Lo cierto es que ha sido todo muy tercermundista, desde los materiales, hasta la actuación de los bomberos, pasando por el estado de los sistemas de seguridad del edificio que no han funcionado ninguno.
Se han centrado en el rescate de las dos personas, pero que el incendio haya pasado de un edificio a otro es una cagada subida de peso por parte de los servicios de extinción. La extensión puede tener muchas causas, pero la principal es que no se ha combatido de forma eficaz.