Me imagino que se refiere usted a que empezaron ellos.
Yo nunca había tenido manía a los catalanes. Gente currante y agradable, que tenían el ****** aquel de la independencia, una cosa que hace 10 años a casi nadie fuera de allí le importaba una hez.
Pero desde 2011 se empezaron a poner muy insoportables. Tuve la oportunidad de vivir en Carcelona dos años, trabajar con ellos y conocerles muy bien, y ahora puedo decir que no sólo no me fio de ellos, si no que afirmo con conocimiento de causa que son la gente más prepotente, cateta y dolientemente mezquina que he conocido en mi vida.
Porque no es solo que den la brasa con el independentismo, es que son peña que por lo general, actuan como parásitos.
Son ese niño cabrón e insoportable al que le darías de palos porque es el que apedrea al gato del vecino, el que se te mea en el sembrado, el que roba del bote de la peña, el que malmete, miente y va de listo, el sádico petulante y sociópata al que, cuando le pidesuna explicación, o que se corte, se pone chulito y no hace otra cosa que no sea lloriquear y gritar a los cuatro vientos que el resto del mundo le "tiene manía".
Manía no, me gusta la fruta, es que le has tocado los narices y le has metido el dedo en el ojo a todo dios, y la gente está AGOTADA.
Yo, al igual que cualquiera, podría incluso respetarles si fuesen inasequibles al desaliento, guerreros y peleones de verdad... pero es que no lo son.
Son de una cobardía, de una prepotencia y de una estupidez mezquina y parasitaria que dan auténtico ardor de estomago.