Dejo esto por aquí, nunca había leído nada sobre el tema.
Exactamente 40 años antes de que EE. UU. hiciera estallar los oleoductos #Nordstream , la CIA hizo estallar otro oleoducto que transportaba gas natural desde #Russia hasta #Europe .
Este hilo trata sobre el sabotaje del oleoducto Transiberiano de 1982 -- la mayor explosión no nuclear jamás registrada en el Planeta Tierra.
Thomas Reed, alto funcionario de seguridad nacional de EE. UU., afirma en su libro “At The Abyss” que EE. UU. permitió que la URSS robara el software de control de oleoductos de una empresa canadiense. Este software incluía un Caballo de Troya que provocó una gran explosión en el gasoducto Transiberiano.
El troyano se ejecutó durante una prueba de presión en la tubería, pero duplicó la presión habitual y provocó una tremenda explosión.
"Con el fin de interrumpir el suministro de gas soviético, sus ingresos en divisas fuertes de Occidente y la economía interna rusa, el software del gasoducto que debía hacer funcionar las bombas, turbinas y válvulas fue programado para volverse loco..."
"... después de un intervalo decente, para restablecer las velocidades de la bomba y la configuración de la válvula para producir presiones mucho más allá de las aceptables para las uniones y soldaduras de tuberías”, escribe Reed.
El esquema para plantar errores en el software soviético fue ideado por Gus Weiss, quien en ese momento estaba en el Consejo de Seguridad Nacional del presidente Ronald Reagan.
Los agentes soviéticos habían estado tan interesados en adquirir tecnología estadounidense que no cuestionaron su procedencia.
Las fuentes de los periódicos rusos niegan el informe y dicen que se produjo una explosión, pero que fue causada por una construcción deficiente, no por un software plantado.
“Lo que han escrito los estadounidenses es basura”, dijo Vasily Pchelintsev, quien en 1982 dirigía la oficina de la KGB en la región.
El sabotaje del software tuvo dos efectos, explica Reed.
El primero fue económico. Al crear una explosión con el poder de un arma nuclear de tres kilotones, Estados Unidos interrumpió el suministro de gas y las consiguientes ganancias de divisas.
Pero el proyecto también tuvo importantes ventajas psicológicas en la batalla entre las dos superpotencias.
“Por implicación, cada célula del leviatán soviético podría estar infectada”, escribe Reed.
“No tenían forma de saber qué equipo era bueno, cuál era falso. Todo era sospechoso, que era el final previsto para toda la operación”.