Protección contra los efectos mecánicos y térmicosEditar
Si su país carece de sistemas oficiales de protección, tales como búnkeres antinucleares o refugios apartados deberá ser la iniciativa individual la que salve esta carencia. Tenga en cuenta que incluso en caso de pertenecer a un país que posea tales infraestructuras de defensa puede no disponer de ellas llegado el momento.
El efecto más evidente de una detonación nuclear es, naturalmente, sus efectos mecánicos y térmicos: la explosión propiamente dicha. No hay nada que hacer si uno se encuentra en el área de aniquilación o en el área roja. Pero muchos millones de personas viven fuera de esas áreas. Si tiene datos o indicios de que está en marcha un ataque nuclear, tome inmediatamente las siguientes precauciones.
Tenga en cuenta de que dispone de escasos minutos o quizá sólo de segundos.
En todos los casos, tome en primer lugar la pastilla antirradiación. Recuerde que puede tener efectos secundarios; no se asuste innecesariamente. En ningún caso mire a su alrededor a ver qué pasa, el "destello" lumínico podría dejarle ciego. La cara ha de estar entre sus rodillas o pegada al suelo, con los ojos cerrados, así como la boca debe estar abierta para minimizar el riesgo de quedar dañado auditivamente pues el ruido causado por la onda de choque es muy potente.
Si se encuentra en el interior de un edificioEditar
Permanezca en el interior. Las paredes, especialmente los rincones, pueden constituir una protección eficaz en las áreas periféricas a la detonación. Si hay sótano, baje a él y póngase en un rincón junto a la entrada pero no directamente frente a ella. Consiga rápidamente una manta y un cubo de agua, échese la manta por encima y póngase en posición defensiva (cabeza entre las rodillas, brazos cubriendo la nuca) tras cerrar las puertas. Siempre de espaldas a las ventanas y lo más lejos posible de ventanales, conducciones o almacenamientos de gas inflamable (gas ciudad, bombonas de butano), conductos eléctricos, electrodomésticos y muebles pesados. No se empiece a mover inmediatamente después de la primera explosión, puede haber más (cabezas MIRV, ataque múltiple...). Si la manta se incendia por la onda térmica, apártela y utilice el cubo de agua para apagarse usted mismo (o ruede sobre el suelo).
Si se encuentra en el interior de un vehículoEditar
Si es una aeronave o un buque, siga escrupulosamente las instrucciones de la tripulación, mantenga la calma y contribuya a que los demás la mantengan. Si es un vehículo terrestre, párelo (o exija que lo paren) y salga corriendo a buscar la protección de un edificio (ver punto anterior) o a campo abierto (ver punto posterior). En la medida de lo posible, no se debe permanecer en el interior de un vehículo por los materiales inflamables que transporta (combustible, aceites, etc.) y la posibilidad de quedar sin control como consecuencia de la detonación. Si, y sólo si, se trata de un ferrocarril eléctrico y éste está detenido es razonable utilizarlo de protección como si se tratase de un edificio.
Si se encuentra en campo abiertoEditar
Intente localizar una zanja, arcén, depresión, etc., y métase dentro. Huya inmediatamente si observa que sus paredes son blandas o se desmoronan; podría quedar enterrado. En cualquier caso arrójese al suelo, boca abajo, lo más pegado posible y con los brazos protegiendo la nuca y la cabeza. Aléjese también si puede de los edificios (los cristales de las ventanas podrían herirle o matarle), así como de cualquier elemento que contenga materiales inflamables (vehículos, depósitos, canalizaciones...) y de las líneas eléctricas.
Protección contra los efectos radiológicosEditar
Existen dos amenazas directas: el blast radiactivo (onda de choque radiactiva) y la lluvia radiactiva (fallout). Buscará protegerse del primero, que se produce junto con la explosión y termina con ella. Deberá aprovecharse de paredes o muros, especialmente las de
hormigón armado, y similares. Probablemente no pueda evitarlo en su totalidad, pero puede reducirlo. Recuerde que se trata de
radiación gamma, X, y de partículas físicas "neutrones" penetrantes y hacen falta varios metros de
plomo para detenerla en su totalidad.
Con la segunda amenaza puede hacer algo más. La lluvia radiactiva no es necesariamente lluvia, sino que puede ser la deposición de polvo y humos. Básicamente cae desde arriba, como la lluvia, en algunos casos es invisible, y puede respirarse. Se protegerá de ella cubriéndose con mantas y plásticos, y utilizando gafas, tapones para los oídos, guantes y mascaras. Si cree que ha estado en contacto con ella, depile la zona y lávela en profundidad, rascando bien. Intente evitar el contacto con la parte de mantas, plásticos, gafas, tapones, guantes o mascaras que ha estado expuesta, o la contaminación de la parte no expuesta por la expuesta. La lluvia radiactiva tiende a acumularse en los lugares donde típicamente se acumula el agua. Evítelos como si fuera la peste. No beba agua acumulada de manera natural a menos que sea una cuestión de vida o muerte.
Después del ataqueEditar
Muévase con cuidado. Puede que piense que no ha ocurrido nada, pero puede estar aturdido y no haberse dado cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Mire primero antes de actuar, intentando mantener la calma, y hágase una composición de lugar lo más precisa posible. Si se encuentra en un edificio, recuerde que éste puede estar dañado, debilitado o incendiado en algún otro lugar. Actúe con lentitud y prudencia, pensando antes de hacer nada. Permanezca cubierto por la manta a menos que por alguna razón no le sea posible.
