construcción. Podríamos decir que el presupuesto ronda entre los 400.000 y los 500.000 euros", afirma Natalia Genewska, directora de la inmobiliaria Solhouse Marbella.
Un 'refugio' en Nueva Andalucía
Los millonarios siguen, sin embargo, muy presentes en esta zona. A poco más de 9 kilómetros del casco histórico de Marbella, las puertas de una casa de la urbanización Nueva Andalucía están abiertas para los agentes inmobiliarios y futuros compradores. Es obligatorio utilizar una protección de papel para los zapatos antes de entrar en la vivienda de más de 200 metros cuadrados.
La moderna construcción y decoración de la casa llega a su punto álgido en la terraza, con piscina privada, zona chill-out, barra de bar y unas vistas con el mar en el horizonte. A la visita acuden agentes como Leo Vojvodic, de la inmobiliaria Alegria Real Estate, para hacer los primeros videos y fotos de la propiedad que luego ofrecerá a sus futuros clientes. Seguramente haya algún polaco entre ellos, teniendo en cuenta el aumento del 30% de compradores de este país que ha notado el corredor en los últimos meses. Solamente los más acomodados se plantearán comprar esta vivienda de más de 3 millones de euros. "Vine aquí con una clienta polaca la semana pasada pero no le gustaba. Buscaba algo más grande y de su gusto", comenta Genewska.
Una casa con características parecidas fue la que buscó Katarzyna Kowalska (nombre falso) y su familia en 2022. "Estábamos buscando un apartamento grande, de aproximadamente 200 metros cuadrados, nuevo, con bonitas vistas y buena ubicación, relativamente cerca de la playa, con posibilidad de ir en bicicleta de manera segura, en un distrito seguro y con buena seguridad. Y lo logramos", recuerda Kowalska.
La familia no planea, por ahora, volver a su Polonia natal y ha empezado una vida en Marbella. Su calidad de vida ha mejorado, afirma, y tanto los padres como su hija han encontrado su lugar en la ciudad. Han dejado atrás el miedo que sintieron en 2022. "La sensación de peligro era omnipresente, el número de personas que huían de Ucrania era enorme, fue una experiencia muy difícil y estresante para nosotros, no sabíamos cómo terminaría todo, queríamos sentirnos seguros y garantizar esa seguridad para nuestra hija", sostiene Katarzyna Kowalska a este periódico.
A diferencia de los inversores que compran una vivienda en la Costa del Sol para no vivir en ella, las familias polacas que llegan a esta zona lo hacen para intentar mejorar el futuro de sus hijos. Paulina lo hizo para que no viviera con esa sensación de peligro constante, Katarzyna Kowalska para que su hija pudiera estar segura y la agente inmobiliaria Natalia Genewska también ha visto casos en los que el temor es que los hijos adolescentes sean reclutados. "Tienen miedo de que les obliguen a hacer el servicio militar o que tengan que ir a la guerra en un futuro. También he tenido clientes que me han contado eso. Quieren proteger a su país, pero temen por el futuro de sus hijos y por eso buscan empadronarse aquí", afirma Genewska.
Busco casa en Marbella (sin salir de Polonia)
Al igual que agentes inmobiliarios procedentes de Polonia, como Natalia Genewska y Katarzyna Gonzalez, buscan viviendas para los clientes de este país, también hay españoles que hacen lo mismo desde allí. Alfredo Izquierdo llegó a Polonia poco antes de que estallara la burbuja del mercado inmobiliario en 2008.
Durante años, estuvo involucrado en la venta de inmuebles propiedad de inversores españoles en Varsovia y ahora se centra en la venta de casas en España por parte de clientes polacos. "Desde principios de este año, el aumento del interés ha sido enorme. Tengo el triple de clientes que en las mismas fechas del año pasado", afirma Izquierdo.
Uno de los proyectos del director de la oficina inmobiliaria de CasaViva, en el distrito Wilanów de Varsovia, es un complejo de viviendas en Estepona, de siete bloques de tres plantas cada uno. El proyecto Atica Homes contará con 132 viviendas, piscina comunitaria y parque infantil y los pisos van desde los 59 hasta los 138 metros cuadrados. Los primeros se venden por 186.000 euros, los segundos cuestan más de 500.000 euros. "Hoy ya he tenido tres clientes muy interesados en comprar. Y es temprano en la tarde de un lunes. No recuerdo haber tenido nunca más trabajo del que he tenido desde principios de este año", sostiene Izquierdo.
