Los tricilíndricos simplemente tienen una manera de vibrar y sonar diferente, pero el tema de vibraciones se compensa y ya no tiene mayor importancia y el sonido es acostumbrarse.
Tienen más par a las mismas revoluciones que los tetracilíndricos, o sea, tienen mejores recuperaciones.
El tema del turbo, pues eso, simplemente es una evolución lógica, en su día nos comíamos los diésel con grandes cilindradas y bajas potencias, en cuanto les pusieron turbos comenzamos a comernos los diésel con mucha más potencia y menos cilindrada y nadie se queja, no tiene porque ser diferente en los gasolina, antes un 1.6 para 110 CV, ahora un 1.0 para 115CV y con una curva de par mucho más favorable.
No hay más que coger un antiguo coche 1.6 atmosférico, compararlo con un 1.0 turbo y ahí se ve que eran una hez.
Por cierto, los 1.6 atmosféricos chupaban como cosacos, mi Corolla 1.6 era imposible bajarlo de 10 litros en ciudad, el homologado eran 10,5.
He leido alguna prueba de los motores Mazda atmosféricos y los redactores, acostumbrados al poderío turbo, no parecen muy satisfechos ni convencidos más allá del "romanticismo".
O sea que básicamente el nº de cilindros de 4 a 3 da un poco igual, lo que importa son las curvas de potencia, par y consumo.
En las motos tenemos uno, dos, tres, cuatro y seis cilindros, y cada configuración tiene su propia idiosincrasia, por cierto, los de tres se han hecho un buen hueco frente a los de cuatro debido a su mayor par en las medias revoluciones.