En primer lugar oriéntese y compruebe que el lugar donde se encuentra es seguro. Si está a oscuras, espere a que sus ojos se acostumbren a la oscuridad. Asegúrese de que los suelos, paredes y techos (los que queden) son estables y no se desmoronan. Mire a ver si los muebles están estables también.
Cuidado con los cristales y fragmentos; lo último que usted necesita es una herida o una quemadura. Compruebe, en primer lugar, la ubicación de cables eléctricos que puedan haber quedado al descubierto y el estado de las conducciones de gas, abriendo únicamente las puertas y ventanas que sean estrictamente necesarias (si es posible, ninguna). Si nota un olor a gas cada vez más fuerte, usted no está seguro y debe huir de ahí. Acto seguido, intente confirmar de una manera inteligente, que el edificio no esté ardiendo, sin salir a pasear por ahí bajo la posible
lluvia radiactiva.
Compruebe que tiene los materiales que preparó siguiendo las instrucciones a tomar antes del ataque. Asegúrese de que no hay gases en el ambiente o fluidos
inflamables en el suelo antes de encender ningún tipo de luz o usar ningún tipo de equipo eléctrico o electrónico. Si el lugar parece ser seguro, manténgase en él y establezca allí su base de operaciones. De lo contrario, vaya a un lugar más seguro para poder establecerla. No haga ningún movimiento sin tener una base a la que volver.
Compruebe lo que todavía funciona, en particular el teléfono, el agua potable y la red eléctrica. Si alguno de estos servicios está interrumpido, tenga en cuenta que es posible que tarde mucho tiempo en restablecerse; ahorre sus reservas sustitutivas (pilas, agua potable...). Si el teléfono funciona, no se ponga a llamar como un loco a todo el mundo, probablemente no conseguirá hablar con nadie y además estará contribuyendo a saturar unas líneas muy necesarias para los equipos de emergencia. No salga a descubierto sin una buena razón, y muy especialmente si está lloviendo.
Si su área ha sido atacada, no espere que los servicios de ambulancias y policía acudan con normalidad. Los servicios del estado y privados estarán colapsados, si es que todavía existen. Intente organizar a la gente de su alrededor (familiares, vecinos, compañeros de trabajo...) para actuar de manera coordinada.
Si hay heridos, atiéndalos. No acuda a los hospitales por lesiones menores; estarán saturados y no le harán ni caso. Si hay un médico en su entorno, libérenlo para atender a los heridos. Si hay personas con conocimientos de física, armas o energía nuclear, déjenles al menos algunos márgenes de tiempo para pensar y obtener ideas útiles.
Si su radio aún funciona, escuche atentamente los partes de guerra y meteorológicos. Tenga en cuenta que su radio puede no funcionar durante algunas horas si entre usted y la emisora hay un área de
blackout. Evite las áreas más dañadas, de mayor contaminación y allá donde esté lloviendo. La lluvia va a ser peligrosa durante mucho tiempo.
Lávese usando el agua con mucha mesura, pero no deje de lavarse; la higiene es vital en estas condiciones. Si sospecha que alguien ha estado expuesto a lluvia radiactiva, que se
depile al cero, se lave y cambie de ropa.
Evite las algaradas y, por supuesto, el saqueo. La gente no se va a pensar mucho de apretar el gatillo en semejantes circunstancias. No haga pues exhibición del material de supervivencia de que dispone.
No se eche a la carretera a menos que le conste que no están colapsadas y que hay ruta abierta hacia su destino. Jamás vague por ahí, si va a algún sitio llegue hasta él y si no puede vuelva directamente a su base de operaciones anterior. Si su vehículo funciona, ahorre la
gasolina y no recoja a nadie. Es duro, pero es necesario. Todo puede ser una trampa. Sea solidario pero no simple. No deje solo el vehículo hasta que no llegue a su destino: mucha gente va a necesitar gasolina, bujías... o el vehículo entero.
Si tiene un arma de fuego, jamás la enseñe a menos que vaya a disparar. Si tiene que disparar, piense dos veces y hágalo a blanco seguro y ahorrando munición.
La policía y el ejército pueden ser amigos... o enemigos. Proceda con precaución al acercarse a ellos. Además de que estarán muy nerviosos, habrá gente uniformada que ya no esté obedeciendo órdenes. O que sus órdenes signifiquen su peligro y su muerte. Pero tampoco renuncie a su potencial de ayuda o a colaborar con ellos en lo adecuado. No confíe demasiado en los medios de comunicación social que sigan operativos.
Contribuya a mantener el orden y los valores. Lo último que necesita una sociedad tan gravemente dañada es convertirse en una selva de cowboys, bandas de saqueadores y mafias. Intente que niños y adolescentes reciban educación. Tome medidas tan duras como sean necesarias, pero sólo lo estrictamente necesario.
Si dispone de terreno,
cultívelo. Es preferible comer comida contaminada a no comer. Hágalo con discreción; no se exhiba ante la necesidad de otras personas. Puede que no se conformen con admirar su suerte. Ellos también luchan por su vida y la de los suyos. El lugar ideal para permanecer es una
casa rural de muros gruesos con terreno cultivable o caza, en una ladera y sin línea visual directa con un posible objetivo, con una fuente de agua próxima y medios eléctricos autónomos. Por el extremo contrario, el peor lugar para permanecer son las ciudades o urbanizaciones. Además de que pueden ser atacadas, el suministro de agua potable, electricidad y alimentos no está garantizado. Pero no salga de la ciudad a menos que sepa que las carreteras están libres.