Respecto a sus clientes, coincide en que hay una parte que son lo suficientemente ricos como para comprarse una propiedad de dos millones de euros aunque desde la oleada turística de Rusia a Ucrania, otro tipo de personas han tocado la puerta de su oficina. "Hace un año, el 90% de los contratos que firmamos eran de personas que se preparaban para jubilarse. La mayoría de las veces, una pareja que había criado hijos, hecho carrera y ahorrado dinero. El presupuesto que tenían era de 300.000 a 400.000 euros", afirma el agente inmobiliario español.
Desde principios de este año, han llegado clientes más jóvenes y con presupuestos más reducidos, hasta de 150.000 euros. Además de la Costa del Sol, también están interesados en zonas de Alicante como Calpe y Torrevieja. Por otro lado, la alta inflación en Polonia y los precios cada vez más altos en el mercado inmobiliario nacional han animado a muchos de los compradores a apostar por viviendas cerca de las playas españolas.
Los inversores lituanos apuestan por España
Los ciudadanos polacos no son los únicos que están interesados en España. Kristina, residente en Vilna, la capital de Lituania, dice que tanto ella como su familia están enamorados de España desde hace años. Hace tiempo, viajaban a zonas de la costa para escapar el sombrío clima lituano, pero hace dos años que tomaron la decisión de mudarse a España permanentemente. Además de las altas temperaturas en comparación con las de su ciudad natal, la situación geopolítica fue clave para dar el paso porque se sentía insegura en su propio hogar. Por poco más de 100.000 euros, Kristina se compró una casa con su familia en Alicante.
Sonata Norkienė, que trabaja para la empresa IS Real Estate, asegura que el interés de los lituanos por el sector inmobiliario en España también ha crecido considerablemente. Sin embargo, no todos acaban decidiéndose. "Muchos de ellos quieren ver las propiedades que podrían comprar si la situación en Lituania cambia", afirma Norkienė.
Los países bálticos se encuentran en un momento especialmente tenso, después de señales de alarma como la que lanzaron los servicios de inteligencia de Estonia. En un informe, aseguraron que el Kremlin planea duplicar sus tropas en la frontera con los países bálticos y Finlandia para preparar una confrontación militar con Occidente en la próxima década.
Este escenario ha potenciado una tendencia que ya empezó con la guerra de Ucrania y que está marcada por un aumento del interés por parte de los inversores. Según la agente inmobiliaria lituana, la mayoría de los interesados deciden vender algunas de sus casas en Vilna y comprar propiedades en España. "Solo el 5% de los clientes de nuestra agencia compran inmuebles para vivir. La gran mayoría compra con la intención de alquilar, obtener ingresos pasivos y venir a España de vacaciones un par de veces al año", sostiene.
Además de España, los ciudadanos de países como Polonia y Lituania también están interesados en otros mercados como el de Italia y Chipre. La tendencia sigue en auge, especialmente en zonas como la Costa del Sol, aunque los expertos afirman que las compras no son tan impulsivas como podría parecer en una situación de pánico por la situación política. "La gente no gasta cientos de miles de zlotys (la moneda polaca) presa del pánico. La compra de propiedades en el extranjero forma parte de la forma de responder a una situación en la que surge una amenaza", afirma el profesor Tomasz Grzyb, psicólogo social de la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades de Varsovia.
Sin embargo, la oleada turística rusa a gran escala de Ucrania no comenzó ayer, sino hace más de dos años. "Necesitábamos tiempo para que pasara el shock de incredulidad de que en 2022 se estuviera librando una guerra tradicional en Europa. Solo cuando pasó el shock pudimos hacernos preguntas: ¿Qué sigue? ¿Tengo un plan B en caso de guerra? Y ese plan B es tratar de encontrar un refugio seguro en un lugar que parezca seguro", explica el profesor.
Falta menos de un mes para que Paulina y su familia tomen el vuelo de la capital polaca hasta Málaga. De ahí llegarán a su nueva casa en Estepona. No quiere planear cuánto tiempo pasará en España, ni qué pasará en su país, pero para ella lo importante es que sus hijos estén motivados. "Saben que pasarán tiempo en la playa y se lo están diciendo a sus profesores y amigos del colegio. Al principio no les creían, hasta que los padres de sus amigos nos lo preguntaron. Tuvimos que confirmar la noticia: nos mudamos a España. Los niños están muy emocionados".