Estancamiento demográfico y económico debido a la derrota en las guerras napoleónicas y el medio siglo de problemas internos después. Para 1870 Francia se había quedado rezagada en la industrialización y su ejército no estaba preparado para una guerra moderna porque se había curtido en guerras coloniales. Los prusianos vencieron por su mejor red de ferrocarriles, mayor número y mejor artillería, con la que habrían vencido sin importar que los franceses hubieran empleado con acierto las ametralladoras, pues sus fusiles que en su momento fueron revolucionarios eran inferiores a los franceses. Y sobre todo porque habían creado a raíz de la experiencia en las guerras napoleónicas el estado mayor moderno, capaz de movilizar y maniobrar ejércitos de masas.
El bajón de Francia puede atribuirse a que la mitad del éxito en las guerras napoleónicas se lo deben al genio de Napoleón, pero el sistema de mando francés fallaba por la base, porque dependía del genio de un hombre, y de la habilidad de su mano derecha, Berthier, su jefe de estado mayor, aunque era más un secretario muy hábil que un jefe de operaciones.
Francia perdió en 1870 porque los mandos prusianos eran profesionales que habían estudiado la guerra, mientras que los generales franceses eran gente que había ascendido por méritos en guerras coloniales.
Después de la derrota, Francia sufrió un grave estancamiento y crisis demográfica mientras que la población de Alemania se duplicó y Alemania cogió la segunda ola de la industrialización.
Militarmente Francia se quedó atrás porque desarrollaron una doctrina equivocada condicionada por sus circunstancias. Si luchaban a la defensiva serían derrotados inevitablemente por fuerzas superiores, por lo que su única posibilidad de victoria era pasar a la ofensiva, lo que aunque es correcto les llevó a despreciar el valor de la defensa. Como todos los ejércitos tampoco llegaron a comprender la transformación que la revolución industrial y la tecnología habían provocado en la guerra. El nacionalismo exacerbado como forma de superar la división política y el desprestigio del ejército también nublaron su juicio. La alianza estratégica con Rusia y la alianza secreta con Britania también les provocaron un exceso de confianza en sus posibilidades.
En 1940 dieron otro pendulazo tan típico de ellos, creían después de la experiencia de la Primera Guerra Mundial que la defensa era más fuerte que el ataque y las pérdidas tan grandes que sufrieron que se quedaron todavía más en desventaja demográfica respecto a Alemania. Como en la ofensiva no podían ganar, decidieron quedarse a la defensiva. En 1940 los alemanes lograron la sorpresa y como la guerra había sufrido otra transformación radical con la motorización, los franceses no supieron adaptarse. En 1914 pudieron recuperarse de las primeras derrotas, en 1940 todo sucedió mucho más deprisa y no contaban con reservas para recuperarse.
Desde la Segunda Guerra Mundial se ha despreciado al ejército francés, pero entre las dos guerras era el que más prestigio tenía, porque se respetaba el hecho de que se había recuperado por dos veces de graves derrotas en 1914 y 1918, y entre medias había resistido heroicamente en Verdún, y porque había conseguido desarrollar una doctrina para romper el frente continuo atrincherado. El ejército americano copió a los franceses, no a los británicos, a pesar de que al final de la guerra su doctrina era mejor y fueron los que llevaron el peso de las ofensivas aliadas de los últimos cien días, por la razón de que el ejército británico era un ejército improvisado, sólo luchó a plena fuerza la mitad de la guerra, y porque había sufrido tantas derrotas humillantes y desperdiciado tantas oportunidades, por eso se dio el mando supremo a Foch, un general francés, a pesar de que los angloamericanos llevaron el peso de la lucha. Tampoco copiaron de los alemanes porque no se suele aprender del vencido.