Buenas tardes, la verdad es que me he topado con este hilo y creo que llevo registrado en este foro más de 11 años. Justamente, he estado recuperando de mi disco duro unos fragmentos grabados de la TV de ese mismo día que un conforero publicó en 2.022 y se me han puesto los pelos de punta.
Primero, transmitirte una sincera felicitación por toda la información que has publicado, parto de la base de varias cosas que quiero contar desde mi intimidad personal, yo ese día, 11 de Marzo de 2.004, tenía 12 años, estaba en primero de la ESO, yo no me enteré de nada hasta las 11:30 de la mañana cuando la profesora de lengua nos dijo textualmente "ha habido un atentado de la ETA con bombas en trenes en Madrid". Ese día salí de clase donde mi padre me recogió, jamás olvidaré como los canis con el coche tuneado tenían puesta la radio con las noticias a todo volumen en vez de la música ratonera que habitualmente sonaba por los altavoces. Desde entonces, vi que muchas "cosas turbias" estaban empezándose a mover, lo de la explosión del piso, la profanación de la tumba del GEO muerto, etc... muchos movimientos "raros". No olía nada bien.
A mi quizás lo que más lástima me da es la pobre gente que falleció, trabajadora, simple, honrada. He leído recientemente el libro de Lorenzo Ramirez y bueno, creo que refleja con aproximación lo que más o menos todos pensamos.
Quiero contar una cosa, yo soy de los que opina que también los artefactos explosivos se colocaron en el interior de los trenes mientras dormían en cocheras. Si chavales aficionados a pintar graffitis se cuelan en pleno 2.024 a pintar como quieren los trenes y saben por donde el tren va a circular perfectamente para echarle la foto, no es nada descabellado que los autores materiales se colaran conociendo de antemano que tren va a circular por que o cual zona y dejarlo todo "preparado". Total, una mochila no despertaría sospechas y constaría como un objeto perdido que como mucho, podría llamar la atención del personal de limpieza.