Manda narices con la nueva inquisición. Parecen el juez Dred ese de las pelis malas, ver, juzgar y ejecutar, porque yo lo valgo. Esto se está poniendo como para irse a vivir a un bosque siberiano y no volver. Qué ardor de estomago de sociedad de niñatos malcriados cargados de razones hemos conseguido hacer, narices. Niñatos de cosa con el cerebro licuado de tanta manipulación mediática, que solo saben hacer lo que les han programado para hacer, creyéndose además los más listos de la historia. La generación más estulta de la historia, más bien, lo digo y lo mantengo y lo mantendré.